BERLINALE

“Taxi” ganó el Oso de Oro

La película iraní recibió el premio mayor del festival de cine. Todos los filmes latinoamericanos fueron distinguidos.

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El director Jafar Panahi no pudo estar presente, ya que se le prohíbe filmar y salir de su país. Su sobrina, que también trabaja en “Taxi”, retiró el premio. Foto: EFE

 

Cuini Amelio Ortiz (desde Berlín)

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Ha habido de todo en esta edición de la Berlinale, festival mítico, donde participar significa un hito importante en la carrera de todo cineasta.

Tuvimos grandes veteranos del séptimo arte como Werner Herzog y Wim Wenders, este último presentó el filme “Everything will be fine”, que habla de la necesidad de perdonarse a sí mismo y recibió además el Oso de Oro a la carrera.

El Oso de Oro al mejor filme lo ganó “Taxi”, de Jafar Panahi. Una película maravillosa que desde un taxi nos narra la sociedad iraní de hoy y lo que significa vivir en un país con estricta censura. Panahi no pudo estar presente, ya que se le prohíbe filmar y salir de su país. Su sobrina, que también trabaja en “Taxi”, retiró el premio: fue un momento conmovedor ver a la pequeña llorar con el trofeo que con su manito tenía en alto.

Más distinciones

Latinoamérica estuvo fuertemente representada entre los premiados. El Oso de Plata al mejor guión lo llevó Patricio Guzmán por su documental “El botón de nácar”, historia que nos sumerge en el laberinto de las creencias indígenas en Chile y su relación con el mar y también analiza las huellas dejadas por la dictadura de Pinochet.

El también chileno “El club”, de Pablo Larraín, llevó el Oso de Plata - Premio Especial del Jurado: ésta fue, sin duda, una de las películas más oscuras y difíciles del festival. Trata de un grupo de sacerdotes católicos que viven aislados, debido a que han cometido abusos sexuales.

“Ixcanul”, una producción guatemalteca dirigida por Jayro Bustamante, se llevó el Premio Alfred Bauer. Cuenta la vida de María, una joven maya de 17 años que sueña con una vida lejos de la plantación de café donde vive y trabaja junto con su familia. Una decepción la ayuda a redescubrir su mundo. Este trabajo fue esperado con grandes expectativas por parte de crítica y público, ya que por primera vez en la historia del festival se presentó una producción guatemalteca en competición. El trabajo se llevó uno de los más anhelados trofeos.

El Oso de Plata a la mejor dirección lo compartieron ex aequo la polaca Malgorzata Szumowska por su trabajo en “Body”, un drama padre-hija con toques de humor negro, y el rumano Radu Jude por su dirección en “Aferimi”, una especie de western ambientado en la Rumania de fines del 1800.

El Oso de Plata a la mejor fotografía fue para Sturla Brandt Grovien por la excelente cámara de “Victoria”, del cineasta alemán Sebastian Schipper. El filme está rodado en una sola secuencia, prácticamente sin cortes y narra lo que sucede a los cuatro protagonistas, tres chicos y una chica, durante una noche en Berlín.

Y los Osos de Plata a la mejor actuación se los llevaron en ambas secciones, femenina y masculina, los dos protagonistas de “45 Years”, del inglés Andrew Haigh: Charlotte Rampling y Tom Courtenay.

También presentó su último trabajo el veterano director inglés Peter Greenaway. “Eisenstein en Guanajuato”, así se llama el film, cuenta las aventuras (eróticas) del cineasta ruso Sergéi Eisenstein en México durante el rodaje de “Viva Méjico”. No obtuvo ningún galardón.

El premio especial del público a la mejor película de la sección Panorama se lo llevó un trabajo brasileño, “Que horas ela volta”, de Ana Muylaert. Es una reflexión tragicómica de la sociedad brasileña y de la emancipación de una nueva generación.