Mientras los latinos celebran

Continúan las repercusiones del plan migratorio de Obama

  • La decisión del presidente estadounidense de regularizar unilateralmente a más de 5 millones de indocumentados puso en pie de guerra a los republicanos, que a partir de enero, cuando se constituya el nuevo Congreso, tendrán la mayoría en ambas cámaras.
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Esta semana se realizaron numerosas marchas pacíficas exigiendo justicia por los jóvenes desaparecidos. Algunas de ellas terminaron en disturbios y detenciones. Foto: Agencia EFE

 

Redacción El Litoral

Agencias EFE/DPA

El presidente Barack Obama defendió en Las Vegas su decisión de dar permiso temporal a cinco millones de indocumentados e instó a los republicanos a aprobar en el Congreso una reforma migratoria integral “para arreglar el sistema migratorio, que está roto”.

“Aprueben la ley. Nadie les está impidiendo que aprueben una ley”, urgió a los republicanos Obama, ante los que lo critican por haber actuado como ‘un emperador‘ sin el Congreso. Tras aterrizar en Las Vegas, el presidente firmó a bordo del Air Fore One dos memorandos en materia migratoria.

“Nuestro sistema migratorio lleva roto durante mucho tiempo y todo el mundo lo sabe”, aseguró.

A días de anunciar su acción ejecutiva en inmigración, Obama volvió a explicar a los estadounidenses por qué ha decidido actuar solo sin el Congreso. Y lo hizo en Del Sol High School, el mismo instituto en el que en enero de 2013 prometió una reforma migratoria integral a la comunidad latina.

El presidente mostró su disposición a seguir trabajando con los republicanos, que a partir de enero tendrán la mayoría en ambas cámaras, para lograr aprobar una reforma migratoria integral que de una solución definitiva a buena parte de los 11,4 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos.

Obama reconoció que las medidas que anunció el jueves son provisionales y que 6,4 millones de indocumentados se quedarán fuera.

“Es verdad. No todo el mundo va a calificar para esta medida. Este es un primer paso. No es el único paso. Tenemos todavía mucho trabajo por hacer”, respondió Obama a un joven que interrumpió su discurso preguntándole por qué no había ido más lejos.

El discurso de Las Vegas es la primera parada de una campaña del presidente para presionar al Congreso para que apruebe la ley y para “vender” a los estadounidenses que la reforma migratoria es buena no sólo para los indocumentos, sino para Estados Unidos.

La Casa Blanca asegura que las medidas ejecutivas anunciadas por Obama generará un crecimiento de entre un 0,4 y un 0,9 por ciento del Producto Interior Bruto de Estados Unidos en una década, lo que equivaldría a un aumento del PIB de entre 90.000 a 210.000 millones de dólares en 2024, según un informe elaborado por el Consejo de Asesores Económicos del presidente. .

“Sí se pudo”

Obama decidió actuar solo, después del fracaso de la reforma migratoria hace unos meses. El proyecto de ley fue aprobado con votos bipartidistas en el Senado en junio de 2013, pero la reforma quedó atascada en la Cámara de Representantes después de que los republicanos, que tienen la mayoría en la cámara baja desde 2010, se negaran a poner fecha para la votación de la legislación en el pleno.

El mandatario anunció el jueves que dará un permiso temporal y frenará la deportación de unos cinco de los 11,4 millones de inmigrantes indocumentados que viven actualmente en Estados Unidos, lo que supondrá la mayor regularización de sin papeles en tres décadas. Entre los beneficiarios se encuentran los inmigrantes que llevan más de cinco años viviendo en Estados Unidos y que son padres de un ciudadano estadounidense o de un residente permanente.

El presidente no puede legalizar de golpe a 11 millones de indocumentados, sólo el Congreso puede darles un permiso permanente, pero Obama puede decidir qué inmigrantes son prioridad de deportación y quiénes no.

El anuncio, largamente esperado por la comunidad latina, abre una guerra total entre Obama y los republicanos, que a partir de enero, cuando se constituya el nuevo Congreso, tendrán la mayoría en ambas cámaras. Los republicanos buscan ahora la fórmula para frenar “la amnistía ejecutiva” de Obama.

Para “frenar” a Obama, barajan varias posibilidades: cerrar el gobierno como medida de presión, boicotear los nombramientos del presidente, no autorizar los recursos necesarios para que se ejecuten las medidas, no aprobar el presupuesto del gobierno y demandar al presidente. De momento, parece descartado que vayan a presentar un proceso de destitución o “impeachment”.