editorial

  • Esta semana, vecinos de Arroyo Leyes se reúnen para reclamar mayor presencia policial.

Inseguridad en la Costa

La falta de organización y la improvisación que caracterizó durante las últimas décadas el crecimiento de la zona de la Costa que conforma el área metropolitana de Santa Fe terminaron convirtiéndose en un verdadero problema para las actuales gestiones de gobierno y, claro está, para los vecinos que eligieron este lugar para vivir.

Desde mediados de los noventa -sobre todo a partir de la construcción del anillo defensivo sobre la cuenca del Paraná-, la migración de familias desde el casco urbano hacia la Costa fue en crecimiento. La fisonomía de aquella zona tranquila y escasamente habitada mutó dramáticamente. Y lo hizo frente a la pasiva mirada de funcionarios públicos que no fueron capaces de reaccionar a tiempo, ya que recién en los últimos años las autoridades parecen haber tomado real conciencia de la situación.

La inseguridad se convirtió en una de las peores consecuencias de este cambio acelerado. Atrás quedaron las épocas en que la gente del lugar se conocía personalmente, sabía de sus historias y compartía un modo de vida sereno, reposado y amable.

El problema comenzó a plantearse inicialmente en la zona de La Guardia y Colastiné Norte. Luego se extendió hasta la comuna de Rincón -hoy convertida en ciudad-. Y en estos momentos se expande al distrito de Arroyo Leyes, que ha crecido mucho y donde los vecinos están preocupados por olas delictivas sin precedentes.

Tanto es así, que esta semana la gente de la zona se reúne con las autoridades comunales y policiales, para analizar la situación y reclamar soluciones ante el incremento de los robos a viviendas particulares.

El presidente comunal de Arroyo Leyes, Eduardo Lorinz, sinceró la situación al advertir que, hace poco tiempo, se redujo la cantidad de patrullajes policiales.

En realidad, la policía incrementó su presencia luego de una sucesión de hechos delictivos que tomaron estado público. Pero una vez que la situación pareció mejorar, las fuerzas de seguridad adicionales debieron hacer foco en otras zonas que también sufren el crecimiento de la inseguridad.

Actualmente, este sector de la Costa cuenta con una subcomisaría en la que suelen prestar servicio entre dos o tres policías por turno. El progresivo incremento de la población -en los últimos tres años se construyeron cerca de 500 nuevas viviendas-, en un área geográfica extensa como ésta, hace indispensable una mayor presencia de efectivos de seguridad.

A principios de febrero, un nutrido grupo de vecinos de Rincón y Colastiné Norte se reunió en el Club Policial de Villa California, para reclamar la atención de las autoridades ante la creciente ola de hechos delictivos. Tal fue la preocupación manifestada en ese momento que la gente se comprometió a establecer redes de contactos telefónicos y a través de redes sociales para advertir sobre la presencia de delincuentes.

Además, pidieron al gobierno provincial móviles y personal para la comisaría 14ª de Rincón, ya que esta dependencia apenas cuenta con un patrullero para toda la zona.

Evidentemente, el flagelo se extiende por distintas áreas del Gran Santa Fe. Y a pesar de los esfuerzos gubernamentales, no existen los recursos materiales y humanos suficientes como para responder a tiempo a tamaña demanda.

A pesar de los esfuerzos gubernamentales, no existen los recursos materiales y humanos suficientes para responder a tiempo a tamaña demanda.