En medio de la tormenta

Tres ataques vandálicos

• Delincuentes provocaron destrozos y robaron en una librería. Luego desvalijaron un camión cargado con bolsas de harina. También intentaron saquear un frigorífico.

Danilo Chiapello

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“A las 2.30 estábamos durmiendo cuando sentimos ruidos y golpes en el negocio. Bajamos y encontramos el vidrio roto y nos faltaban artículos varios, cartucheras, cuadernos y demás. Alcanzamos a ver unos chicos que se iban corriendo”, dijo esta mañana Alcira, titular de la tradicional librería Los Angelitos, ubicada en Blas Parera y Azcuénaga.

“Llamamos al 911 y la policía vino enseguida. Pero mientras estábamos hablando con los agentes vimos que los ladrones pasaban otra vez. Los corrieron y les efectuaron unos disparos al aire.

“Una vez que tapamos el vidrio dañado nos fuimos a acostar y antes de dormirnos otra vez sentimos golpes abajo. Miramos y ahora nos habían roto otra vidriera. También se habían llevado mercaderías. Así que llamamos a la policía y otra vez a repetir todo el procedimiento.

“Mi marido y mi hijo se quedaron acá adentro y al ratito nuevamente aparecen los chicos que querían seguir sacando mercaderías. Mi esposo los combatió pero ellos amenazaban con tirarle una piedra grande. Al rato se retiraron pero se quedaron en la esquina. Finalmente aparecieron unas camionetas de las TOE y unos policías se los llevaron detenidos. En la comisaría les encontraron que tenían cartucheras, cuadernos y otros elementos del negocio”.

Camión desvalijado

Ya en horas de la tarde, quien sufrió la embestida de los delincuentes fue un camionero que, como consecuencia del temporal, quedó “varado” con su unidad en Peñaloza y Padre Genesio.

Reynaldo Mina (69), oriundo de María Juana, conducía un Mercedes Benz con acoplado y llevaba un cargamento de bolsas de harina, de 25 y 50 kilos.

Con la calle anegada por el agua, el coche no podía circular, entonces el nombrado se retiró para buscar algún auxilio.

Pasadas dos horas el camionero regresó al lugar y encontró un situación de terror. El camión había sido atacado por una banda de rufianes los que destrozaron la lona cobertora y sustrajeron alrededor de 500 bolsas de harina. También le robaron el gato hidráulico, la palanca y llaves del mismo, y a su vez habían dañado cuatro neumáticos del vehículo.

Frigorífico

Un rato después otro momento difícil se vivió en el frigorífico Cordial, de Roque Saénz Peña 7200, en barrio San Martín.

A media tarde varios sujetos se lanzaron contra el comercio y violentaron el portón, con la intención de ingresar por la fuerza.

La embestida provocó el llamado a la policía que, por suerte, rápidamente llegó al lugar y logró dispersar a los revoltosos.