Hipólito Solari Yrigoyen pasó por Santa Fe

“Las alianzas de la UCR deben hacerse con fuerzas democráticas y progresistas”

  • El dirigente radical marca las diferencias con el peronismo. La necesidad de tener más democracia en la Argentina.
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Invitado por Jorge Henn, Solari Yrigoyen presentó su último libro en el Senado santafesino. Foto: Pablo Aguirre

 

Mario Cáffaro

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En la semana en que se cumplieron 41 años del primero de los dos atentados que padeció de manos de la Triple A, Hipólito Solari Yrigoyen pasó por Santa Fe e invitado por el vicegobernador, Jorge Henn, presentó su libro “Testimonios Australes” que le editó la Universidad Nacional de Rosario. Dos veces senador nacional por Chubut donde vive desde hace muchos años, presidió hasta la llegada de la santafesina Lilia Puig de Stubrin, la convención nacional del radicalismo. Además de los atentados de la Triple A, la dictadura lo tuvo como detenido - desaparecido en La Escuelita, el campo de concentración cercano a Bahía Blanca donde murió a consecuencia de las torturas su correligionario Mario Abel Amaya. Sobrino bisnieto de Leandro Alem y sobrino nieto del ex presidente Hipólito Yrigoyen, el dirigente que fuera uno de los fundadores del Movimiento de Renovación y Cambio se ubica en la centro-izquierda de su partido.

—¿Cómo ve la situación del radicalismo hoy que parece muy convulsionado internamente?

—No está muy revolucionado, el radicalismo no es un partido clasista y dogmático. Es una alianza de clases con objetivos comunes compartidos. Es natural en el radicalismo y en todos los partidos en el mundo que tienen esa orientación que haya tendencias. Unos están más al centro y otros más a la centro-izquierda, yo estoy más en esa posición,

—¿Respalda la presencia del partido en el frente Unen?

—Sí, cuando yo presidí la convención nacional votamos una resolución que decía que el radicalismo donde pudiera ir solo con fuerza suficiente lo hiciera, y si fuera necesario hacer alianzas que se hicieran con fuerzas que tuvieran tres características: afines, democráticas y progresistas. Esa es la línea, se votó y se mantiene.

Testimonios australes

Solari Yrigoyen dice conocer la Patagonia como la palma de su mano y cuenta anécdotas de sus recorridos a caballo llegando hasta Tierra del Fuego allá por la década del 50. “ “‘Testimonios Australes’ es un libro de historia y de opinión que se refiere al sur argentino, a la Patagonia, Tierra del Fuego e Islas Malvinas, no comprende Antártida. De historia, abarca diversos períodos y la parte de opinión es sobre la actualidad. En la parte de opinión, describo la Escuelita que fue un campo de concentración donde estuve desaparecido y lo describo no como un hecho personal sino para que se conozca cómo se actuaba en aquella época de los militares. Nunca fui acusado de nada ni juzgado por nadie, pero teníamos que pasar por tremendos padecimientos. Se nos aplicaba un régimen que se había aprobado en el gobierno de María Estela Martínez de Perón que se llamaba para presos de máxima peligrosidad. Dentro de la cárcel nos clasificaban, yo había sido clasificado como ‘delincuente terrorista de máxima peligrosidad’ y recibía el trato consecuente Todo una aberración. Me parecía útil relatarlo porque yo declaré en la Justicia Federal de Bahía Blanca cuando se llevó a cabo el juicio sobre la Escuelita. En ese campo de concentración que está en las afueras de Bahía Blanca, estaban presos de la ciudad, de la zona y del sur argentino, todos presos políticos”.

También recupera en el libro un reportaje realizado en 1957, a pedido de una agencia norteamericana de noticias a los últimos indios yámanas que había en el sur. “Ya no estaban en territorio argentino sino en la isla chilena Navarino. Les hice un reportaje que se publicó en más de cien diarios de Estados Unidos. Esa parte en el libro ha cobrado valor porque ya no existen indios yámanas. Tomé uno de los últimos testimonios, entrevisté al cacique que era una deformación moderna porque ellos no tenían esa figura, José Milicic como cristiano y Lamanatikens era su nombre indio”.

 

El dato

Roca

  • “No soy un admirador de Roca pero tampoco puedo desconocer algunos valores que él hizo. Soy partidario de analizar los hechos históricos con el criterio de la época en que se vivieron, no con los criterios actuales. Jamás se me ocurriría catalogarlo de genocida pese a que no soy admirador de Roca. Fue un hombre que en materia civil provocó muchos adelantos”. Fue la definición ante la polémica abierta en los últimos años sobre la figura del dos veces presidente Julio Argentino Roca.

—Hoy al radicalismo le falta un líder nacional como fue Alfonsín

—En todo caso es un momento político de la Argentina donde no hay grandes líderes, pero eso no es óbice para seguir luchando para perfeccionar la democracia. No vivimos en una dictadura pero vivimos en una democracia con muchas imperfecciones y el rol del radicalismo es seguir bregando y luchando para obtener una democracia plena, total.

—¿Falta república en la Argentina?

—Tenemos fallas en el sistema democrático y republicano, por eso disentimos con la política, primero del presidente Menem, después del presidente Kirchner y luego con Cristina Fernández de Kirchner. Tenemos dos filosofías distintas; respetamos al peronismo como adversario político pero no coincidimos con ellos; tenemos diferencias de ideas, de interpretación del sistema democrático y hasta tenemos otra dimensión sobre la ética.

—El peronismo puede gobernar y el radicalismo no puede terminar los mandatos

—Daría vuelta la aseveración. El radicalismo ha tenido, cuando ha gobernado, una oposición desestabilizadora por parte del peronismo. Lo que dijo no es teórico. Alfonsín tuvo esa oposición que logró desestabilizarlo y tuvo que irse cinco meses antes de terminar el mandato que le había dado el pueblo. Desgraciadamente el peronismo como opositor ha tenido serios defectos, el fundamental fue desestabilizar las instituciones. Alfonsín tuvo que soportar 13 paros generales, el objetivo era desestabilizarlo. Le hacían paros por motivos ridículos, uno fue para que la Argentina rompiera con el FMI. Ningún país había roto y Ubaldini hizo un paro general para que Argentina rompiera y viviera aislada del mundo. Un disparate.

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" Necesitamos gobiernos progresistas; necesitamos más igualdad social, más desarrollo. Todo esto es posible con principios progresistas, con luchadores democráticos y con cambios de fondo”

Hipólito Solari Yrigoyen