La música como una forma de vida

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Manuel Alberto Marina

En diciembre fue elegido Santafesino del Año por el voto de los lectores en el portal de Ellitoral.com. Dirige, enseña e interpreta música. Dice que en su momento apostó por quedarse en la ciudad y hoy confirma que no se equivocó. Bajo perfil y reconocimiento al enorme talento local.

 

TEXTOS. NANCY BALZA. FOTO. FLAVIO RAINA.

DESDE EL PRIMER DÍA. “El contacto con la música empezó desde el embarazo de mi mamá. Ella era guitarrista (y pianista, pero sobre todo guitarrista) y me cuenta que cuando estaba embarazada tocaba la guitarra. Lo hizo hasta que nací y después se dedicó a criarnos a mi hermana y mi. En mi familia todos somos músicos: desde Diana Forni que es mi prima hermana y Marta Forni, también mi prima y directora del Crei, hasta mi papá que nunca hizo música, pero le gustaba escucharla. Por él escuché, desde chiquito, música clásica”.

PRIMEROS PASOS. “Empecé a interpretar música en casa, solo, tocando el piano. Mi prima Diana me dio algunas lecciones y además escuchaba cómo tocaba mi hermana y lo repetía. A los 12 años comencé a estudiar guitarra en el Crei, después seguí con flauta traversa y dirección. Y en el Conjunto Pro Música de Rosario interpreto viola da gamba. De todos los instrumentos que interpreto, el más difícil es el órgano, sobre todo porque no hay dos iguales”.

SOBRE GUSTOS... “Me gusta hacer música: si necesitan que dirija, dirijo y si necesitan que toque un instrumento, lo hago. Para mi lo más fácil es dirigir, es lo que menos nervioso me pone. Tocar un instrumento tiene otras dificultades. Y cuando no hago música, me dedico a la carpintería o a la botánica. Me gustan las actividades manuales: desde hace dos meses estoy haciendo la cocina de mi casa”.

UN DÍA DE “25” HORAS. “Todo requiere su tiempo y el problema que tenemos con la música es que un ensayo dura dos horas y con esas dos horas no se puede vivir. Así que se necesitan dos horas más y para eso te buscás otra agrupación, y se hace complicado. Los días son largos; el año pasado se hizo largo y tomé la decisión de dejar algunas cosas”.

ELEUTHERÍA. “La Camerata es un grupo de compañeros musicales que se juntaron un verano y dijeron: ‘ya que no tenemos nada para hacer y somos músicos, toquemos’. Así empezaron y funcionó; sus integrantes coordinaban humanamente entre sí. Después de un año me llamaron para hacer técnica interpretativa y me quedé, solamente a cargo de la música”.

TODAS LAS EDADES. “Trabajo con niños, jóvenes y adultos. Los integrantes de la Camerata son jóvenes. En la Escuela Municipal de Música de Rafaela tengo alumnos adultos y también lo son los integrantes del Coro Polifónico. Mis alumnos más pequeños son de 11 años pero he trabajado con la franja de 9 a 11, y cuando daba clases en la escuela primaria, lo hacía en el primer ciclo, de 7 a 9 años”.

EL ARTE DISTINGUE. “Hay una diferencia abismal entre un chico que hace música y un chico que no la hace, o un chico que está relacionado con el arte y otro que no lo está. En el lenguaje, en la expresividad de la cara y los movimientos, la diferencia es abismal. Los veo cuando entran ‘de cero’ y en un año el cambio es enorme”.

INFLUENCIAS. “Te puedo decir qué aprendí de cada uno de los maestros que tuve. Pero la persona que me dijo ‘hacelo’ fue Rosa María Ferreras que era profesora en la Escuela de Música. Tenía 17 años cuando terminé la secundaria y no sabía si seguir Psicología, Arquitectura o Veterinaria. Y ella, que ya me conocía, fue la que me dijo que siga con la música. Reinaldo Zemba fue un maestro, el que me enseñó a dirigir. Y fue muy hábil al educarnos a cada uno, no como robots todos iguales, sino dejando que luchemos por lo que queríamos hacer”.

