Definiciones

Francisco y la misión del padre en la familia

En su homilía de los miércoles, el Pontífice afirmó que los buenos padres son aquellos que saben “perdonar desde el corazón y corregir con firmeza”. Esa firmeza -dijo- nunca incluye “una bofetada en la cara”. Mañana dialogará con jóvenes de continentes diferentes.

Agencia EFE

El Papa Francisco afirmó hoy que los buenos padres son aquellos que saben “perdonar desde el corazón y corregir con firmeza” a sus hijos, y que les castigan cuando tienen que hacerlo, pero nunca les dan “una bofetada en la cara”.

“Los hijos necesitan un padre que los acoja al volver a casa con sus fracasos. Harán todo lo posible para no admitirlo ni demostrarlo, pero lo necesitan. Y los padres a veces tendrán que castigarlos, pero nunca se da una bofetada en la cara”, afirmó el máximo representante de la Iglesia católica.

El pontífice realizó estas reflexiones durante la audiencia general que celebró este miércoles ante miles de fieles en el Aula Pablo VI del Vaticano.

Durante su discurso, Jorge Bergoglio destacó la importancia que tiene para las familias la “figura del padre” y sostuvo que “para ser un buen padre, lo primero es estar presente” en el núcleo familiar.

“Para ser un buen padre, lo primero es estar presente en la familia, compartir los gozos y las penas con la mujer, acompañar a los chicos a medida que van creciendo: cuando juegan y cuando trabajan, cuando no tienen preocupaciones y cuando están en dificultades”, apuntó.

Y matizó: “Estar presente no es lo mismo que controlar. Porque los padres muy controladores anulan a los hijos, no les dejan crecer”.

Bergoglio concluyó su discurso insistiendo en que un buen padre muestra con sus hijos “cercanía, dulzura y firmeza” y no se vanagloria “de que el hijo sea como él, sino que se alegra de que aprenda la rectitud y la sensatez, que es lo que cuenta en la vida”.

Discapacidad y educación

El papa Francisco tendrá mañana una conversación virtual con cinco jóvenes estudiantes con discapacidades y de continentes diferentes, en la que compartirán experiencias y problemas en el ámbito educacional y social, informaron en Brasil los organizadores de la iniciativa.

La idea parece simple de no ser por la forma como el encuentro se producirá: a través de una videoconferencia simultánea con interlocutores en diferentes continentes, posible por las nuevas tecnologías disponibles en internet, que se han convertido desde 2003 en grandes aliadas de los proyectos del pontífice.

La iniciativa, llamada Scholas, busca promocionar la cultura del encuentro y el “cambio por la educación”, según explicó en entrevista a EFE el director global de Scholas, José María del Corral, un argentino que trabaja con el hoy Papa desde el tiempo en el que Jorge Bergoglio era arzobispo y cardenal de Buenos Aires.

El Papa y sus interlocutores se conectarán a través de un Hangout que podrá ser acompañado por personas de todo el mundo por Youtube.

“No hay guión ni límite para la charla. Cada uno habla y el Papa responde. Eso tiene un valor y un potencial muy fuertes. Los jóvenes van a poder participar de ese viaje a la luna, por decirlo así”, según Corral.

Scholas, que lanzó en septiembre pasado Scholas.Social, una plataforma de colaboración, se propone servir de herramienta para que las escuelas e instituciones educacionales asociadas “analicen juntas los problemas y busquen soluciones concretas”, según Corral. De acuerdo con el activista, el proceso los convertirá de ciudadanos pasivos en activos.

La plataforma social cuenta ya con 400.000 escuelas de los cinco continentes, con un promedio de 500 alumnos en cada una.

El director de la iniciativa aclara que no solo instituciones educativas forman parte de la red. La Fifa y asociaciones regionales de fútbol, como Conmenbol por ejemplo, además de federaciones de otros deportes como el polo, también se involucraron.

Corral explica que el “desafío” es convertir “muros físicos en puentes” con la integración de todas las religiones y aprovechar el potencial de Francisco “como alguien que puede integrar” a todos.

“Con la tecnología se pueden superar muros y construir puentes”, asegura el director global del proyecto al referirse al tipo de discapacidad de los jóvenes seleccionados para la charla, como autismo, ausencia de un miembro o ceguera.