¿Querés un mundo distinto? cambiá tu punto de vista

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Martín Traverso

Tiene 29 años, nació en Esquina (Corrientes) y vive en Santa Fe. Está graduado en Ciencias Económicas y actualmente estudia Filosofía. Brinda talleres y conferencias locales, en el país y en el exterior sobre “economía consciente”; es un impulsor de nuevos paradigmas. Recientemente lanzó en Buenos Aires su libro “Economía cósmica”.

 

TEXTOS. ANA LAURA FERTONANI ([email protected]). FOTO. FLAVIO RAINA.

ESTADOS DE CONSCIENCIA. “Ingresé a estudiar Ciencias Económicas en el 2003 con 18 años y una de las cuestiones que me preguntaba era cómo pensar la economía de otro modo, porque no me cerraba el capitalismo, y tampoco el comunismo, como si fueran una dualidad. El paradigma que estudié es el capitalista. En Ciencias Económicas, hoy en Argentina se estudia el capitalismo y el comunismo fantasma asociado a las dictaduras, como si fueran dos cosas malas, y la menos peor el capitalismo. De golpe, mientras empiezo a ver cómo mejorar ese capitalismo, llego a la conclusión de que no hay dos opciones, sino infinitas, y en vez de pensar en sistemas, empiezo a pensar en cambios personales. Empecé a meditar, con mucha influencia del budismo y taoísmo por búsqueda de autoconocimiento y crisis personales, y ahí empecé a reflexionar que el cambio más fuerte en la sociedad viene de un cambio en la conciencia individual. Necesariamente, los cambios deben comenzar en el cambio de la conciencia. Todo cambio social que no parta de eso es vacío, dogmático”.

PENSAR DISTINTO. “Mi crisis es una crisis que se está dando en mucha gente, no soy el único privilegiado. Simplemente hay personas que se conforman y viven una vida con ciertas cuestiones que no les gusta pero que es segura. Vivir una vida segura mata la creatividad, es en ese lugar donde me transformo en pensador, cuando abandono mi seguridad. Toda filosofía implica renuncias y en mi caso es renunciar a ejercer mi título profesional, ser un empresario, gerente o contador que liquide impuestos en una seguridad estable. Renuncié a eso, puedo recibir ingresos, a veces no. No diferencio entre lo que es gratuito y lo que es rentado, lo que valoro es el dar, los potenciales del ser humano. Mis potenciales tienen que ver con la comunicación, la investigación”.

REVOLUCIONARIO. “Así como a la economía la vemos como a una macroeconomía, a nivel individual es una microeconomía: uno está contribuyendo al consumo y a la producción en chico. Así también, somos micropolíticos, y esto lo dice Deleuze. Ahí me di cuenta del poder de cambio. Cuando uno se camufla en la masa, adopta el comportamiento de la mayoría y retroalimenta el sistema social que está observando. Si uno quiere algo distinto tiene que empezar inevitablemente con el cambio de vida propio. Ahí está el punto de vista revolucionario: ¿querés un mundo distinto?, cambiá tu propio punto de vista”.

ECONOMÍA CONSCIENTE. “Es un modo de mirar, como el águila, desde arriba. Es mirar a largo plazo y buscar las causas profundas de lo que estamos llamando economía. Cuando defino economía consciente hablamos de organización de la casa, desde el punto de vista etimológico: qué pasa en esta casa, planeta Tierra, que nos sentimos que la organización no es suficiente, no nos alcanza, tenemos pobreza, desigualdad, violencia en nuestro modo de organización social. ¿Dónde están las causas y soluciones que implica una mirada compleja e interdisciplinaria? No alcanza con ser economista o sociólogo. Tenemos que abrir la cabeza para interconectar las miradas desconectadas, una mirada compleja, para saber cómo ir a una vida social pacífica, integrada a la naturaleza, de manera armónica, entre los seres humanos y la naturaleza, y esa pregunta implica una complejidad en la respuesta que es interdisciplinaria. En este momento, si queremos encontrar soluciones no alcanza con estudiar Ciencias Económicas. La Ciencia Económica es una ciencia dogmática, es una pseudo ciencia, como lo dice el filósofo Mario Bunge, argentino muy criticado: estamos en un salto en el que lo nuevo no es más de lo mismo, es un salto cuántico. Las mismas teorías científicas van a ser cooperativas a través del diálogo; van a valorar el saber, no el saber volcado a ganar dinero”.

MEDITACIÓN

“Medito a la mañana y a la tardecita, y me propuse ser más disciplinado, porque eso contribuye a estar más fuerte, mejor, estar en el aquí y ahora. Si voy a la compu directo empiezo más desequilibrado el día, un ratito que la mente esté tranqui es fundamental. Economía Consciente habla de la importancia de incorporar alguna forma de meditación o relajación o arte que nos permita no estar todo el tiempo ‘mentales’. Y si uno pude tener una parada en el medio, mejor. No es una gran exigencia: te mejora la calidad de vida no estar tan en la urgencia, en los climas laborales que nadie se aguanta, porque no tenemos ningún poder, y meditar nos hace poderosos. Todos los grandes hombres de la humanidad meditaron. Estar aquí y ahora no significa no planificar o no tener horizonte a largo plazo. Hay deseos profundos que necesitan una continuidad, que cuando los descubrís no tiene sentido ser rebelde con eso. Ser rebelde con lo que tu ser quiere expresar es tonto”.

MUY LEONES

“Vengo de una generación rebelde por naturaleza. Sé perfectamente lo que no quiero: destruir, bárbaro; construir, nada. Nietzsche habla de las tres etapas del hombre: el camello, el que carga; el león que destruye todo; y el niño. Hoy estamos muy leones, qué queremos no se, pero sabemos lo que no queremos. Estamos haciendo la transición, tenemos que salir del león, del miedo, y convertirnos en niños. “El niño es inocencia, olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí””.

PERSPECTIVA

“A veces la gran diferencia es el plazo en el cual miramos y yo estoy yendo cada vez más lejos con la mirada; empezar a pensar en el 2100 es como loco. Y te preguntan: ‘qué hacemos con el dólar’ y todo eso está de acá a este año o al próximo. Pocos están pensando en mirar aunque sea a 20 años. Cuando uno estira el horizonte puede ver otras cosas. Y solamente los futurólogos miran en esa perspectiva, y la mayoría ve lo tecnológico, lo que es complejo es pensar lo social, adónde va el barco”.