A dos años de su muerte

Familiares y amigos recordaron a Coco Urrejola

  • El vecino de Guadalupe falleció en 2013, cuando delincuentes ingresaron a su casa para robarle. En la marcha, participó la Asociación de Familiares de Víctimas de la Inseguridad.
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De pie. Anoche, en un pequeño e improvisado acto, familiares y amigos de los Urrejola. Foto: Manuel Fabatía

 

De la Redacción de El Litoral

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Seguridad para todos los santafesinos. Ese fue el pedido que movilizó a los familiares y amigos de Coco Urrejola, una víctima de la inseguridad, quienes anoche se concentraron en la esquina de J. de la Rosa y General Paz.

Al conmemorarse dos años del fallecimiento del vecino de Guadalupe, que murió cuando era asaltado en su casa, en la concentración revalidó el reclamo de justicia y seguridad para los santafesinos. En el lugar estuvieron presentes la Asociación de Familiares de Víctimas de la Inseguridad e integrantes de la familia Testi y Brondino, otros casos tristemente resonantes en la ciudad.

“Quisimos remarcar en la movilización que siempre es mejor prevenir que curar”, señaló en diálogo con El Litoral, Darío Urrejola, hijo de Coco. Desde aquel trágico hecho, la familia Urrejola ya no es la misma, pero viven con fortaleza y se acompañan.

“Lo que más nos cuesta es explicarle a los más chicos: cuando murió papá, ellos tenían siete y dos años. Tenía una relación muy estrecha con sus nietos y hasta el día de hoy lo esperan”, lamentó Darío.

En octubre o noviembre se llevaría a cabo el juicio oral y público a los dos detenidos por el caso, que se encuentran con prisión preventiva.

El caso

El 24 de febrero de 2013, tres sujetos sorprendieron a Coco Urrejola en la puerta de su domicilio, en Ayacucho al 1100. A las 9, le ofrecieron cortar el césped de la vivienda. Se movilizaban en dos motocicletas y portaban máquinas bordeadoras.

Según el relato periodístico de aquel día, Urrejola rechazó la oferta, pero los sujetos permanecieron en el lugar y le pidieron una herramienta.

Posteriormente, se metieron en la casa del vecino, maniataron a Urrejola y a su esposa, y los torturaron para que revelaran el lugar donde guardaban algún dinero. Ante la situación extrema, Coco Urrejola sufrió una ataque cardíaco y falleció.