Alimentarse para aprender

El año escolar está a punto de comenzar y con él las preocupaciones de los padres por el desempeño académico de sus hijos. Factores como una mala alimentación están asociados directamente a los problemas de aprendizaje de un niño en clase. Sobre esto hablan los especialistas de cada temática.

TEXTOS. GEORGINA LACUBE. FOTOS. guillermo di salvatore y archivo el litoral.

Alimentarse para aprender
 

“Cuando un niño tiene una alimentación saludable arranca el día con todas las energías necesarias para jugar, para estudiar y, por supuesto, para prestar atención en la escuela. Previene el déficit de nutrientes esenciales como el calcio y la vitamina D (que ayudan a que los huesos crezcan sanos y fuertes), y el hierro y el zinc (que combaten la anemia, un síntoma habitual en los niños con consecuencias negativas en el rendimiento escolar)”, explica la Lic. María Inés Somoza, Jefa de la División Nutrición y Directora de la Carrera de Nutrición del Hospital Universitario Fundación Favaloro.

Ahora bien, ¿en qué consiste una alimentación sana? Básicamente en aquella que aporta diariamente los principales grupos de alimentos. A saber:

- Lácteos (leche, yogurt, queso, dulce de leche), gran fuente de calcio y vitaminas A y D.

- Carnes (vacuna, de pollo, pescado y cerdo) y huevos, ricos en vitaminas del complejo B (sobre todo B12), hierro y zinc.

- Verduras y frutas de estación de todos colores. Son fuente de hidratos de carbono de rápida absorción y aportan agua, minerales (potasio), vitaminas (sobre todo la C ) y fibra.

- Cereales y legumbres: pan, arroz, fideos, polenta, copos de cereal, avena, quinoa, amaranto, trigo, lentejas, porotos y garbanzos dan energía y regularizan el tránsito intestinal.

- Cuerpos grasos: aceites de girasol, de maíz, de oliva, de uva, de canola, de soja, frutas secas como nueces, almendras, avellanas, también la palta, así como la manteca y la crema de leche. Aportan energía, vitaminas A, D, E y K y ácidos grasos esenciales que deben ser consumidos pues el organismo no puede fabricarlos.

- Agua potable. Es la mejor forma de estar hidratado y se recomienda consumir al menos 2 litros por día.

- Azúcares y dulces en cantidades limitadas. Su sobreingesta contribuye a la formación de caries, al sobrepeso y a la obesidad. Por eso, las recomendaciones actuales sugieren moderación.

QUÉ DEBERÍAN COMER

Sobre este punto, Sandra Chicco, Licenciada y Profesora en Psicología, especialista en Psicología Vincular de familias con niños y adolescentes, advierte: “Por el exceso de dulces, azúcares, harinas y lácteos, la ‘comida chatarra o basura’ produce hiperactividad en los niños. Esto se ve reflejado en su capacidad de atención y concentración, lo cual, como resultado, deriva en problemas en el aprendizaje”.

Dado que en esta época del año los chicos pasan muchas horas fuera del hogar, lo que comerán en esos largos períodos de tiempo no es un tema menor. De ahí que planificar de manera consciente una vianda nutritiva y tentadora es crucial. Y aunque cueste creerlo, la tarea es fácil.

La Dra. Mónica Katz, médica especialista en Nutrición, ofrece opciones que no demandan mucho tiempo de elaboración: “Un sándwich de pollo o carne fría con tomate y lechuga; tarta de verduras (zapallito, acelga, espinaca, calabaza, zanahoria, berenjena); bocaditos de acelga o espinaca con trocitos de pollo; ensalada de arroz/ pastas y vegetales; ensalada con atún o caballa; tortilla de verduras; pastel de carne con ensalada; y empanadas de verdura o de choclo. Para el postre, una fruta que sea fácil de pelar o que pueda comerse con la piel previamente lavada, y para beber siempre agua”.

Por supuesto que este tipo de viandas no debe contener “golosinas, snacks y gaseosas”, alerta Somoza, quien también remarca lo importante que es trasladarla en un recipiente refrigerado con tapa hermética y sin condimentar. Lo ideal es tener aparte sobrecitos individuales de aceite, mayonesa, vinagre, jugo de limón y sal.

