Festival Internacional de Cine de Mar del Plata

Apertura con el “Pasolini” del director Abel Ferrara

Apertura con el “Pasolini” del director Abel Ferrara

El actor Willem Dafoe es el intérprete ideal de la película que abrió el Festival fuera de concurso. Foto: Télam

 

Roberto Maurer (Enviado especial)

El festival celebra sus 60 años de existencia, y fue una de las tantas creaciones del imaginativo Raúl Alejandro Apold, que en 1954 asombró a los argentinos con una lluvia de estrellas de la pantalla con la cual pudimos comprobar que Erroll Flynn y Gina Lollobrígida eran de carne y hueso.

Con la actual, son 29 las ediciones del festival, y en la discordancia de los números puede leerse la accidentada vida pública del país. Esta edición, por lo tanto, tiene un talante conmemorativo de autocelebración que se expresa en los discursos y las bien producidas muestras de materiales audiovisuales de su historia.

En un próximo aniversario, dentro de muchos años, seguramente habrá fotos de época del cóctel ofrecido el sábado a los invitados especiales en el Salón Circular del NH Gran Hotel Provincial. El pasaje del glamour a lo popular, luego, fue a través de la alfombra roja por la que se trasladaron los invitados al Auditorium para participar en el acto oficial de apertura. En ese recorrido, una multitud de locales y visitantes del fin de semana largo, que ya habían apreciado a la Orquesta Infanto Juvenil del Municipio, pudo avistar y vivar a sus favoritos. También gozaron de fuegos artificiales, que comenzaron con la aparición de Viggo Mortensen, sobrio, con una remera negra en la cual decía “San Lorenzo”. Justo, esa tarde había sido aplastado por Atlético Rafaela.

Fue muy ovacionado Diego Olivera, y se aplaudió a Juan Palomino, de vincha roja, y a las actrices Virginia Innocenti y Soledad Villamil. Hubo manifestaciones de simpatía para Lito Cruz y un reconocimiento especialmente caluroso para Alberto Ajaka: trabaja en “Guapas”. Es el efecto tele.

En el escenario del Auditorium hubo sólo cuatro discursos y ningún número artístico, por fortuna. La animadora Federica Pais ofreció una detallada reseña y en su exaltación, al mencionar a Augusto Roa Bastos lo convirtió en “peruano” (hay una sección dedicada a las películas con guión del escritor paraguayo, entre ellas las maravillosas “Shunko” y “Alias Gardelito”, de Lautaro Murúa).

El intendente Gustavo Pulti (aplausos tibios y un par de silbidos), con orgullo, recordó que habían llegado 130.000 turistas y lo relacionó con el festival. Tal vez no miente, a juzgar por las colas en los cines. También habló Fernando Spiner, director artístico del festival, y luego Lucrecia Cardozo, presidente del Incaa, para destacar las políticas de Estado que provocaron “esta etapa floreciente del cine argentino”. El más aclamado fue el venerable don José Martínez Suárez, presidente de festival, por primera vez con bastón, cuya popularidad es total: cada una de sus ocurrencias inmediatamente es respondida con una ovación.

Luego de los momentos de exitismo asfixiante, como premio llega la película, según marca la tradición. Debe ser un bocado especial, fuera de concurso, y una primicia. A veces se discute, porque se considera que se elige un film inapropiado para las circunstancias. Esta vez la selección fue muy acertada: el “Pasolini” de Abel Ferrara. Ambos, se recuerda, fueron invitados del festival. Pasolini vino en 1970 con María Callas a presentar “Medea”, y Abel Ferrara estuvo en 2006.

No parece casual la opción del director norteamericano, ya que es fácil sospechar afinidades con el novelista, poeta, cineasta y ensayista que hacía temblar la cultura italiana. No es una biopic, sino un retrato logrado mediante la crónica de los últimos días que culmina con la trágica muerte de Pasolini en la playa de Ostia.

Ferrara trabaja en un terreno difícil: a través del cine intenta acercarse a la instancia en que la imaginación desbordante del creador, sus fantasmas y las turbulencias de su intelecto, se encuentran con la forma artística. En este caso, a través de la novela que estaba escribiendo y la película que tenía en mente.

Va acompañado con pasajes de la intimidad en la casa de la madre, los amigos, entrevistas y la relación con marginales. La muerte violenta se aleja de otras especulaciones y su hipótesis es la más trágica, la del crimen casual, tal vez inconscientemente buscado en esa sociedad violenta acerca de la cual Pasolini alertaba a los italianos.

Willem Dafoe es el intérprete ideal y la inclusión de Ninneto Davoli como sí mismo resulta un hallazgo.

EL LITORAL

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lunes, 24 de noviembre de 2014

Apertura con el “Pasolini” del director Abel Ferrara

Producción EL LITORAL argentino ®