Casi se queda sin cumplir su sueño
Casi se queda sin cumplir su sueño
Romero y su historia particular
La pasión le ganó a la necesidad. Hasta no hace mucho tiempo, Braian Romero, recientemente incorporado al plantel de Merlo, jugaba en Acassuso, en la B Metropolitana, y trabajaba en la verdulería de su padre, a la que dejaba para ir a entrenar. Foto: El Litoral
De la Redacción de El Litoral
“De a poco nos estamos conociendo. Aparte yo me tengo que adaptar al juego de Primera División. Pero estoy muy contento, pienso que me estoy acomodando bastante rápido, mis compañeros también me están conociendo. También estoy tratando de entender lo que quiere Merlo de parte mía parta el bien del equipo”. Así se expresó Braian Romero, una de las caras nuevas del plantel de Colón que se prepara para afrontar el certamen más importante del fútbol argentino.
El mediocampista de 23 años, que la temporada pasada y desde hace tres años y medio juega en la primera de Acassuso, en la B Metropolitana, llegó al elenco rojinegro con la venia de Reynaldo Merlo: “Sabía del seguimiento que ‘Mostaza’ me estaba haciendo en el campeonato de la B, por eso para mi es un orgullo que me dirija un técnico de tanta jerarquía, es un paso muy importante en mi carrera”, manifestó sin ocultar su satisfacción.
Pero no todas son rosas. El presente le sonríe, pero hay que saber algo de su historia para darse cuenta de que tuvo que lucharla en una etapa de su vida, como es la adolescencia, en la cual las responsabilidades no son moneda frecuente. El mismo Romero lo cuenta: “Arranqué jugando en la novena división en Chacarita, pero por problemas familiares tuve que dejar el fútbol. LO que pasa es que nació un hermanito y junto a otro hermano, más chico que yo, tuvimos que hacernos cargo del bebé, por eso, al no tener tiempo para ir a practicar, dejé de jugar. Recién pude retomar el fútbol con edad de quinta, cuando fui a probarme a Acassuso. Mientras tanto trabajaba en la verdulería de mi papá. Dejaba el negocio (en Juan B. Justo al 200) para ir a entrenar, eso lo hice hasta no hace mucho tiempo”.
El mediocampista nacido en San Isidro reveló una particularidad ya estando en Santa Fe: “Vine a Colón sin saber si podía quedarme. En Acassuso me dieron permiso para venir a entrenar, para ir conociendo al equipo y al técnico. El problema es que la jueza todavía no había autorizado mi pase, por suerte ya está todo arreglado”.
“Lavandina” Romero (le pusieron el apodo por su parecido físico a Gonzalo Bergesio) contó cómo le fue en los amistosos jugados por el conjunto sabalero: “En el primer partido me sentí un poco raro porque no habíamos hecho mucho fútbol, pero en el segundo ya me sentí más cómodo, porque ya conocía mejor a mis compañeros, y ellos también a mi. Una vez que empezás a saber la idea de juego del equipo y del entrenador, ya se hace más fácil. Estamos cumpliendo una pretemporada dura para todos y eso se nota en el juego, sobre todo en los segundos tiempos, pero estos amistosos sirven para eso, para probar cosas y para que lleguemos al debut de la mejor manera”.
Ortigoza fuera de la Recopa
El dato
Somaglia a España.
"En la posición que más cómodo me siento es jugando de ocho, pero también he jugado por izquierda, lo importante es que yo pueda rendirle a equipo, y si el técnico me pide que juegue en una posición, es porque cree que le voy a rendir”.
Braian Romero
Mediocampista de Colón