Reconquista

Suspenden clases en una escuela debido a la inseguridad en el barrio

La decisión fue tomada ayer por autoridades de Educación. Es por un tiroteo que hubo en cercanías del establecimiento. Los alumnos debieron resguardarse en el interior del edificio, informaron desde Educación. La Policía refutó la versión.

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Mientras que hay preocupación entre los padres, docentes y alumnos; se decidió reforzar la custodia del establecimiento. Foto: Agencia Reconquista

 

Gustavo Capeletti

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Directivos de Educación de la Región 1 resolvieron suspender el dictado de clases en la escuela Nº1261 del barrio Guadalupe de Reconquista a causa de la inseguridad que los afecta.

A pesar de que la barriada marginal es uno de los puntos más inseguros de la ciudad, nadie pensó hasta ahora que se podía alcanzar el extremo de un tiroteo en el mismo patio del establecimiento escolar.

El miércoles a la mañana, de buenas a primeras, los alumnos debieron correr a guarecerse en las aulas a causa de los tiros disparados con tumberas en inmediaciones del predio escolar, una versión que dio a conocer Andrea Adobatto, titular del Nodo de Educación quien se mostró apesadumbrada por la situación y aseguró que la decisión fue comunicada a la ministra de Educación de la provincia.

“Las autoridades de la escuela tuvieron que salir corriendo al patio donde estaban haciendo educación física los chicos y los metieron adentro para poder resguardarse porque había un tiroteo con tumberas en el patio y en el frente”, relató.

La funcionaria informó que en principio la suspensión de las clases - consensuada con el Ministerio - opera para miércoles, jueves y viernes de esta semana y sostuvo que “intentaremos volver el lunes nuevamente a trabajar, pero para eso debe haber algunas cuestiones resueltas porque no podemos darnos el lujo de poner en riesgo a los alumnos o los docentes”.

Todos en riesgo

Adobatto pidió que las autoridades “reaccionen” ante lo que consideró “un llamado de atención” y que obligó a levantar el dictado de clases, en tanto dijo que espera que todos los niveles del estado tomen cartas en el asunto, en unas declaraciones que causaron malestar en ámbitos políticos y policiales, por ser consideradas de haber sido formuladas en un doble rol de autoridad oficial y ciudadana común .

“Esperemos que sea un llamado de atención para la comunidad, cuyos niños y jóvenes concurren a esa escuela. La escuela es para todos y de todos y si la ponemos en riesgo, todos entramos en riesgo. Tengo temor que le pase algo a un alumno o docente en ese nivel tan alto de conflictividad. Se sintieron todos en riesgo, más que nunca, aunque hubo otras situaciones anteriores muy delicadas”, insistió.

“Hay un estado de desborde y suspender las clases fue una decisión muy difícil que me dejó aniquilada”, admitió, en primera persona. Es una decisión extrema que nunca quisiéramos tomar, suspender provisoriamente las actividades escolares porque “las personas entraron como en un estado de colapso por la conflictividad del contexto”, añadió.

En ese sentido, se esperanzó en que “ojalá que sirva, es una medida preventiva en resguardo de las personas que están en la escuela”. Atribuyó los incidentes a “jóvenes en estado de abandono, de desamparo social”.

Ante la magnitud de los hechos, fue convocada toda la comunidad educativa y al barrio en general a una reunión para la mañana de este jueves, con el fin de debatir sobre lo ocurrido en la escuela donde alumnos fueron armados y se enfrentaron a tiros en el patio del establecimiento escolar.

La violencia en el barrio superó todos los límites. Con los sucesos consumados, el coordinador de Seguridad regional, Rolando Galfrascoli, dispuso un operativo de saturación en las escasas manzanas que conforman el barrio.

A partir de la fecha, policías rurales y de prevención tendrán una fuerte presencia en el lugar. Pero al mismo tiempo, los vecinos también decidieron tomar cartas en el asunto y montarán guardias durante todo el día para cuidar la escuela.

“Los padres de estos chicos tienen que entender que esto no puede pasar más y si no entienden que se vayan del barrio‘, comentó una de las madres de los alumnos. “No podemos vivir más, todos los días hay tiros y gomerazos. A las 8 de la noche nos tenemos que encerrar todos”, protestó una vecina. “Hhoy tenemos que reconocer que la violencia nos ganó”, lamentó otra habitante de Virgen de Guadalupe, para agregar luego que una vez que “cae el sol el barrio se transforma en tierra de nadie y muchos pibes se juntan a tomar y drogarse en las esquinas y cobrar peaje”.

Ayer, esos vecinos que hicieron oír sus voces se autoconvocaron en la intersección de calles de ingreso al barrio para manifestarse y reclamar la intervención del Estado.

Malestar

Desde la conducción policial de Reconquista manifestaron a El Litoral su profundo malestar tanto con la jefa regional de Educación, Andrea Adobatto, como con los directivos de la escuela. “No hay denuncia sobre el caso, es mentira que hubo tiroteo entre alumnos, ni entre alumnos y gente de afuera; en la escuela, puntualmente, no hubo ningún hecho de inseguridad”, enfatizó un alto jefe de la fuerza.

“Adobatto estaba a 500 kilómetros cuando tomó la decisión unilateral de suspender las clases, sin siquiera consultarnos, lo que es un irresponsabilidad funcional”, aseguró el funcionario, y puntualizó que “nadie hizo ninguna denuncia porque en realidad en la escuela no pasó nada. Es claro que la escuela está en medio de un barrio conflictivo donde hay hechos de inseguridad, o nosotros el fin de semana nos rompieron parabrisas de móviles, pero no ocurrió nada como para que se suspendan las clases”.

Además, refutó la falta de presencia policial en el barrio: “Estamos con presencia permanente, todo el día, con patrullajes preventivos a toda hora”.

El dato

Miedo

  • Virgen de Guadalupe es considerado uno de los enclaves más problemáticos del conurbano de Reconquista. La inseguridad es moneda habitual allí. Los esfuerzos millonarios de los distintos niveles del Estado por urbanizarlo (a través del Promeba) parecen no haber dado resultados en términos de pacificación. Tiros, tumberas, peajes, aprietes, atracos, drogas, son todas palabras comunes que definen la realidad de la barriada desde hace tiempo y que hace que la gente deba vivir encerrada y con miedo.
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