Ahora bien, si los padres deciden darles dinero a sus hijos para que se compren la comida es crucial educarlos para evitar que su dieta se reduzca a pancho y hamburguesa. “Los chicos son muy permeables al cambio y si uno les explica con paciencia y los hace participar en la cocina se enganchan muchísimo en la preparación de su vianda. Ellos aprenden a comer bien en la familia, compartiendo al menos alguna de las comidas principales. En ese contexto también aprenden a esperar, a disfrutar de los sabores y a usar los cubiertos y el vaso”, señala Somoza.

EL DESAYUNO

Además de la vianda, ir bien desayunado al colegio también incide en el desempeño académico. “Es elemental aclarar que un desayuno saludable es aquel que brinda cerca de la cuarta parte de las calorías y nutrientes que se debe consumir diariamente. Es la primera comida del día y es la mejor manera de brindarle al cuerpo la energía necesaria para enfrentar una nueva jornada, además es la oportunidad que tiene el organismo de reponer la energía tras varias horas de ayuno nocturno. Por la noche, el cuerpo consume energía de la reserva de grasa y una menor de glucosa, que si no se reabastece, se agota con rapidez. Cuando nos levantamos al día siguiente, el cuerpo reanuda su actividad y requiere de combustible que debe ser aportado por los alimentos. Los grupos principales que no deberían dejar de estar presente en un desayuno son los lácteos, cereales y derivados y frutas”, revela la licenciada.

Finalmente, las colaciones deben decir siempre presente si la meta es mejorar el rendimiento cognitivo, el desempeño en lengua y matemática, reforzar la memoria y hasta mejorar el humor de los más chicos de la casa.

Los nutricionistas develan algunas opciones más que tentadoras:

- Leche individual.

- Yogurt bebible

- Jugo de frutas en envase individual

- Fruta fresca de estación lavada

- Barra energética a base de cereales integrales y fruta

- Media taza de tutucas o copos de maíz sin azúcar, pasas de uva o granola en contenedor plástico

- Galletas integrales con avena, miel, pasas, almendras. Eso sí, sólo 1 porción de 3 unidades, ¡no el paquete entero!

- Frutos secos (maní, almendras, nueces) - 1 porción pequeña (20 unidades)

¿En qué consiste una alimentación sana? Básicamente en aquella que aporta diariamente los principales grupos de alimentos.

Quioscos saludables

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que hay unos 43 millones de menores de cinco años obesos o con sobrepeso. También advierte que los factores que originan el sobrepeso y la obesidad infantil se deben a dos factores:

- El cambio dietético mundial hacia un aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos con abundantes grasas y azúcares, pero con escasas vitaminas, minerales y otros micronutrientes saludables.

- La tendencia a la disminución de la actividad física debido al aumento de la naturaleza sedentaria de muchas actividades recreativas, el cambio de los modos de transporte y la creciente urbanización.

Tan relevante como saber qué comen es preguntarse “¿dónde comen los chicos?”. La respuesta se sabe: fuera de casa. En las escuelas, restaurantes de comida rápida, estaciones de servicio, máquinas expendedoras, quioscos, salas de espera...

Para garantizar que crezcan en un entorno sano, desde principios de los años 2000, en Argentina, se vienen realizando experiencias de quioscos saludables exitosas, que se han multiplicado a lo largo del país. ¿Qué se entiende por quiosco saludable? Según el Centro de Estudios de Nutrición Infantil (CESNI) se trata de un local que dentro de un establecimiento escolar vende alimentos de mejor calidad nutricional y abarca alimentos sin TACC (apto para celíacos).

¿Qué pasa en Santa Fe? se presentó un Proyecto de Ley (Expediente Nº 23.729 /2010) sobre “Educación Alimentaria Nutricional” en el cual se prohíbe la venta, expendio, exhibición, despacho, difusión y publicidad o promoción, en los establecimientos educativos, de los alimentos no saludables.

Sin embargo, a pesar de que el proyecto se aprobó en Cámara de Diputados en 2010 y, posteriormente, pasó a Senado luego caducó. Otro Proyecto de Ley (Nº de expediente 20.396- 21.509), cuyo fin era la promoción de una alimentación saludable en las escuelas de la provincia, corrió con la misma suerte.

A mediados de 2012, se presentó un Proyecto de Ley (Nº de expediente 26.8367/2012) que versaba sobre la regulación de las Cantinas Saludables en las escuelas. El mismo, ingresó en la Comisión de Salud el 21 de septiembre de ese año y aún no está sancionada, conforme indica el CESNI.

4_IMG_9795.JPG
4_IMG_9849.JPG