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Cayeron autores del brutal robo en Moreno al 3800

Se trata de dos menores de 15 años y un muchacho de 19 años. En su poder, la policía encontró los elementos robados en la casa del joven matrimonio.

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Fue muy grave lo que pasó en el inmueble de barrio Alfonso. Los menores fueron trasladados a un centro fuera de la provincia. El mayor quedó imputado por robo calificado en banda y en poblado. Foto: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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En las últimas horas agentes de la sección Seguridad Personal dieron con dos menores, de 15 años y un mayor, de 19, sobre quienes recaen las principales sospechas de ser los autores del violento robo en una vivienda de Moreno al 3800.

Tras el episodio, los investigadores comenzaron a desentrañar una oscura madeja que comenzó a resolverse ayer tras la requisa a varias viviendas ubicadas en las calles General López al 4100, en Amenábar al 3900 y en Alberdi al 2700, en distintos barrios de la ciudad.

Los efectivos concretaron los operativos con oficio otorgado por el doctor Carraro y el fiscal Roberto Apullán en el marco de investigaciones relacionadas al robo perpetrado en una vivienda de Moreno al 3800, esto es, en barrio Alfonso, hecho delictivo ocurrido el 29 de enero.

Los funcionarios policiales secuestraron dos notebook, una motocicleta marca Motomel 150cc, un revólver calibre 38, elementos que son de interés en la causa y que se encuentran referenciados en la misma.

Asimismo, se trasladó a dos jóvenes de 15 años y uno de 19, que son sobre quienes recaen las principales sospechosas del asunto. Uno de los menores fue sorprendido cuando caminaba por Varadero Sarsotti, llevando consigo una bolsa de nylon de color negro en cuyo interior estaban las dos notebook sustraídas.

Resta aún encontrar los dos plasmas (uno de ellos de grandes dimensiones) como así también prendas de vestir y otros elementos de valor sacados de la casa. En cuanto al mayor de edad (que es oriundo de Santo Tomé) en la mañana de ayer se le realizó la audiencia imputativa. En dicha jornada el fiscal Roberto Apullán le atribuyó el cargo de robo calificado, agravado por ser cometido en banda y en poblado.

Por su parte los adolescentes, tras su detención fueron remitidos a la Secretaría del Menor y la Familia. Este organismo dispuso que, dada la gravedad de los hechos que se investigan, ambos sean trasladados a un centro de asistencia ubicado fuera de la provincia de Santa Fe.

El caso

Aquella fatídica jornada, Daniel (38) y Alejandra (28) despertaron sobresaltados cuando escucharon ruidos extraños que provenían desde una de las ventanas de su departamento interno ubicado en Moreno al 3800 (entre San José y Stgo. de Chile) Ni bien Daniel se acercó para ver qué pasaba se encontró con la silueta de un sujeto que lo atacó con un cuchillo.

En simultáneo, otros dos individuos repetían la faena violentando otra ventana que da a un comedor, desde donde se ganaron al interior de la casa.

En cuestión de minutos, la pareja quedó encerrada en el dormitorio y a merced de estos malvivientes que en todo momento se mostraron crueles y despiadados.

Mediante cintos y “un cable que encontraron por ahí” las víctimas fueron maniatadas. También les envolvieron sus cabezas con ropas y toallas, para luego comenzar a golpearlas.

Como suele ocurrir, la peor parte de esos castigos recayó sobre el hombre, aunque la mujer tampoco escapó de la ira de estos rufianes.

Una vez que los intrusos tomaron el control del lugar, dieron rienda suelta a su voracidad delictiva. Se llevaron una Motomel de 150 cc. También dos notebook; los teléfonos celulares y el escaso dinero que había en el inmueble.

Con llamativa destreza cargaron con dos plasmas (uno de ellos de grandes dimensiones) y hasta con la totalidad de las prendas de vestir de las víctimas. Toda esa “mercadería” fue transportada en valijas y bolsos de las víctimas. “Sospechamos que los estaría esperando algún vehículo para llevarse todo eso”, apuntaron los damnificados.

De los delincuentes trascendió que estaban armados con cuchillos y uno de ellos pronunciaba frases atemorizantes haciendo alardes de poseer un arma de fuego.

La odisea duró cerca de 45 minutos hasta que finalmente los malvivientes optaron por darse a la fuga. Como recuerdo de su macabra acción dejaron una esquela donde puede leerse “Ja, ja, ja La banda del Pasillo”.

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