“La Mater” salió a la calle

Una imagen de la Virgen de Schoenstatt puede ser venerada en una ermita que se construyó en Pedro Vittori y Maipú, de nuestra ciudad. El Movimiento Apostólico que concretó el proyecto recordó en qué consiste su trabajo misionero.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTO. manuel fabatia.

 

Después de once años de labor institucional en Santa Fe, el Movimiento Apostólico de Schoenstatt tuvo la dicha de poder concretar un largo sueño: llevar la imagen de la Virgen de Schoenstatt a la calle, ya que hasta ahora podía ser venerada sólo en algunas iglesias de nuestra ciudad y localidades vecinas.

Así fue que, con gran satisfacción y esfuerzo, y a pesar de la lluviosa jornada imperante, sus integrantes inauguraron una ermita con su imagen en terrenos de la bodega Fecovita, ubicada en Pedro Vittori y Maipú. La fecha elegida: el 18 de octubre pasado, cuando se cumplieron 100 años de la Primera Alianza de Amor con la Madre, Reina y Victoriosa Tres Veces Admirable de Schoenstatt, es decir, de la fundación del Movimiento por parte del Padre José Kentenich, sacerdote palotino.

Esta noticia fue la excusa para charlar con la coordinadora diocesana del Movimiento, Cristina Nani, en relación al trabajo misionero que realizan en nuestra ciudad. Según explicó, “somos relativamente nuevos: desde 2003 estamos oficializados como movimiento de la Iglesia Católica, no porque no esté en el país sino que en Santa Fe teníamos problemas con Monseñor Storni. Nacimos a la sombra del santuario del Movimiento de Paraná. A partir de la era Arancedo pudimos salir a la luz, empezar a misionar pero no en silencio como lo hacíamos antes. Como teníamos a la Virgen escondida en la Iglesia, en la celebración de los 100 años pensamos que había llegado la hora de salir a la calle y por eso nos propusimos hacer esta ermita, en terrenos que nos prestó la bodega”.

En este sentido, recordó cómo fue su incorporación al grupo y su experiencia personal con la Virgen, a la que llaman cariñosamente “La Mater”: “En la etapa oscura, la de Storni, habían venido 15 imágenes de Paraná y se armó un grupo de 15 mujeres que iban a misionar con esa Virgencita. Cada una formaba un grupo de 15 familias, pero en una faltaba una persona y una amiga me preguntó si quería recibir a la Virgen”.

Yo estaba enferma de cáncer en ese entonces -continuó- y acepté. Cuando me dijeron Schoenstatt pregunté si era de la Iglesia Católica (se río). Me explicaron de qué se trataba y la empecé a recibir mientras hacía mi tratamiento. Me puse en manos de Ella y salí del cáncer sólo con el tratamiento básico y nada más. Luego, la señora que tenía la Virgen tenía algunos problemas familiares y me preguntó si no quería seguir yo. Tomé la posta y empecé a ser misionera. La ofrecí en mi barrio y llegué a tener 50 familias que la recibían. En 2003 se empezó a armar el Movimiento y ahí empecé a participar en la Rama Campaña del Rosario, luego hice Alianza de Amor con la Virgen.

SCHOENSTATT ES UNA FAMILIA

La base y el fundamento de este Movimiento Apostólico -según explicó Nani- son los matrimonios. “Tenemos la obra familiar que está formada por grupos de matrimonios más jóvenes y otros más grandes; la rama de madres que concentra mujeres que estamos casadas y con hijos, incluso abuelas; la de la juventud masculina y femenina (incipiente, en formación). También tenemos un voluntariado en el Vera Candioti, trabajamos con la Red Conin, del Dr. Abel Albino, y realizamos una Campaña del Rosario”, explicó.

Y remarcó que “este último grupo nos abrió las puertas en Santa Fe, ya que tenemos más de 100 misioneras que se reparten por toda la ciudad y que visitamos 15 familias por mes. El trabajo consiste en llevar una Virgen Peregrina, casa por casa, durante dos días, rezar el Rosario y escuchar los problemas de la gente. Siempre nos cuentan algún testimonio de cómo se manifiesta ‘la Mater’ en cada casa. El caso que más nos pegó es el de Serena, la nena que murió en el Club de Regatas. Esos papás recibieron a la Virgen y ella está embarazada de nuevo, y va a tener otra nena. Hechos como ésos podemos contar millones, ya que tenemos un cuadernito adonde la gente escribe sus testimonios”. Y admitió con orgullo que “nos estamos extendiendo de a poco, vamos teniendo cada vez más misioneros, que hacen una Alianza de Amor. Como Movimiento estamos muy firmes, funcionamos como tal, como familia, y está abierto a la comunidad”.

La imagen de “La Mater” puede ser venerada en la nueva ermita que hay en nuestra ciudad y también en las iglesias Santa Teresita y San Juan Bautista, en la capilla del Cullen (Nuestra Señora del Huerto), y en el hospital Vera Candioti, además de otras iglesias de Santo Tomé, Recreo y localidades de los alrededores.

Los orígenes

El fundador del Movimiento de Schoenstatt, el P. José Kentenich, en medio del drama histórico de la Primera Guerra Mundial, escuchó en su interior la invitación de Dios a comenzar un nuevo camino de la mano de María. Estaba convencido de que Ella quería colaborar en la configuración de la nueva época que estaba comenzando.

El sacerdote -junto con algunos jóvenes- se puso a disposición de María y se consagraron a Ella en la antigua Capilla del valle de Schoenstatt, en Alemania. Le pidieron a María que obrara allí regalando sus gracias y que con su presencia convirtiera a esa capillita en un lugar de peregrinación. Desde entonces, el Santuario original en Schoenstatt, con sus santuarios filiales en diversos países del mundo, se ha convertido en lugar de gracias para millares de peregrinos y hogar espiritual del Movimiento de Schoenstatt. Así se fundó y a esa sencilla consagración sellada con la Santísima Virgen María, el 18 de octubre de 1914, la llaman Alianza de Amor.

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Difícil negociación

La ermita de la Virgen de Schoenstatt fue construida con donaciones obtenidas por el Movimiento Apostólico, en terrenos cedidos por la empresa Fecovita. Pero a sus integrantes les preocupa que la Municipalidad está objetando su edificación.

“Estamos en etapa de negociaciones con la Municipalidad, quienes objetan la construcción de la ermita. Ellos piensan que no es el lugar apropiado, primero por ser un espacio verde y luego porque es inseguro por el paso del tren urbano”, advirtió Cristina Nani. “En esto hay varias contradicciones: si bien es un espacio verde no debemos olvidar que es un lugar privado, cuya propietaria (Fecovita) nos autorizó el uso del predio. Si nos fijamos, más adelante en ese mismo sector está el avión de los ex-combatientes, el Gauchito Gil al lado del Kennel Club y un laberinto dedicado a la Pachamama en el Parque Federal, que son espacios verdes”.

Por otra parte -concluyó-, con respecto a la inseguridad por el paso del tren tenemos entendido que la vía estará enrejada a ambos lados. Entonces, ¿la gente que circulará por la ciclovía también estará insegura o sólo contra la pared? En definitiva, estamos tratando de entendernos. Creo que será una difícil negociación porque no sólo son hechos culturales la feria de los artesanos o la Bienal de Arte Joven. La construcción de una ermita es una expresión de Fe pero también es un hecho cultural.

• Contacto

Movimiento Apostólico de Schoenstatt: Mónica Gianinetto, jefa de la Campaña del Rosario: 452-3780; o Cristina Nani, coordinadora diocesana: 460-5462.