Unión planifica el futuro partiendo de las enseñanzas del pasado...

Subirse al trencito del Tio Leo

Más allá de las negociaciones, la continuidad de Madelón debería ser una cuestión de estado en Unión.

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El presidente habla y el técnico escucha. Tuvieron un buen diálogo —se nota—, coincidieron en todo y ahora negocian la continuidad. Foto: Pablo Aguirre

 

Enrique Cruz (h)

“Todos se olvidan de todo y de todos cuando hay un par de resultados negativos; ése momento, cuando llegan los resultados negativos, es cuándo los dirigentes tienen que mostrar que realmente están dispuestos a bancar un proceso”. La frase es de Darío Kudelka, el técnico de Unión del penúltimo ascenso. No lo dijo por Luis Spahn ni por el resto de los directivos de Unión. En realidad, el adiós de Kudelka estuvo más anticipado que la idea de explorar qué hay en Marte. Se veía venir como si se tratara de un tiro libre en la puerta del área con Maradona en su esplendor. La relación con el presidente estaba rota, se había desarmado un plantel exitoso cuando se lograron los 50 puntos en Primera y se equivocaron en la llegada de los refuerzos. Se hizo añicos un proceso exitoso y muy parecido al anterior de Trullet en el ascenso del 96, con una simple diferencia: la relación de los dirigentes de ese entonces con el “Cabezón” no había sufrido el desgaste que tuvieron con Kudelka. Pero el desenlace fue el mismo: ascenso de categoría, un buen primer año en Primera y un proceso que se interrumpe por los malos resultados y las equivocaciones a la hora de mantener o potenciar planteles.

Los dirigentes de Unión se habían entusiasmado con el perfil de Facundo Sava: técnico joven y con ideas ofensivas. Le dieron un plantel desjerarquizado, sumó algunos triunfos en Primera y ganó el clásico. La idea original de permitir su continuidad no estuvo mal, Sava se lo merecía porque vino a Santa Fe a irse al descenso. Pero todo lo que insinuó con su planificación ofensiva y con el arco de enfrente como contínua búsqueda, se terminó desintegrando por el marcado desequilibrio que tenían sus equipos. Se terminó yendo y a algunos dirigentes, especialmente a Marcelo Martín que lo conocía de otros tiempos, les surgió la idea de buscar a Madelón. No dejó de ser una apuesta. Leo venía de irse al descenso con Rosario Central y ya había quedado lejos en el tiempo aquél gran torneo que hizo con Olimpo. Su experiencia anterior en Unión no había sido buena en cuanto a resultados, pero se recuerda aquél equipo por su permanente vocación y búsqueda del buen juego.

Muchos lo miraron de reojo y ni siquiera el guiño histórico de aquel “Madelonazo” del 89 alcanzaba, en esos casos, para generar una corriente de confianza. Brown de Adrogué le dio un cachetazo de nocaut en una mañana dominguera que frustró la mínima chance de pelear el ascenso. Sirvió para que Leo hiciera un diagnóstico acertadísimo de la realidad del equipo: necesitaba goles y juego. Se pusieron a trabajar con Spahn y la pegaron en todos los refuerzos que trajeron. Vinieron tres delanteros que sumaron 21 goles, dos volantes que le aportaron fútbol, repatriaron a verdaderos tatengues que se pusieron la camiseta y fueron líderes del vestuario, más los dos o tres aciertos del técnico en el descubrimiento de valores relegados y a los que había que poner en la cancha para que explotaran.

Unión repite los procesos, para bien y para mal. Los últimos tres ascensos, fueron con hombres de la casa. Trullet y Kudelka más compenetrados con el origen, con las raices. Fueron dos hombres casi formados como técnicos en el club. Madelón es diferente. Aprendió a querer a Unión a partir de aquel fuerte e histórico logro conseguido. Se hizo símbolo del club. La gente le enseñó el camino del amor mutuo por una institución. Y Unión se hizo muy grande y muy sentido en él. Lo demostró en este retorno lleno de gloria. “Presidente, tengamos bien a los jugadores y a mi gente, yo voy a la cola a la hora de cobrar”, le dijo a Spahn. Y así fue. Spahn no le va a fallar y Madelón va a cobrar lo que le corresponde y que se ganó con sobradísimos méritos. Pero es lógico, justo y natural que ahora pretenda actualizar un contrato de la B a otro de Primera. Y que también quiera un salto de calidad, aunque en este punto la coincidencia debiera ser total en Unión y no una simple expresión de deseos del entrenador.

Decía recién que Unión repite los procesos, para bien y para mal. Ascendió con tres tipos bien metidos en el riñón del club. Pero no se pudieron solidificar los procesos. No agrego a Pumpido en los inicios de este nuevo siglo, porque con Nery no se ascendió. Pero fue otro proceso que tuvo cierta prolongación en el tiempo pero no se pudo afianzar debidamente. Spahn ya ha tenido la experiencia de Kudelka. Por eso valen aquellas palabras de Darío del principio. No sólo para bancar momentos de malos resultados, sino para darle bases seguras a la continuidad de un proceso.

Spahn y la dirigencia no estaban convencidos de la continuidad de Kudelka después de los 50 puntos en la A, pero se sintieron obligados a dejarlo. Fue el combo letal para un tremendo error que terminó en el descenso. No por el hecho de haber dejado a Darío, quien se merecía con creces la continuidad. Sino por no haber estado convencida, la dirigencia, de planificar en conjunto y de apoyar de verdad. Se hizo todo por conveniencia o por obligación pero no por convicción. Se pareció mucho más a esos “proyectos” deportivos en los que aparecen los jugadores del club “salvando las papas” porque no queda otra y no porque exista un convencimiento de apostar a ellos como proyecto. Aquella vez no se dio con los jugadores, sino con el DT. Y así terminó todo: la historia se acabó a los cinco partidos, tras el armado de un plantel desjerarquizado por completo y una sucesión interminable de derrotas.

