Declaró por una fortuna oculta

Jordi Pujol, ante un juez y entre abucheos

dpa

Jordi Pujol, jefe del gobierno regional de Cataluña entre 1980 y 2003, declaró hoy como imputado ante un juez de Barcelona por la fortuna que durante 34 años mantuvo en paraísos fiscales, oculta al fisco de España.

Pujol, de 84 años, llegó al juzgado acompañado de su esposa, Marta Ferrusola, también imputada por fraude fiscal y blanqueo de capitales y quien se negó a prestar declaración.

Ambos fueron recibidos y despedidos con abucheos, bocinazos y gritos por un grupo de personas congregadas en las inmediaciones del edificio. Tres de sus hijos, también citados como imputados, habían llegado antes.

“Todo lo que tenía que decir, lo he dicho ante el juez”, respondió Pujol a los periodistas al abandonar el edificio tras declarar.

Cofundador de CiU, la alianza que gobierna actualmente la región del noreste de España, era hasta el estallido de este caso uno de los políticos más respetados en Cataluña y en el resto del país por su lucha contra la dictadura franquista, que le costó cárcel, su papel en la Transición y sus años de gobierno.

Ese prestigio se vino abajo cuando en julio confesó haber ocultado una fortuna en paraísos fiscales durante más de tres décadas y causó un terremoto político en medio del proceso independentista que lidera su delfín, el actual jefe del gobierno catalán, Artur Mas, frente a la oposición de Madrid.

Pujol no dio cifras y aseguró que se trataba de una herencia de su padre, pero sobre él y su familia se cierne la sospecha de que ese dinero sea en parte fruto de comisiones ilegales cobradas durante los más de 20 años que estuvo al frente del gobierno de la región del noreste de España. La Justicia investiga el origen tras las denuncias presentadas por formaciones políticas y sindicales.

El ex jefe del gobierno catalán compareció en septiembre en el Parlamento de Cataluña, citado por este caso. Allí se defendió de quienes lo acusan de corrupto e insistió en que la fortuna ocultada procedía de una herencia familiar.