Juan Ignacio Novak

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“Un veterano y famoso actor de teatro sufre de repente un bloqueo interpretativo. Tras una penosa interpretación de ‘Macbeth’ en Nueva York, debe aceptar que los días de éxito pertenecen al pasado”. Palabras más, palabras menos, ésa es la sinopsis de “Un nuevo despertar” (“The Humbling”) que estará en la cartelera de los cines argentinos desde el 2 de abril. Curiosamente, la coyuntura del actor que protagoniza este film, Al Pacino, se ubica casi en las antípodas: no sólo continúa con intensa actividad a los 74 años, sino que existen varios proyectos en agenda que lo tienen como “carta” principal.

De hecho, dos de sus últimas películas llegarán en los meses próximos a estas latitudes. La mentada “Un nuevo despertar”, que dirige Barry Levinson, está inspirada en una mordaz novela de Philip Roth y tiene a Greta Gerwig, Dianne Wiest, Kyra Sedgwick, Charles Grodin, Dylan Baker y Dan Hedaya, en el elenco. Pacino interpreta -críticos como Scott Foundas de Variety señalan que lo hace con gran entrega- al actor Simon Axler, que ve cómo su existencia da un giro imprevisto.

Para tener en cuenta: Levinson es un director hábil y de merecido reconocimiento. En las últimas décadas, rodó películas notables como “Mentiras que matan” (1997), con Dustin Hoffman y Robert De Niro; “Bugsy” (1991), con Warren Beatty y Annette Benning; “Rain Man” (1988), que le valió un Oscar a Hoffman; “Good morning, Vietnam” (1987), que contiene una insuperable actuación de Robin Williams; “El mejor” (1984), con Robert Redford, y la nostálgica “Diner” (1982), con un grupo de jóvenes algunos de los cuales serían luego estrellas, como Mickey Rourke y Kevin Bacon.

También se espera, para el 19 de marzo, la llegada al país de “Danny Collins. Directo al corazón” (“Danny Collins”) escrita y dirigida por Dan Fogelman, también protagonizada por Pacino, secundado por Annette Bening, Jennifer Garner, Bobby Cannavale, Christopher Plummer y Michael Caine. En esta película (creación del guionista de “Cars” y “Último viaje a Las Vegas”) una vieja carta de John Lennon y Yoko Ono a un viejo músico, lo inspiran a vivir distinto y reconectarse con su hijo.

El mito

Talentoso, heterogéneo y capaz de dotar a sus papeles de varias capas de complejidad, herencia de su formación en el Actor’s Studio, Pacino logró en cuatro prolíficas décadas, personajes diversos pero todos interesantes e intrigantes. Aunque su mayor logro sea el gélido Michael Corleone de la saga de “El padrino”, no hay que olvidar que interpretó al “rey de las tinieblas” en “El abogado del Diablo” (1997) dirigido por Taylor Hackford y con Keanu Reeves como víctima.

Sin embargo, varias de sus “criaturas” tienen refinada resolución: el fracasado gángster Benjamin “Lefty” Ruggiero de “Donnie Brasco” (1997, Mike Newell); el hastiado policía Vincent Hanna de “Fuego contra fuego” (“Heat”, 1995, Michael Mann); el irritable Frank Slade en “Perfume de mujer” (“Scent of a Woman”, 1992, Martin Brest) único papel que le valió un Oscar, el desaforado Tony Montana en “Scarface” (1983, Brian de Palma); el inestable Sonny de “Tarde de perros” (“Dog Day Afternoon”, 1975, Sidney Lumet); el íntegro Frank Sérpico en la película homónima (1973, Sidney Lumet), y el ingenuo Lionel de “Espantapájaros” (“Scarecrow”, 1973, Jerry Schatzberg).

Películas que, a pesar del tiempo transcurrido, son parte fundamental de la constitución actoral de quien se erige hoy como uno de los mayores intérpretes de Hollywood.

Proyectos

• Según señalan varios sitios especializados, el año que viene se presentarían dos nuevos filmes protagonizados por Al Pacino. El dato sobresaliente es que -si los anuncios llegan a buen puerto- estaría dirigido por Martin Scorsese en “The Irishman”, donde compartirá créditos con Robert De Niro, y por Brian De Palma, en “Retribution”.