La muerte de Nisman y el proyecto de Cristina

Del “homicidio” a las dos trampas

Conformar una nueva agencia de inteligencia es cambiar el collar pero dejando al mismo perro. El problema y la responsabilidad no son de las instituciones sino de quienes las conducen”, dijo Miguel Ángel Toma. El ex titular de la Side durante la presidencia de Eduardo Duhalde opinó que la muerte de Nisman “fue homicidio”.

Advirtió que el proyecto de Cristina tiene “dos trampas. Una es pasar las escuchas a la Procuración conducida por la fiscal (Alejandra) Gils Carbó, lo cual es garantía de parcialidad. No estamos frente a una funcionaria independiente sino ante una militante kirchnerista.

“La segunda -prosiguió- al prever que las nuevas autoridades de la Agencia Federal de Inteligencia tendrán que tener aprobación del Senado, lo cual implica estabilidad en el cargo, significa ponerle un caballo de Troya en las tareas de inteligencia a las autoridades que asuman el 10 de diciembre”.

Toma hizo declaraciones en El País (Uruguay) y a Radio Mitre esta mañana. Aseguró que “lo de Nisman fue un homicidio. No importa si el gatillo lo apretó un sicario, un yihadista o la propia víctima”.

Relató que alguien “no quería que se expresara frente al Congreso, mostrando las pruebas que tenía de la brutal denuncia que había hecho. Las responsabilidades recaían sobre el gobierno argentino. También sobre el gobierno iraní. Fue un homicidio.

“La exposición de Nisman hubiera sido un escándalo de mayúsculas proporciones. Su muerte, de hecho, va a congelar esa misma denuncia”, apuntó. Y opinó que “por suerte al juez de la causa, Ariel Lijo, no se lo va a condicionar así nomás”.

El ex legislador justicialista dijo sobre los responsables de la muerte del fiscal que no tiene “certeza”, pero admitió que una de las posibilidades es la participación de un sicario profesional vinculado a Irán y con capacidad de salir del país sin dejar rastros.