EL PREMIO. “Primero, cuando lo recibí, sentí mucha vergüenza. Pero, como contaba en ese momento, yo tuve que decidir entre quedarme en Santa Fe o irme. Siempre te dicen que lo que está afuera es mejor. Me han llegado a decir que era un desperdicio quedarme acá, pero creo que no desperdicié nada y aposté por quedarme en la ciudad. Afuera se aprende, es cierto. Pero acá hay tanto para hacer. Y la gente responde: a veces nos sorprendemos porque hacemos un concierto donde está solamente Eleuthería y, si bien tenemos nuestros amigos y familiares, vemos que el teatro está lleno y eso es fantástico. Todo tiene que ver con el repertorio: el nombre del autor que interpretás es decisivo. Hay obras que se conocen y la gente va a escuchar eso”.

DOS HITOS. “Del año pasado hubo dos hechos que destaco: uno fue dirigir a la Orquesta de Niños todo el año porque me permitió ver el crecimiento de los chicos y fue muy gratificante. Y la misa de Dvořàk con el Coro Polifónico: fue como un sueño. El Polifónico es un coro profesional, muy pocas agrupaciones pueden acceder a ese repertorio en el tiempo en que lo preparan, y fue un trabajo muy bueno. Además, la música sinfónica mezclada con la música coral es lo máximo a lo que se puede acceder. Es lo que más fuerza musical tiene. Me falta hacer una cosa, que no hice hasta ahora, y que está en proyecto para este año (y cuyos detalles no adelanta todavía)”.

TALENTOS “En Santa Fe hay muchos grupos de niños y jóvenes trabajando, muy buenos cada uno en su especialidad. Hay que tratar de llevar al máximo lo que se está haciendo. Cuando viene un extranjero y escucha lo que se hace acá, se sorprende. En la ciudad tenemos tres escuelas de música: el Crei, el Liceo Municipal y la Escuela 9901, y hay ciudades de Europa que no tienen ni una academia. Acá hay mucho, se pueden hacer muchas cosas. Pero tenemos la idea del disco que compramos de Europa y no vemos lo que hay acá. La diferencia es que los europeos arman un programa y lo llevan por todos lados durante todo el año. Nosotros tenemos que hacer 14 temporadas por año. Tengo entre 30 y 40 conciertos por año y son todos distintos”.

UNA DEFINICIÓN. “Todavía no se qué es la música para mi; la estoy descubriendo, la estoy haciendo y todos los días encuentro algo distinto. No es mi trabajo, es lo que hago de principio al fin; me gusta hacerlo y nada más”.

FORMACIÓN

Es Prof. Nacional de Música en la especialidad Dirección Orquestal (Instituto Superior de Música de la UNL) bajo la guía del Maestro Reinaldo Zemba. Obtuvo medalla al mejor promedio de la promoción en esa carrera.

TRAYECTORIA

Es clavecinista y organista en el Coro Polifónico Provincial de Santa Fe; integra el Conjunto Pro Música Antiqua de Rosario y es organista del Convento de San Francisco.

TODAS LAS EDADES

Dirige las orquestas de la Escuela Municipal de Música “Remo Pignoni” de Rafaela, la Orquesta Sinfónica Provincial de Niños de la Esc. de Música Nº 9901 de Santa Fe, y la Camerata Eleuthería. Además, tiene a cargo la cátedra de Dirección Orquestal en el Instituto Superior de Música de la UNL.

RECONOCIMIENTOS

En octubre de 2013 recibió el “Premio Mozart Jubileo Tercer Milenio al Mérito Artístico” del Mozarteum Santa Fe filial Salzburgo. Y en diciembre pasado fue elegido “Santafesino del Año 2014” por el voto de la gente.

así soy yo