El equipo juega 30 minutos, hasta que se queda sin piernas...

Colón “sufre” a Merlo

  • Casi como un calco de lo que ocurrió ante Argentinos Juniors, el equipo de Javier López tuvo un rato en el que jugó bien, pero luego se cayó físicamente de una manera estrepitosa. El empate estuvo bien.
Colón “sufre” a Merlo

David Ramírez le pega de zurda, pero la pelota se encontrará con la humanidad de Bettini. El Mago arrancó bien pero enseguida empezó a flaquear en lo físico y se fue reemplazado a los 20 del segundo. Foto: Matías Nápoli

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Los jugadores “saltan” ahora ante la evidencia clara de que las cosas, desde lo físico, no están bien. Se nota más allá de que ahora lo dicen. Se nota en el aceptable partido que el equipo jugó en los primeros 30 minutos y en el obligado repliegue del final de esa etapa y casi todo el segundo tiempo. Colón no se tira atrás porque quiere, para jugar de contragolpe, o porque el contrario lo mete contra su propio arco por mérito propio. Colón se cae físicamente de una manera poco comprensible. No parece, en ese aspecto, la preparación de un equipo profesional. Y la culpa la tienen todos. Desde una dirigencia que aceptó continuar con el trabajo del técnico anterior, indudablemente sin estar convencida; y que tampoco ejerció una supervisión del trabajo o no supo advertir a tiempo esto que ahora ocurre.

Es posible que cuando Vega habló de “pequeños detalles que en el futuro pueden transformarse en grandes diferencias”, al explicar los motivos de la salida de Merlo, se haya referido también a esto. Pero en un fútbol superprofesionalizado, en el que todos se jactan de no dejar nada librado al azar, en el que los entrenadores ventilan a los cuatro vientos que los partidos “se ganan por detalles”, en los que se estudia minuciosamente hasta quiénes van y quiénes no van a buscar un cabezazo al área propia, resulta inadmisible que un equipo tenga resto físico sólo para 30 minutos. Una vergüenza.

Hasta suena a mucho la cosecha de puntos conseguida con semejante panorama. Es que un equipo tan mal preparado en este fútbol de hoy en día en el que nadie da ventajas, tranquilamente podría haber perdido los tres partidos. Y hoy se hablaría de un Colón en profunda crisis y debacle futbolera. Pasa a medias, sólo porque de los tres partidos se perdió uno solo y ante San Lorenzo, en el Nuevo Gasómetro. No es para agarrarse de los pelos, pero genera una lógica preocupación por la falta de equivalencias que muestra este equipo con sus rivales.

Fue un error haber prolongado el proceso de Merlo al frente del plantel. Fue un error no haber advertido a tiempo que no se entrenaba de la manera adecuada. Fue un error que todo esto que se ventila ahora, no se haya dicho o comunicado antes. Se perdieron dos meses preciosos y decisivos en la construcción de un equipo de fútbol, como es el de la pretemporada. Y ahora le tiraron un plantel armado a un técnico que recién empieza y que no tiene experiencia. Javier López ya sacó dos empates, pero no se pueden hacer milagros con un equipo que está tratando de empezar a construirse, cuando todos los demás —o la mayoría— está armado y funcionando.

Tampoco los jugadores se tienen que hacer los distraidos. Quizás ahora, el cuestionado David Ramírez no sea un “monstruo” por haber “violado los códigos” y echarle culpas al entrenador. David Ramírez estaba enojado porque Merlo no lo ponía y porque se sentía gran responsable del ascenso y con derecho adquirido para decir lo que quisiera. En ese momento, uno pensaba: ¿por qué dice lo que dice ahora y no lo dijo antes?, a lo que el Mago respondía que “no tuve tiempo de hablar con el técnico”, cosa incomprensible teniendo en cuenta que hasta compartieron una larga concentración en enero.

Todo esto confluye en una producción futbolística evidentemente influenciada por el aspecto físico. Al fútbol se juega con la pelota, pero también hay que correr. Y además, hay que estar lo suficientemente preparado para que ganar un anticipo o para no dejar que lo anticipen; para aguantar 90 minutos a un ritmo relativamente sostenido; o para ganar un pique o un mano a mano con el rival. Colón es un equipo que tiene falencias muy claras en este aspecto, que ayer se notaron en el final del primer tiempo y en casi todo el segundo.

Hay síntomas que permiten vislumbrar que algo positivo se puede rescatar. 1) Que Javier López lo para 20 metros más adelante; 2) que existe una saludable tendencia a manejar la pelota; 3) que hay un circuito interesante que se intenta fortificar y en el que Ledesma y David Ramírez son los principales abanderados, a quiénes se suman la ubicuidad de Eguren, el despliegue de Poblete y la apertura por los costados de Villarruel y Clemente Rodríguez.

