Obtuvo 149 bancas en el Parlamento

Grecia: la izquierda obtuvo un histórico triunfo y se alía con populistas de derecha

  • “Hoy hicimos historia”, señaló el líder de Syriza, Alexis Tsipras, que ante miles de seguidores en Atenas expresó además su disposición a negociar una salida al problema de deuda que enfrenta Grecia. “Desde mañana empieza el trabajo duro”.
Grecia: la izquierda obtuvo un histórico  triunfo y se alía con populistas de derecha

“Grecia no se someterá más al dictado de los acreedores”, sostuvo anoche un eufórico Tsipras. Foto: Agencia EFE

 

dpa

La alianza de izquierda Syriza, que prometió acabar con la política de austeridad adoptada en Grecia tras la crisis de deuda, ganó con el 36,1 por ciento de los votos las elecciones parlamentarias celebradas hoy en el país, tras el recuento del 99 por ciento de los sufragios (ver aparte).

“A partir de mañana comienza el trabajo duro”, manifestó. Tsipras aseguró además que está dispuesto a hablar con los socios de la Unión Europea (UE) sobre una “solución justa y practicable”.

“No habrá una pelea catastrófica”, aseguró el líder de Syriza, aunque agregó que Grecia no se “someterá” más al dictado de los acreedores internacionales.

El jefe de gobierno admitió por la noche la derrota y felicitó a Tsipras por su victoria electoral.

Samaras aseguró que “el pueblo griego habló” y que él lo respetará. Además dijo que en 2012 llegó a un país al borde de la catástrofe y logró atravesar la peor crisis de los últimos años.

“También hubo errores”, admitió. “Entrego hoy un país sin déficit y que es miembro de la Unión Europea”, señaló.

Tsipras, de 40 años, se podría convertir en el primer ministro más joven de la historia del país. En su primer discurso tras su victoria, dijo que quiere negociar directamente con los países que otorgan los créditos y que había pasado el tiempo de la troika integrada por el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Futuro inmediato

Los comicios de la víspera se consideraban decisivos para la permanencia de la endeudada Grecia en la eurozona. Tsipras quiere frenar el programa de recortes y lograr una quita de la deuda. Si no hubiera acuerdo en este aspecto, en el peor de los escenarios Grecia podría salir de la moneda común.

De todas formas, el líder de Syriza, que quiere poner freno a las privatizaciones, defiende la permanencia de Grecia en la UE y en la zona euro.

El país emergió de una recesión de seis años en noviembre, pero el desempleo continúa estando en cerca del 25 por ciento y la deuda pública se ubicó el año pasado en el 175 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Las elecciones adelantadas fueron decididas en diciembre, después de que Samaras fracasara por tercera vez en su búsqueda de apoyo parlamentario a su candidato a presidente.

En tanto, el Partido Popular (PP) del jefe del Gobierno español Mariano Rajoy se mostró hoy preocupado por lo que consideró “el triunfo del radicalismo de izquierda” en Grecia, aunque descartó la posibilidad de contagio en España.

Por su parte el líder del partido “hermano” de Syriza, Podemos, el profesor universitario Pablo Iglesias, aplaudió hoy la victoria de la coalición griega de izquierda y aseguró que 2015 será “el año del cambio”, también en España. El triunfo de Syriza marca “la cuenta atrás” para el gobierno de Rajoy, dijo hoy en un acto público.

La coalición con la derecha

dpa

La agrupación de izquierdas Syriza confirmó hoy que ha cerrado una alianza con el partido populista de derechas Griegos Independientes para formar un gobierno de coalición.

“Hemos llegado a un acuerdo”, dijo a dpa el portavoz de Syriza, Panos Skourletis, en Atenas.

Previamente había anunciado el pacto también el líder de Griegos Independientes, Panos Kammenos. “A partir de este momento ya hay un gobierno”, dijo Kammenos.

Tras el recuento del 99,9 por ciento de los votos, Syriza suma el 36,3 por ciento de los votos, lo que le da 149 diputados en el nuevo Parlamento, dos menos de los necesarios para la mayoría absoluta. Para formar gobierno hay que sumar al menos 151 diputados del total de 300.

