Naturaleza y diversión para toda la familia

 

Naturaleza y diversión para toda la familia

Esta cascada (Horshoe Falls), la más importante de un grupo de tres, está del lado canadiense. Está situada a unos 236 metros sobre el nivel del mar.

Para muchos, Niágara -una ciudad distante a 100 kilómetros de Toronto- es una especie de mini Las Vegas o Nueva York, donde siempre hay algo por hacer y -tanto en invierno como en verano- recibe a miles de turistas. Casinos, parque de diversiones y paseos en ferry por las bellezas naturales de sus cataratas la convierten en un lugar único para disfrutar en familia.

 

TEXTOS Y FOTOS. JOSÉ ZENCLUSSEN ([email protected]).

Si uno decide llegar a Canadá vía Toronto hay algo que no puede dejar pasar. A tan sólo una hora de viaje y bordeando el Lago Ontario se llega a las Cataratas del Niágara (Niágara Falls), una de las bellezas naturales más impactantes del mundo.

Si bien se puede llegar en auto -los alquileres en su opción mas económica no bajan de 60 dólares- dado que la excelente autopista de cinco carriles (Queen Elisabeth Way) se encuentra en gran parte del trayecto hasta la ciudad de Hamilton, es preferible contratar alguno de los excelentes tours (unos 90 dólares) que parten desde el centro de la ciudad e incluyen servicio puerta a puerta, degustación de vinos en viñedos de la zona de Niágara on the Lake y un paseo en ferry por las cataratas.

A pesar de que los guías del tour sólo hablan inglés, la ventaja principal radica en conocer la historia, cultura y el potencial económico que posee esta rica zona canadiense. La reserva -que se hace únicamente vía web- te da la posibilidad de abonar la visita en la propia oficina de la empresa, antes de iniciar el viaje que insume todo el día o, incluso, si el tiempo no es el mejor, poder cancelar el viaje sin costo alguno.

El recorrido en bus cuenta con cuatro paradas antes de llegar a las Cataratas del Niágara. El primero de ellos es en el helipuerto cercano a la ciudad de Saint Catharines, donde existe la posibilidad (por 50 dólares más) de recorrer los canales, viñedos y la belleza natural de las cataratas desde un helicóptero.

DEGUSTACIONES

Para aquellos que opten por seguir camino por tierra, la segunda parada incluye una visita al tradicional viñedo Wine Boutique, uno de los más importantes de la región. En esta visita, el turista tiene la posibilidad de degustar las diferentes variedades de vino que se producen en la zona, a un costado de la plantación y adquirir no sólo vinos de excelente calidad sino también productos regionales -salsas, dulces y mermeladas- de la región de Ontario.

Vale destacar que en la península de Niágara, que incluye desde la ciudad de Saint Catharines hasta el pueblo de Niágara on the Lake, hay más de 30 viñedos. Uno de los más famosos que también pueden visitarse es Inniskillin. Allí se produce vino de hielo, que se vende en más de 59 países.

Si bien puede degustar y comprar ice wine durante todo el año, uno de los mejores momentos para hacerlo es durante el Ice Wine Festival que se realiza por estos días en la ciudad de Niágara. Por 30 dólares canadienses se puede adquirir un pase que le dará derecho a seis degustaciones de vinos en los bares de hielo que las bodegas montan para el evento, junto con su respectivo maridaje. El festival incluye -además- charlas dirigidas por sommeliers y expertos en el tema del vino, aunque para aquellos que no hablen perfecto inglés lo más recomendable es disfrutar de la degustación y las actividades recreativas que se preparan para la ocasión.

BIEN BRITISH

La tercera etapa del tour comienza al abordar el Niágara Stone Rd. y, tras abandonar el paisaje rural, se llega a un pequeño pueblo de maravillosa arquitectura londinense: Niágara on the Lake. Situada en la orilla sur, donde confluyen el Río Niágara y Lago Ontario, la encantadora ciudad es conocida por su aclamado Shaw Festival, sus destacadas bodegas y su estructura británica.

Su zona rural atraviesa hermosos paisajes, que constituyen un entorno perfecto para el cultivo de uvas, lo que la convierte en la principal región de vinicultura de Canadá.

Muchos lo consideran el pueblo más “británico” del país. Su arquitectura, bares, museos y atractivos naturales merecen conocerse a pie, andando en bicicleta o sentándose en unos de los tantos bancos que ofrece Simcoe Park, frente al tradicional y exclusivo Prince of Wales Hotel.

