Testimonios

Incertidumbre en la lucha contra el terrorismo

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Günter Grass. "Autoretrato"

El caricaturista danés Lars Vilks se pronunció nuevamente en defensa de la libertad de expresión, luego de que la capital de su país se viese sacudida el pasado fin de semana por dos atentados en los que murieron dos personas y cinco resultaron heridas.

“Los conceptos como la democracia y la libertad de expresión no son negociables. No debemos dejarnos influir por amenazas ni permitir que nuestras reglas se cuestionen”, dijo al periódico italiano La Repubblica.

El primer ataque perpetrado el sábado en Copenhague estuvo dirigido contra un evento en un café cultural en el que se encontraba presente Vilks, quien participó como orador. El caricaturista se encuentra desde hace años en la mira de las críticas islámicas por sus dibujos del profeta Mahoma.

“No podemos claudicar. No podemos cambiar nuestra idea de la democracia sólo porque no les guste a los asesinos”, cita el periódico.

“Si bien este ataque hace que el miedo crezca, espero que sirva para ampliar el debate. La libertad de expresión es un tema sumamente importante”, subrayó, al tiempo que aseguró que continuará trabajando como siempre.

“Creo que el humor es un arma importante, que siempre sobrevive, y que es la respuesta a muchos interrogantes en la vida”, dijo el caricaturista, que agregó además que nunca se arrepintió de sus polémicos dibujos. “Estoy contento de haberlos hecho y de que se hable de la libertad”, dijo a La Stampa.

El desasosiego de Günter Grass

El premio Nobel de Literatura alemán Günter Grass ve síntomas de una Tercera Guerra Mundial debido a los diversos focos de conflicto y al surgimiento de nuevas formas de combate.

“Últimamente se escuchan una y otra vez advertencias contra una Tercera Guerra Mundial. A veces me pregunto si no comenzó hace ya mucho de un modo totalmente diferente del que conocemos por la Primera y la Segunda”, dijo al diario Neue Westfalische .

El escritor de 87 años justificó su temor apuntando al surgimiento de nuevas formas de combate y enfrentamiento, como la posibilidad de bloquear sistemas o librar guerras económicas a través de Internet.

“Y eso ocurre paralelamente a conflictos bélicos clásicos como los que vemos en Ucrania, Siria y otros lugares”, señaló. El resultado es una “situación inabarcable” sobre la que Grass se mostró muy preocupado.

El autor de “El tambor de hojalata”, desde siempre interesado e implicado en temas políticos, se mostró escéptico sobre el efecto que pueda tener el acuerdo de paz firmado en Minsk para poner fin al conflicto entre el gobierno ucraniano y los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania. “No creo que vaya a conducir a la paz, porque tengo la impresión de que ni Ucrania ni Rusia tienen un control absoluto sobre las tropas que actúan en el lugar”, analizó Grass.