El partido de derechas sumó un 4,8 por ciento de los votos y 13 mandatos. Durante la campaña, Griegos Independientes calificó al país como un Estado “ocupado” por la troika de acreedores. Su objetivo es anular el programa de rescate y no devolver el dinero a los acreedores internacionales.

El primer ministro designado, Alexis Tsipras, de Syriza, se reunirá esta tarde con el presidente del país, Karolos Papoulias, para recibir el mandato oficial de formar un gobierno. Y según anunció la televisión estatal, jurará su cargo esta misma tarde. El gabinete se anunciará como muy tarde mañana martes.

Nadie confiaba en una formación tan rápida de gobierno, pese a que Tsipras se había manifestado dispuesto a un rápido acuerdo. Sin embargo, ambos partidos sólo tuvieron un punto en común en la campaña, que es acabar con la política de ajustes impuesta al país heleno.

La constelación política se presenta por tanto complicada. Los Griegos Independientes hicieron proclamas nacionalistas durante la campaña y exigieron entre otras cosas la expulsión de los inmigrantes ilegales. Por el contrario, Syriza se pronunció a favor de una mayor inmigración. Los une la oposición a la política de la “troika” formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y su exigencia de una condonación de parte de la deuda griega.

Grecia necesita tener cuanto antes un gobierno en funciones porque hasta finales de febrero tiene que negociar con la troika un nuevo acuerdo. Sin nuevos créditos el país se quedaría sin fondos a mediados de año.

El país tiene una deuda pública de unos 320.000 millones de euros. La Unión Europea (UE) y el FMI han concedido créditos por unos 240.000 millones de euros.

análisis

por Takis Tsafos

“Magia”

El entusiasmo de las decenas de miles de simpatizantes y miembros del partido de izquierda Syriza es enorme. Ondeando banderas de la agrupación celebran hasta el amanecer en Atenas y otras partes de Grecia la clara victoria del movimiento liderado por Alexis Tsipras, de 40 años.

También hay pancartas con los coloridos tonos de las facciones que componen Syriza: los trostkistas, maoístas, ecologistas, asociaciones de derechos de los homosexuales y sindicatos.

“Para nosotros estaba claro. Los conservadores nos han asfixiado. Ahora les hemos dado una respuesta”, afirma el maestro Vassos Kaparos, de 52 años.

Sus tres hijos están desempleados. Uno de ellos emigró hace un año a Holanda. En los últimos cuatro años perdió casi el 50 por ciento de sus ingresos. “Nunca fui un izquierdista”, dijo Kaparos. “Me han convertido en uno”.

El médico Spyros Karras, de 76 años, se muestra entusiasmado. Procede de una familia de tradición izquierdista y muchos de sus parientes fueron deportados durante la guerra civil (1947-1949) a la isla de Makronisos. Antes de las elecciones había abandonado su viejo sueño del comunismo.

Tsipras consiguió unir a la gente en torno a su persona, pero en muchos casos como una reacción de protesta. “No nos hacemos ilusiones, mañana seguirá sin haber trabajo para nosotros”, comenta la peluquera Annita Skeri, de 23 años y residente en el barrio ateniense de Patissia. Pero es una “dulce venganza” ver la cara del perdedor, el hasta ahora primer ministro Antonis Samaras, añadió. En su opinión, él es responsable de la “pauperización” del pueblo. ¿Será mejor con Tsipras? Skeri no lo sabe. “Pero no puede ser peor”.

Los griegos tienen claro que los problemas de su país no se irán de un golpe con la victoria de la izquierda. “Samaras se fue, Tsipras se queda”, dice un taxista en Atenas en la mañana del lunes. “Pero nuestros problemas también”.

También él votó a Tsipras, comenta, mientras en la radio del coche, sintonizada en la izquierdista “Sto Kokkino 105,5” suena la Internacional. “Bonita música”, se despide el conductor. “Pero no resuelve los problemas. A ver qué magia puede hacer Tsipras”.

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