Una situación peligrosa

Tensión racial y graves disturbios en EE.UU.

32-2589258_1.jpg

Un bombero circula frente a una pizzería en llamas en Ferguson, epicentro de los peores disturbios raciales en Estados Unidos desde hace varios años. Foto:efe

 

Agencia EFE

Al menos 29 personas fueron detenidas y se han requisado numerosas armas de fuego tras los tiroteos, saqueos e incendios ocurridos esta madrugada en Ferguson, en las protestas por la decisión judicial de no imputar al policía blanco que mató a un joven negro en esa ciudad de Misuri.

La decisión del gran jurado de no acusar por falta de pruebas al agente blanco Darren Wilson por haber disparado y matado el pasado 9 de agosto al joven negro Michael Brown desató esta madrugada los violentos disturbios, mientras otras grandes ciudades estadounidenses se solidarizaron con protestas pacíficas.

En una improvisada rueda de prensa, el jefe local de Policía, Jon Belmar, dijo hoy que los disturbios eran aún más graves que los ocurridos en agosto pasado, aunque se felicitó de que nadie hubiera resultado muerto, según la edición digital del diario local St. Louis Post-Dispatch. “Estoy francamente desolado”, añadió Berlmar al describir el escenario de las protestas.

Belmar explicó que él y el capitán de la Patrulla de Policía estatal Ron Johnson tuvieron suerte no de ser alcanzados, dada la intensidad de los disparos en algunos de los lugares que visitaron durante la noche.

Indicó que había escuchado al menos 150 disparos y admitió que los oficiales evitaron situar a agentes en los bloqueos de carreteras por la intensidad del fuego de armas. Dos coches-patrulla fueron incendiados, según el recuento provisional de daños realizado por el diario local, que añade que además de varios negocios quemados, al menos doce coches de un concesionario fueron incendiados. La tienda de una estación de servicio próxima también fue quemada, agregó el diario.

Precisiones

Los vehículos y edificios en llamas, con comercios saqueados y enfrentamientos entre manifestantes son un nuevo episodio de la ola de disturbios raciales que desató el verano pasado en Ferguson, tras la muerte de Brown.

Estas localidad, en San Luis, estaba desde la semana pasada bajo máxima alerta, con el FBI y la Guardia Nacional preparados para intervenir si las protestas derivaban en graves disturbios.

El estallido de la violencia era precisamente el escenario que habían pedido evitar los familiares de Brown que, a pesar de estar “profundamente decepcionados” por el fallo judicial, dijeron en un comunicado que “responder a la violencia con violencia no es la respuesta”. Las protestas trascendieron Ferguson y se extendieron a Nueva York, Chicago, Los Ángeles, Washington DC, Oakland y otras grandes ciudades del país, con un tono fundamentalmente pacífico salvo algunos incidentes aislados.

En la capital, más de 300 personas pidieron “justicia” frente a la Casa Blanca, mientras que la Policía activó protocolos especiales por temor a disturbios.

Tras escuchar la versión de 60 testigos, el gran jurado decidió que no existe “causa probable” para imputar al agente, que el 9 de agosto disparó en repetidas ocasiones al joven de 18 años, desarmado, en circunstancias por esclarecer.

La reacción de la población de color de Ferguson (Misuri) se produjo luego de la decisión judicial de no imputar al policía blanco que mató a un joven negro en agosto pasado. Hubo tiroteos, incendios y saqueos. La violencia se trasladó a otras ciudades.

Pedido

  • El presidente Barack Obama, en un discurso no previsto desde la Casa Blanca, llamó a la calma y pidió “contención” a manifestantes y agentes. Ya para entonces los disturbios había llegado a Washington DC y Nueva York.