Regata del Río Negro

“Como la Santa Fe-Coronda pero sin que te acompañen”

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Un total de 108 embarcaciones de todo el país, con la presencia de delegaciones de Venezuela y España, convirtió a Cabrera en el único santafesino de la competencia.

“No fui a las Olimpíadas, pero fui a correr a Río Negro”, asegura el deportista de 65 años, César Cabrera, único santafesino en participar de la regata más larga del mundo.

 

TEXTOS. JULIANO SALIERNO. FOTOs. GENTILEZA DEL ENTREVISTADO.

Empezó a remar hace medio siglo, el mismo tiempo que hace de la realización de la primera Regata del Río Negro. Sin embargo, debieron pasar 50 años para cumplir ese desafío que era correr “la regata más larga del mundo”. A los 65 años, el palista santafesino César Daniel Cabrera, viene de completar las seis etapas de la maratón que une la ciudad de Neuquén con Viedma y que recorre 275 km. de un río bravo, impredecible y en constante ebullición.

Un total de 108 embarcaciones de todo el país, con la presencia de delegaciones de Venezuela y España, convirtió a Cabrera en el único santafesino de la competencia y como si fuera poco, le tocó sobrellevar la carga de ser “el veterano” de la prueba que se desarrolló en aguas patagónicas entre el 10 y el 17 de enero.

“Fui con un bote standard, un kayak de travesía de 5 metros y estaba en la categoría de los K-1 Master ‘B’ mayor de 45 años” lo que “me convirtió en el remero más viejo de toda la competencia” y “la única embarcación de la provincia de Santa Fe”, asegura el abogado de San Justo, que destacó la compañía de su esposa Gabriela Meneghini. “Esta regata, sin apoyo logístico, comidas, hospedaje, es imposible. Gaby se ocupó de todo, yo sólo remé”, resaltó.

UN RÍO ÚNICO

“Empecé a remar a los 15 años en el Rowing Club de Paraná”, ciudad que lo vio nacer el 1º de enero de 1950. A pesar de su origen entrerriano se define como “palista de Santa Fe” y representa a la Asociación Santafesina de Piraguas. En la faz competitiva “corrí los campeonatos argentinos de canotaje en la categoría C2 (piraguas prototipos) durante los años 1984 a 1989 y durante todos esos años obtuvimos el 4º puesto en forma constante”. Luego de dejar la competencia dedicó su tiempo libre a los raides por los ríos Salado, Paraná y Uruguay, entre otros.

“Pero esta competencia es distinta a todas”, afirma respecto de la 39º edición de la Regata Internacional del Río Negro. “Es un río con características únicas, es muy rápido, y en una zona de mucho viento. En el camino hay ramas, bancos de piedra y un viento en contra que es terrible”, señaló, “pero el público es maravilloso, es como una Santa Fe-Coronda, con la diferencia de que nadie te acompaña”.

Acostumbrado a los cursos de agua de llanura del centro del país, Cabrera explica que “la diferencia con otros ríos es que produce un doble desgaste: remar y mantener el equilibrio permanentemente, porque si te distraés te das vuelta. En el río Negro tenés que apuntar por dónde vas a ir, tomar la decisión por dónde vas a pasar un árbol, por ejemplo, 300 metros antes; si no, te lo llevás puesto”.

SEGUIR UNA META

Y para corroborar sus dichos nada mejor que una experiencia, que casi lo deja fuera de competencia. “En la segunda etapa (Roca-Regina de 57 km) tuve un accidente en el km 40”. Afortunadamente “me rescataron y me recargaron con 10 minutos detrás del último. Es un río imprevisible, sumamente correntoso, con muchos remolinos y constante ebullición; y en vez de bancos de arena tiene bancos de piedras y en una de las derivadas no vi las piedras y la correntada me tumbó”.

Pese a eso decidió seguir adelante. ¿Por qué? Claro como el agua: “Era una meta, yo no fui a las Olimpíadas, pero fui a correr a Río Negro, y es como haber ido, porque estuve con los mejores del mundo, es un sueño, una meta cumplida a la que se llega con una sola condición, una vida de remo y conducta”, asegura Cabrera tras 5 días de carrera.

“Lo buenos fue que me sirvieron todos los años acumulados de competencia y de raides para estar ahí, a los 65 años, sentado arriba del bote; y fue una nota simpática porque hubo un reconocimiento con respeto de la gente. De hecho: creí que estaba definitivamente retirado y me di cuenta de que no, por eso hoy pongo puntos suspensivos. Descansé tres días y ya salgo a entrenar de nuevo”. ¿Cuál será el próximo desafío? Remar y dejar que corra agua bajo el puente...

COMPETENCIA INTERNACIONAL

“La Regata Internacional del Río Negro es una competencia de Canotaje ‘Maratón‘, que consiste en la navegación del río Negro en gran parte de su extensión, partiendo desde la ciudad de Neuquén, capital de la provincia del mismo nombre, hasta la sede del Club Náutico La Ribera en la ciudad de Viedma, capital de la provincia de Río Negro”, indica la página oficial www.regatadelrionegro.org.ar.

A partir de la 36º Regata, este evento ha sido incluido dentro de la World Marathon Series, campeonato que es llevado adelante por la International Canoe Federation (ICF) rankeando a los palistas a lo largo de eventos de esta índole en los 4 continentes, lo que le confiere a la competencia su carácter internacional.

Este año la prueba tuvo un sabor especial porque se festejaron los 50 años de su creación -en 1965-; más aún porque se la considera como la “competencia deportiva que dio origen a la práctica del canotaje en el país”.

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“Creí que estaba definitivamente retirado y me di cuenta de que no, por eso hoy pongo puntos suspensivos”, admite el kayakista mientras planea su próximo desafío.