Gestión de Riesgo

Herramientas para evaluar si una ciudad es resiliente

Naciones Unidas dispone de dos mecanismos para mejorar las políticas de gestión de riesgo de las comunidades que integran su Campaña Desarrollando Ciudades Resilientes. Santa Fe forma parte de esta iniciativa, junto a otra docena de ciudades del país.

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Ricardo Mena es jefe de la Oficina Regional de Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres y la semana pasada estuvo en Santa Fe participando de un Congreso Mundial sobre el tema.

Foto: Flavio Raina

 

De la Redacción de El Litoral

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La Oficina de Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres cuenta con dos herramientas para evaluar cómo están trabajando los municipios del mundo que integran su Campaña Desarrollando Ciudades Resilientes y cómo están llevando a cabo sus políticas de gestión de riesgo para construir ciudades más resilientes.

Santa Fe forma parte de esta campaña, y la organización ha destacado el trabajo que viene realizando en la materia, otorgándole el título de alcalde campeón al intendente José Corral (Ver: http://www.eird.org/camp-10-15/campeones.html), distinción que también recibieron alcaldes de Lampa (Chile), Chacao (Venezuela), Santa Tecla (El Salvador), Ciudad de México (México), Campinas (Brasil), entre otros.

Un primer nivel de evaluación consta de un análisis que se realiza basado en 44 indicadores relacionados con los aspectos esenciales de la gestión de riesgo y que deben ser valorados de 1 a 5 para calificar el nivel de cumplimiento. “Por ejemplo, se analiza qué porcentaje del presupuesto de la ciudad se está destinando a inversión y prevención del riesgo o mantenimiento de infraestructura, o con qué frecuencia se llevan a cabo las tareas de mantenimiento de los sistemas de drenaje”, ejemplificó Ricardo Mena, el jefe de la Oficina Regional de Naciones Unidas, quien la semana pasada estuvo en Santa Fe participando del Congreso Mundial de Derecho, Política y Gestión de Riesgos de Desastres.

“Esto permite tener un análisis propio, una autoevaluación de cómo está la ciudad e identificar las áreas en las que debe mejorar”, aclaró.

Un segundo nivel de evaluación se realiza a través de una herramienta incipiente desarrollada para Naciones Unidas por grandes compañías de datos. Se denomina Resilience scorecard. “Es una especie de libreta de calificaciones con respecto a la resiliencia, es un sistema de gestión empresarial. Va más al detalle, profundiza en los datos, necesita más información y logra determinar con mucha precisión cuáles son los puntos débiles, cuáles son los aspectos en donde realmente se hace necesaria una inversión y una dedicación mayor para incrementar el índice de resiliencia en las ciudades”, explicó Mena.

Esta modalidad de análisis aún no se ha implementado en forma masiva, con lo cual tampoco ha llegado al municipio santafesino. Sólo se ha hecho una prueba piloto en una ciudad de la India y pronto se aplicará en Bucaramanga, Colombia.

“Buscamos ayudar a las ciudades en el proceso de ser resilientes, que no es fácil porque implica acciones a mediano y largo plazo. Si por ejemplo, descubres una deficiencia en tu sistema de drenaje, vas a tener que diseñar un plan maestro de recursos hídricos, lo cual lleva tiempo e inversiones importantes”, cerró Mena.

Recomendaciones con vistas a Sendai 2015

  • Luego de tres días de trabajo, el Congreso Mundial de Derecho, Política y Gestión de Riesgos de Desastres reunió en un documento académico recomendaciones a tener en cuenta por Naciones Unidas en el tratamiento del nuevo marco que regulará los riesgos de desastres a nivel global y que se establecerá en el mes de marzo en la ciudad de Sendai, Japón.

La Declaración de Santa Fe sobre la Reducción de Riesgos de Desastres cuenta con recomendaciones de dos tipos: en el plano internacional y regional, y a nivel nacional y local.

En primer lugar, en lo que refiere a lo internacional y regional, la Declaración hace hincapié en la integración de los Derechos Humanos y el Derecho de las Catástrofes, en el refuerzo del marco institucional en esta materia, en facilitar el acceso a la Justicia y a los mecanismos de protección de los derechos humanos, y en la adopción de un estatuto jurídico de los desplazados ambientales.

Por otra parte, a nivel nacional y local, en el Documento se recomienda la constitucionalización del Derecho de las Catástrofes, la incorporación de los Derechos Humanos en la planificación urbanística y en el ordenamiento territorial, la participación de la sociedad civil en la gestión de riesgos de catástrofes, la instauración de una cultura de la resiliencia, y la reducción del riesgo de desastres a través de sistemas de alerta.

2.500

ciudades

integran la campaña de Naciones Unidas Construyendo Ciudades Resilientes, 600 son de América Latina y una docena, de Argentina.