Eliana Yaccuzzi: “Acá uno conoce sus capacidades”

De Villa Ocampo a la Base Marambio

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Del norte al sur . La teniente Eliana Yaccuzzi es la coordinadora y segunda en el mando de la Base Marambio.

Foto: Corresponsalía Villa Ocampo

 

Corresponsalía Villa Ocampo

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La teniente Eliana Yaccuzzi es la única mujer de una dotación de 46 personas, que este año invernará en la Antártida, pero además es la coordinadora y segunda en el mando de la Base Marambio. Nacida en la norteña ciudad de Villa Ocampo hace 29 años, dice que el mayor desafío que tiene por delante es medirse a sí misma. “Acá uno realmente conoce sus capacidades”, asegura.

Aún enfundada en su uniforme de fajina, Eliana es una bella mujer. También debe ser corajuda. La idea de trabajar un año en Marambio comenzó a hacérsele atractiva un año atrás.

Cuando se lo dijo a su familia, integrada por papá, mamá y dos hermanas, fue como un balde de agua helada. Se asustaron tanto como cuando era adolescente y les dijo que había entrado en la escuela de acción militar. “Ahora están contentos y felices”, dice, y si bien cuenta que pueden hablar a diario, el contacto con la familia es lo que más extraña.

Esperar un año para ir al cine, comer una ensalada de lechuga fresca o tener las manos calentitas pueden completar la lista. “Todavía no me acostumbro al frío de las manos”, afirma con una sonrisa.

La dotación tiene a su cargo mantener el funcionamiento de toda la base, el mantenimiento de la pista aérea, el funcionamiento de la usina eléctrica, la provisión de agua potable, la sanidad y los servicios contra incendios. Las actividades empiezan a las 8 y no paran hasta la medianoche.

El trabajo es mucho, pero es lo único que garantiza dormir bien. Para Eliana, se trata de un desafío “enorme”. Conducir personas “es toda una responsabilidad” y sobre todo “en contextos tan adversos”, explica. La rigurosidad del clima, el encierro o la inmensidad del paisaje imponen su impronta en esa vida. La semana pasada, la temperatura en los alrededores de la base era de 3,4 grados, pero la sensación térmica descendía a 3,7 grados bajo cero.