Barrio San Lorenzo

Madre y sus hijos heridos al quedar atrapados en medio de un tiroteo

Todos resultaron con impactos de bala en sus piernas. La mujer, de 52 años y su hijo de 16 fueron asistidos en el hospital Cullen. El más pequeño, de 10, recibió asistencia en el hospital de Niños.

Madre y sus hijos heridos al quedar atrapados en medio de un tiroteo

Fermina junto al pequeño Sergio. “En estos barrios las calles están ganadas por los delincuentes, y en cualquier momento comienzan los tiros”. Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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Ayer a la tarde Fermina Guadalupe Leones (52) había dispuesto todo para disfrutar de un paseo junto a sus siete hijos.

Con los pocos pesos que le reporta su pensión, la mujer decidió hacer una visita “al trueque”, que funciona en las instalaciones de la ex estación del ferrocarril Mitre.

Claro que jamás imaginó que al regreso de dicho paseo todos iban a vivir uno de los momentos más dramáticos de sus vidas.

La mujer, y los niños, quedaron en medio de los disparos que dos grupos de delincuentes realizaban en plena calle.

El infierno terminó de completarse cuando algunos de los chicos comenzaron a gritar acusando haber sido impactados por los proyectiles.

La situación le significó a Fermina una encrucijada de vida o muerte. Por un lado los disparos, y por otro la vida de sus hijos y la suya propia.

Acorralada, la mujer intentó poner a resguardo a los suyos. Para ello los instó a correr y a alejarse en la dirección opuesta de donde provenían los disparos. Presa de la desesperación propia del momento, Fermina estuvo a punto de caer dentro de una zanja.

Pensé lo peor

Ya un poco más tranquila, este mediodía Fermina nos recibió en su domicilio de barrio San Lorenzo, donde descansaba junto al resto de su familia.

Consultada sobre lo ocurrido, la mujer recordó que “eran cerca de las 19.30 y nosotros regresábamos del trueque del ferrocarril Mitre. Veníamos caminando por calle Uruguay y al llegar al cruce con Roque Saénz Peña vemos a unos muchachos corriendo.

De pronto sentí que algo me pegó en la pierna. Yo creí que era una piedra, pero enseguida me dí cuenta de que era un tiro.

Eran un montón los que se tiraban, todos “guachos” de acá.

El que primero recibió un tiro fue mi hijo más grande, Carlos Nicolás. Después me pegaron a mí y por último al más chiquito, Sergio Eduardo, de 10 años.

Todos salimos corriendo. Yo casi me caigo en una zanja. En esos momentos pensé lo peor. Creí que nos iban a matar a todos”.

Vivir con miedo

Más adelante Fermina narró que “al rato llegó la policía pero todos los vecinos ya estaban muy enojados. Había 5 ó 6 patrulleros además de la Guardia de Infantería. La gente les reprochaba su falta de acción.

Les gritaban “ustedes no van al pasillo, porque tienen miedo. No se meten con esos rufianes ni con otros delincuentes que pululan por estos barrios. No sé... fue todo muy feo”.

“A mi hijo más chico lo cargaron en un patrullero para llevarlo hasta el hospital de Niños. A mí y a mi otro hijo, un remisero nos llevó hasta el Cullen.

“La verdad que vivir acá es un infierno. Las calles están ganadas por estos delincuentes que se mueven con absoluta libertad e impunidad. Se tirotean entre ellos o directamente le tiran a cualquiera. Ellos no tienen problema. No les importa si hieren o matan a algún inocente”, sentenció.

62 chicos heridos de bala en el año

  • En lo que va del año, ingresaron al Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia 62 niños con heridas de armas de fuego, según datos proporcionados por el efector a El Litoral.

La cifra es creciente al compararse con los totales de 2011, 2012 y 2013 ya que en esos años las cifras fueron de 41, 51 y 53, respectivamente.

Cuando resta casi un mes completo para concluir el año, se alcanza un nuevo y triste récord.

Si bien en el Orlando Alassia los datos estadísticos no son discriminados teniendo en cuenta las circunstancias en que se producen los hechos, “son más frecuentes los casos de niños que son heridos en hechos de tipo accidental”, según reveló hoy el director del nosocomio, Dr Osvaldo González Carrillo.

En diálogo con este diario, el profesional explicó que tuvimos muchos casos de niños que resultaron heridos al manipular armas en sus casas o que fueron a cazar y se escapó un tiro, etc.”, indicó.

Por supuesto que también tuvimos registros de menores heridos tras quedar en el fuego cruzado de bandas o por estar presentes cuando particulares arreglan diferencias a los tiros.

Hace pocos días, se cumplió un año de la tarde en la que Serena Martínez, una chiquita de 7 años, recibió una bala perdida producto de un enfrentamiento de bandas en Alto Verde y la mató. La nena disfrutaba junto a un centenar de chicos de una despedida de año en el Club de Regatas. Hoy, un árbol plantado por otros chicos recuerda su memoria.

Pero los casos se multiplican y uno para consignar es el de Luciano Rubén Aquino (16) que el jueves 13 de noviembre salió de su casa en barrio San Lorenzo con la intención de comprar un alfajor. Un joven muy bueno, buen vecino que “no se metía con nadie”. Su absurda muerte provocó la indignación de vecinos que la emprendieron con la casa del supuesto tirador.

Mientras tanto, la violencia en los barrios no cede.

El dato

Grave

  • Permanece en estado crítico en el hospital Cullen un joven identificado como Edgardo Fernando Dusso, de 35 años, que ingresó cerca de la 1 de hoy desde Teniente Loza y avenida Santa Fe, con heridas de bala, por motivos que se desconocen. El muchacho quedó internado en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) de dicho nosocomio.