Spahn está ahora ante otra situación en la que dispone de elementos y de experiencia suficiente para tomar decisiones. Madelón debe seguir y creo que va a seguir. Hay deseos de permanencia generalizada. La gente también se pronunció: “Que de la mano, de Madelón, todos la vuelta vamos a dar”, cantó con insistencia en los últimos dos partidos. Los muchos escépticos de antes ya son muchísimos menos. Hay un base armada y con “hambre”, como la que tuvieron aquellos del 96 y el 2011. Muchos puntos de coincidencia como para aprender de los errores y potenciar los aciertos. Creo que Unión está en una buena plataforma de lanzamiento. El presidente, más involucrado en estos últimos tiempos con la necesaria cercanía al plantel (recordar aquella charla antes de jugar en Tucumán), debe confiar y respaldar. Crecieron todos en Unión. El técnico, la fortaleza del grupo, la mística interna y también los propios dirigentes, ya con más tiempo en el club y aprendiendo de los fracasos. Spahn no puede repetir la historia reciente. El lo sabe más que ninguno.

Subirse al trencito del Tio Leo

El sensacional recibimiento que se le tributó al plantel de Unión a su regreso de Paraná, tras el último partido contra Patronato. La ciudad no durmió hasta las 4 de la mañana. Foto: Gentileza Prensa Unión

 

Spahn quiere acelerar el arreglo

El presidente Luis Spahn estuvo el jueves en Buenos Aires pero dicen que no se reunió con Cristian Bragarnik, el representante de Madelón. De todos modos, el titular tatengue no quiso esperar y avanzó el viernes con un nuevo encuentro con el técnico en Casasol. La situación no está definida y hay puntos por arreglar, pero lo bueno es que tanto desde el punto de vista de la dirigencia como del propio cuerpo técnico, la idea de seguir está. Aunque primero deberán definirse algunos aspectos.

Anteanoche, cuando el plantel trabajaba en el campo de juego de Patronato con el profesor Lisanti en los movimientos precompetitivos, Madelón y Czornomaz salieron del calor abrumador del vestuario y se fueron a conversar en la parte trasera de una de las tribunas. Lo hicieron un buen rato. Czornomaz escuchó y preguntó; Madelón habló. Por ahí, quién sabe, Leo le contó al Pirata algunos puntos conversados con el presidente Spahn en la búsqueda de un entendimiento.

No es ningún pecado decir que hay que ver lo económico. Madelón dijo que resignó dinero; en todo caso, fue a la cola a esperar que primero cobre el plantel y luego él. No le molestó. Y piensa, con razón, que si bien Spahn “patalea” por un reparto del dinero de la TV que no le cierra y que pone a Unión y a los otros nueve que asciendan en una posición desventajosa con relación al resto, el ascenso le va a dar chances económicas al club para reforzar el plantel y para arreglar el contrato del entrenador.

A Madelón se le debe y, además, hay que actualizarle un contrato que se celebró hace un año, que vence en junio y que fue redactado cuando no se sabía cuál iba a ser el destino final del torneo de 30 equipos y de la vuelta al año deportivo calendario.

No creo que a Leo se le “suelte la chaveta” con lo que pida ni tampoco con los refuerzos que solicite. Armó una buena base. La armaron con un presidente que se puso a tono en lo futbolístico y, entre ambos, acertaron en todo. Sería bueno que la receta se repita. Bueno y saludable.

Se habla en Buenos Aires de un cachet mensual de cerca de 1,5 millones para los clubes que asciendan. Se está hablando de más de 12 millones de pesos al año (Grondona les había dicho a todos, antes de su muerte, que los clubes que asciendan se iban a tener que arreglar con los 5 millones que perciben actualmente) que motivan la “ira” de Spahn, quien espera 30 millones de la tele para que los números le cierren definitivamente. Pero lo primero debe ser arreglar con el entrenador. Y por eso, Spahn se ha puesto manos a la obra y quiere definirlo cuánto antes porque, además, se debe arreglar el tema de la pretemporada (Madelón insiste en hacer una parte de la misma afuera de la ciudad y surge nuevamente la chance de Mar del Plata, entre otros lugares) y comenzar a negociar los refuerzos, que no serán muchos pero que le darán un salto de calidad deseado por todos.

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Un partido clave en la campaña: la victoria ante Atlético Tucumán en la segunda fecha. Fue el primer triunfo de visitante. Madelón dialoga con su ayudante y amigo, el Pirata Czornomaz. Foto: José Díaz Romero

El dato

SADRA

El Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina (SADRA) Seccional Santa Fe Capital informa que el próximo miércoles 10 de diciembre se llevarán a cabo las elecciones generales y de la Seccional. Las mismas se desarrollarán de 12 a 16 en la vecinal Roque Sáenz Peña, situada en calle Juan de Garay 3998 de la ciudad de Santa Fe.

En cifras

9

Goles

Son los que marcó Aleman en este campeonato con la camiseta de Arsenal. Además del doblete final frente a Rafaela, le convirtió a Boca, Gimnasia de La Plata, Godoy Cruz, Independiente, Lanús, Newell’s y Olimpo de Bahía Blanca. En este semestre, además de los 9 goles, jugó con la camiseta de Arsenal de Sarandí los 19 partidos del campeonato para el once de Palermo. Fue uno de los mejores del torneo. Su pase es de Unión y Arsenal tiene la posibilidad de la opción.