Chile y Uruguay con mejores escenarios

Más desempleo y menos gente que trabaja o busca hacerlo en el país

  • La tasa de desempleo no crece porque hay menos gente buscando ocuparse. Si esto último no sucediera, el país ya tendría más de 10 % de desocupación incluso para el Indec.
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Las cargas sociales superan el 50 % del salario de bolsillo. Ese alto costo en un contexto económico restrictivo, desalienta el empleo formal según Idesa. Foto: Archivo El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

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Instituto para el Desarrollo Social Argentino

“El Indec reportó que la desocupación aumentó y la participación laboral cayó”. El informe de Idesa -que preside el economista Osvaldo Giordano- propone que “las autoridades económicas argumentan que el incremento de la tasa de desempleo no es importante y que no son claros los motivos detrás de la caída en la tasa de participación.

“Sin embargo, la comparación con países vecinos sugiere que la Argentina sufre una severa carencia de empleos. Para revertir esta situación se necesita no sólo reactivar la producción sino también replantear las políticas vigentes que desalientan la creación de empleos y promueven la inactividad laboral”.

El documento señala que “la tasa de desempleo según fuentes oficiales creció desde el 6,8% en el 3º trimestre del año 2013 al 7,5% en igual período del 2014. Aunque todo incremento en la tasa de desocupación es una señal negativa, no hay que perder de vista que este nivel no es muy diferente al observado entre los años 2010 y 2012 cuando la actividad económica atravesaba un dinamismo que contrasta con el estancamiento actual.

“Más relevante es la caída en la tasa de participación laboral. Es decir, la proporción de gente que trabaja o que busca activamente un trabajo. En el 3º trimestre del 2014, la participación laboral cayó al 44,7% de la población total, cuando un año atrás era de 46,1%. Cabe precisar que el nivel promedio de participación laboral en la última década fue del 46% y en ningún año había caído por debajo del 45%”.

Comparación

Idesa plantea que “una forma de dimensionar el significado de estos indicadores laborales es contrastándolos con los registrados en los países vecinos. Según los institutos de estadísticas oficiales de cada país, se observa que en Argentina, el 44,7% de la población total es económicamente activa y la tasa de desempleo es el 7,5% de ella”.

Advierte en comparación que “en Chile, el 46,8% de la población es económicamente activa y la desocupación afecta al 6,7% de ella. Y en Uruguay, el 50,6% de la población total es económicamente activa y la tasa de desempleo es el 6,2% de ella.

“Estos datos -subraya- muestran que en Argentina hay una menor proporción de gente que busca empleo (menor tasa de participación) y aún así es más alta la proporción que no puede conseguirlo (mayor tasa de desempleo). Es una evidencia de que en Argentina hay mayores déficits de empleos. La tasa de desempleo es superior a la de Chile y Uruguay cuando el porcentaje de gente que se vuelca a participar del mercado laboral es inferior”, concluye.

El dato

Santa Fe

  • El análisis de Idesa coincide con los números del Indec para el Gran Santa Fe: hay menos gente buscando trabajo. La Tasa de Actividad -que es el porcentaje de población que tiene o busca ocupación- era del 44,4 % respecto del total de habitantes del aglomerado en el segundo trimestre del año, y bajó a 43,6 % en el tercer trimestre. Eso representa a unos 3.200 santafesinos que -desalentados por falta de expectativas- salieron del mercado del trabajo y “achicaron” la Población Económicamente Activa en la capital provincial y sus poblaciones vecinas.

Las causas

  • Señalan los autores del informe que “los funcionarios nacionales sostienen que la caída en la tasa de participación laboral es una decisión voluntaria de gente que prefiere dejar de trabajar o buscar un empleo porque prioriza otras actividades (estudio, ocio, esparcimiento)”.

Que “es difícil pensar que ésta sea la motivación justo cuando se estanca la actividad económica y los ingresos de las familias se deterioran por la aceleración de la inflación. Más consistente parece la idea de que mucha gente dejó de buscar empleo porque percibe que son escasas las probabilidades de conseguir uno.

“Si se asume que la mayor parte de estos nuevos inactivos son desocupados desalentados, la tasa de desempleo no sería del 7,5% sino que se ubicaría por encima del 10%, un nivel muy superior al de hace algunos años”.