El Día de los Muertos

Pueblo chico, infierno propio

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Un ignoto policía pueblerino (a cargo de Gil Navarro) debe encargarse de resolver las desapariciones sangrientas de tres jóvenes. Foto: Gentileza producción

 

Rosa Gronda

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“Día de los Muertos” es una historia saturada de conflictos y misterios que, con pequeñas variantes, se planta en ese subgénero de terror conocido como “slasher”, un anglicismo derivado de la palabra slash (cuchillada), que tuvo su auge bien entrado los setenta, con películas como “Halloween” (1978) de John Carpenter. La trama simple, efectos especiales mínimos y la potente combinación de violencia y sexo hizo que este tipo de filmes fueran fáciles de hacer, además de atraer a una gran audiencia que hacia el final de los ochenta recayó, hasta revivir con una nueva generación de directores y público a mitad de los noventa, cuando surge la película “Scream” (1996), de Wes Craven, que fue un éxito comercial y cinematográfico.

En nuestro país, aunque sin alcanzar la masividad de las producciones hollywoodenses, el cine de terror argentino viene sumando títulos como “Sudor frío” (2010) de Adrián García Bogliano y los del persistente realizador formoseño Ezio Massa, entre otros jóvenes entusiastas del género y sus variantes. “Día de los Muertos” es el cuarto film de Massa y revela la intención de que una parte importante de la trama trascienda el contenido de una “slasher”, para lo cual parte del peso de la trama se carga en la relación de dos hermanos enamorados de una misma mujer (como en “La intrusa”, de Borges). No es ésa la única referencia literaria, ya que dos citas de los “Proverbios del Infierno” de William Blake figuran en los créditos iniciales. También se evidencia en los responsables del guión (el mismo director y el periodista Sebastián Tabany) la intención de sumar diferentes tópicos del género fantástico, el thriller psicológico, el policial y hasta el drama familiar, aunque en el desarrollo, éstos sean apenas ingredientes que no cuajan coherentemente.

El argumento gira en torno de una leyenda macabra donde gravita el ambiente de un pueblo perdido en el mapa y dividido en dos partes separadas por un bosque tenebroso. La película arranca la mañana siguiente al Día de Difuntos, con un adolescente aterrorizado que corre desnudo y ensangrentado por la ruta lindera a la zona de temibles leyendas. En estado de shock no pueden sacarle una palabra acerca de lo ocurrido, pero la policía lo identifica como el hermano menor de un integrante de la institución. Así conocemos a los hermanos Elías y Santiago, con una conflictiva relación entre ellos, que deberán dejar de lado para resolver el enigma de otras desapariciones: los tres amigos del primero, cuya sangre las pericias identifican como la que cubría el cuerpo de Elías.

La doble responsabilidad de resolver el caso recaerá en el hermano policía (a cargo del Gil Navarro) quien en compañía de un ayudante eficaz deberá introducirse en el centro del misterio.

De la idea y su desarrollo

La sustanciosa historia se irá construyendo a través de flashbacks que mostrarán a los hermanos de niños, escuchando la maldición que acecha en el bosque en víspera del Día de Difuntos, cuando una loba llega al pueblo para arrasar con perros en celo y finalizar en una matanza humana. Como en “Sudor frío” de G. Bogliano, el guión abunda en citas literarias y guiños simbólicos, además de sostenerse en una banda sonora de prestigiosos nombres, aunque la simple proximidad no implica que haya ósmosis. Queda clara la aspiración de no ser solamente un film de terror en la mezcla de elementos genéricos y la intención de explicaciones sociológicas (como el serradero inactivo que antes se nutría del bosque fantasma). Y hasta posibilita una lectura de género vernácula ultramisógina, donde las tentaciones y peligros como en el relato de Adán y Eva remiten a una culpa femenina, mientras que las “slasher” que siempre han sido acusadas de machistas, al menos subrayan el papel de una heroína o “final girl” que vence mediante inteligencia y astucia a su contraparte masculina.

Entre desprolijos encuadres no convencionales o angulaciones pronunciadas en planos, que obedecen más a lo psicológico que a lo meramente estético, la película trabaja diferentes tiempos y líneas narrativas pero no logra ser convincente en la mayoría de sus resoluciones.

Al pasar de las ideas a su desarrollo, es cuando la promesa inicial de profundo misterio se diluye y disgrega en distintas líneas que no terminan de integrarse mientras la película pierde potencia entre diálogos desnivelados (algunos trabajados y otros pobremente improvisados) y personajes desaprovechados, como ese narrador de leyendas, con mucho de indómito cowboy, que -como la película- promete más de lo que da.

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DÍA DE LOS MUERTOS

Origen: Argentina, 2013. Dirección: Ezio Massa. Elenco: Juan Gil Navarro, Agustina Lecouna, Carlos Kaspar, Nicolás Alberti, Germán Baudino, Galit Gurovich, Matías Firenze, Fernando Roa, Julio Zarza y Chucho Fernández. Guión: Sebastián Tabany y Ezio Massa. Fotografía: Leo Val. Edición: Paula Rossini y Ezio Massa. Distribuidora: Primer Plano. Duración: 90 minutos. Apta para mayores de 16 años. Se exhibe en Cinemark.