Señal de ajuste

A la ficción volvió la yuta

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Facundo Arana y Romina Gaetani son los protagonistas de la nueva tira de Pol-Ka. Foto: Gentileza El Trece

 

Roberto Maurer

El género policial de acción siempre es observado desde la cautela por la televisión argentina, por falta de tradición, plata, especialistas y tecnología. Un beso es más barato y accesible que la explosión de un helicóptero, o una persecución a todo gas con tiros a discreción. No es casual que Pol-ka haya acabado de cumplir exitosos veinte años: cuando Adrián Suar incursionó en el policial, le fue bien. Y se puede citar a “Poliladron” y “099 Central”.

Pero es astuto y tiene una receta para adaptarse a las circunstancias. Acaba de estrenar “Noche y día junto a vos” (El Trece, lunes a viernes a las 21.45), donde el drama policial y la acción son administrados con una prudente ambición, compartiendo la responsabilidad de atraer al público con una pareja infalible, un gran amor y pasajes propios de “Locademia de policía” y “Grande Pá”.

TRANSGRESORES

En la apertura, se quemaron muchos cartuchos en un espectacular montaje paralelo de gran despliegue que sirvió para presentar a los protagonistas: Vico Villa (Facundo Arana) por tierra y por aire, con uso de autos, helicóptero y paracaídas, y Paula Pico (Romina Gaetani), a tiros en un gigantesco establecimiento vacío que recorre arma en mano hasta que una explosión la hace volar por el aire.

Ambos son policías transgresores y arrojados, que se conocen en el despacho del superior, un jefe corrupto, Guillermo Inchausti (Oscar Martínez), que los sanciona enviándolos a la Brigada 24. El jefe del lugar, bautizado “el purgatorio” (el ex galán Gabriel Corrado), no puede evitar ya no el caos de su descarrilado personal, sino que su dependencia sea una especie de programa cómico de la tele, donde sobresalen por su histrionismo Fabio Posca, el Puma Goyti y Marina Bellati. Si no hubieran pasado al Oriente Eterno, Porcel y Olmedo estarían ahí.

En esa dependencia también se encuentra la turbia Martina (Eleonora Wexler), infiltrada por el perverso Inchausti a pedido de ella, que quiere recuperar a un hijo de siete años, y que el comisario ha convertido en amante clandestina.

Y la parte de “Grande Pá” está constituida por las tribulaciones que le provocan a Facundo Arana sus tres hermanas (Brenda Gandini, Manuela Pal y Candela Vetrano) con las cuales vive y a las que mantiene, lindas, caprichosas y con novios.

VILLA Y PICO

A Vico Villa y Paula Pico, como siempre ocurre, primero los separa una antipatía natural, pero ya sabemos que luego serán arrasados por el vendaval de la pasión. Ambos ya habían envuelto en llamas a la pantalla en “Yago, Pasión morena”. Se tratan por el apellido, Villa y Pico, porque así se acostumbra en la policía y la secundaria.

A Facundo Arana le gusta jugar al intrépido y tal vez lo sea. En todo caso, se trata de un buen saltarín. En cuanto a la morocha Romina Gaetani nació para mujer policía, al menos en la tele, y basta con colocarle una 9 mm entre las manos y adorarla en posición de tiro, con el uniforme ajustado, el jean que usa, casi una calza, y su cuerpo robusto: se convierte en la chica sado de cualquier fantasía sexual de disciplina y dominación.