Este poblado toma el nombre, en 1880, como una denominación que ayudará a diferenciarse de las Cataratas del Niágara, algo que solía prestarse mucho a la confusión. Durante los meses de abril a noviembre se desarrolla el evento cultural de la ciudad: el Shaw Festival -dedicado a George Bernard Shaw-, en el que se despliegan todas sus obras del período 1856-1950 en los tres teatros que posee el pueblo.

Si bien los guías del tour solo habilitan recorrer la ciudad en tan sólo una hora, Niágara on the Lake es uno de los sitios históricos más fascinantes de la región de Ontario y lo más significativo es que aún conserva todo el encanto del siglo XIX y la atmósfera victoriana de aquellos primeros colonos ingleses.

SIN TIEMPO PARA EL ABURRIMIENTO

Luego de dejar atrás la magia del pueblo más “británico” de Canadá, finalmente llegamos a la atracción principal de la región de Ontario: las Cataratas del Niágara. Allí todos los años, miles de turistas hacen cola para obtener la mejor fotografía con las cataratas Horshoe de telón de fondo, la caída más majestuosa de todas.

El paseo comienza en unos ascensores que descienden más de 150 metros a través de las rocas y de unos túneles a dos plataformas, desde donde se tiene una vista única de las cataratas. Allí se toma el ferry que realiza un viaje único a través del Río Niágara, con impactantes acercamientos tanto en la parte americana como en Horshoe Falls.

Además de su majestuosa belleza natural, las cataratas del Niágara ofrecen diferentes alternativas para toda la familia, que incluyen desde casinos y salas de juego hasta museos y un parque de diversiones.

A lo largo de Clifton Hill -la calle más importante de la ciudad- se encuentran en pocos metros cientos de alternativas. Entre ellos, el Movieland Wax Museum; el Criminal Hall Of Fame; el Museo Guinness World of Records; Castle Dracula Wax Museum; teatros 4D; el Dinosaur Park Miniature Golf y la clásica Niágara SkyWheel.

Esta famosa “vuelta al mundo” es un verdadero ícono de Niágara Falls desde donde se obtiene una increíble vista de las cataratas y los parques estatales que la rodean. También en esta zona existen restaurantes, pubs, cafés, pequeñas dulcerías y cientos de Gift Stores.

ATRACCIONES LAS 24 HORAS

Para muchos, el lado canadiense de las cataratas del Niágara es una mini Las Vegas o Nueva York. Una ciudad que nunca duerme, donde siempre hay algo por hacer y todo el año recibe a miles de turistas de distintas partes del mundo. Cada noche, las principales calles de la ciudad se llenan de lujosas limusinas y de miles de turistas ansiosos por visitar cada uno de sus casinos que ofrece Niágara.

Allí, el Niágara Fallsview Casino cuenta con una de las salas para apuestas más grandes del mundo, equipada con miles de máquinas tragamonedas, junto a mesas de póquer y Black Jack. En tanto, Casino Niágara también es un lugar ideal no sólo para apostar en grande sino, además, para disfrutar de una buena cena, música en vivo y divertirse en uno de los clubes de stand up que posee el casino.

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Las Cataratas del Niágara son las más voluminosas de América del Norte, dado que por ellas pasa toda el agua de los Grandes Lagos, que luego desembocan en el Río Niágara.

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Niágara on the Lake, una pequeña ciudad, es uno de los sitios históricos más destacados de la región de Ontario. Aún conserva la impronta de aquellos primeros colonos ingleses que fundaron el pueblo.

Parques

Para culminar de la mejor forma la visita a Niágara se pueden visitar los diferentes parques que la ciudad posee. Uno de los lugares más significativos es el Conservatorio de Mariposas, Oakes Garden Theatre o el Queen Victoria Park, que rodea las cataratas.

Junto a su riqueza natural, los parques del Niágara destacan por su importancia histórica. Caminando por ellos podrás ver más de 100 monumentos y placas que identifican los sitios históricos, eventos y personas importantes de la historia de la región.

El Niágara Heritage Trail invita a viajar en el tiempo y conocer cómo vivieron sus ancestros. Un tour que incluye paradas en el antiguo Fuerte Erie, el primer fuerte británico construido para dominar la zona, o en la casa de Laura Secord, una heroína canadiense de la guerra de 1812.