Con estos fundamentos, Colón fue algo más que Banfield en la primera media hora y creó dos situaciones muy claras. En contrapartida, sólo la movilidad de Cuero tirado por el costado derecho de su ataque generaba algo de preocupación. Pero Bíttolo lo marcó bastante bien, los centrales respondieron durante toda la noche y cuando Banfield tuvo la posibilidad de contar con el terreno y la pelota, en el segundo tiempo, el dominio fue sólo territorial, porque las ocasiones netas de gol no abundaron frente al arco de Broun.

Tranquiliza no haber perdido y también esa imagen de la primera media hora. Es lo que ha logrado Javier López en apenas dos semanas de trabajo. Y no es poco. Tiene ante sí un panorama complicado. ¿Cómo se hace para recuperar el tiempo precioso que se ha perdido?, es la pregunta. Las pretemporadas son irremplazables, los mismos protagonistas lo admiten y Colón la desaprovechó. La meta es doble: 1) emparejar lo físico; 2) encontrar una identidad de juego. Hay mucho por hacer, pero sin tiempo y en medio de la competencia. Parece mentira que pase en un fútbol tan superprofesionalizado.

síntesis

Banfield 0

Colón 0

Cancha: Banfield.

Arbitro: Sergio Pezzota.

Banfield: Bologna; Noguera, Bianchi Arce y Víttor; Bettini, Domingo, Erviti y Civelli; Cuero, Viatri y Bertolo. A.S.: Pellegrino. Estuvieron en el banco: Abelairas, Calzada y Chetti. D.T.: Matías Almeyda.

Colón: Broun; Clemente Rodríguez, Conti, Landa y Bíttolo; Ledesma, Eguren, Poblete, Villarruel y David Ramírez; Alario. A.S.: Mehring. Estuvieron en el banco: Lazzaroni, Ballini y Becerra. D.T.: Javier López.

Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Garnier (C) por Rodríguez; a los 7 m Yeri (B) por Bettini y Cazares (B) por Noguera; a los 20 m Marcos Fernández (C) por David Ramírez; a los 31 m Asenjo (B) por Viatri y a los 32 m Romero (C) por Poblete.

Amonestados: en Colón, Conti, Poblete y Marcos Fernández.

 

Bajo la lupa

BROUN (6).- La más arriesgada fue aquella pelota que le sacó a Bertolo, con mano cambiada. Sin muchas intervenciones, pero otorgando seguridad.

CLEMENTE RODRÍGUEZ (6).- Dejó una buena impresión, mejor de lo que se esperaba teniendo en cuenta la falta de competencia. Abrió la cancha y acompañó en las jugadas de ataque. Salió lesionado.

CONTI (6).- Es el jugador más parejo desde que arrancó el torneo, bien parado, sin complicarse y ganando de arriba y de abajo.

LANDA (6).- Otro que anduvo bien. Sin brillar, fue parejo y sólido. Algunos rechazos no fueron suficientemente expeditivos.

BÍTTOLO (6).- Se tuvo que esforzar mucho para marcar a Cuero, que fue el jugador más penetrante y agresivo del rival. Ganó más de lo que perdió. Y hasta acompañó en algunas de ataque en el segundo tiempo.

LEDESMA (5).- De mayor a menor como varios. Es uno de los jugadores que tiende a no tener tanta actividad y contacto con la pelota en los segundos tiempos, cuando se queda sin piernas. No definió bien en un par de jugadas que tuvo a su favor.

EGUREN (5).- Empezó bien y terminó mal. Para colmo, no hizo un buen trabajo físico porque había arreglado a fines de enero con Wanderers y a los pocos días se vino a Colón.POBLETE (6).- De los del medio, fue el que más corrió. Se condicionó a los dos minutos por una amarilla en un foul táctico necesario.

VILLARRUEL (5).- Jugó bien abierto por izquierda en el primer tiempo y cambió posiciones en el segundo, un poco más arriba y jugando por derecha. Alternó buenas con malas.

DAVID RAMÍREZ (5).- Algunos toques de primera con mucha sutileza en el primer tiempo, sin resto físico para el segundo.

ALARIO (5).- Fue uno de los que más corrió. No tuvo situaciones claras, pero las peleó.

GARNIER (5).- Entró a jugar de lateral por derecha y tuvo algunos contratiempos con Bertolo. Se acomodó y terminó bien.

MARCOS FERNÁNDEZ (5).- Entró cuando el equipo se había replegado por completo.

ROMERO.- Trató de darle aire al costado izquierdo.

Colón “sufre” a Merlo

El primer equipo que Javier López puso en cancha después de la confirmación oficial como entrenador. De pie: Broun, Eguren, Ledesma, Conti, Landa (semi tapado) y Alario. Agachados: Clemente Rodríguez, Poblete, Villarruel, Ramírez y Bíttolo. Foto: Matías Nápoli

En cifras

360

Minutos

Son los que lleva Colón sin convertir goles de visitante. El último lo hizo David Ramírez en el encuentro ante Guaraní Antonio Franco, del torneo pasado.

Un golpe “bajo”

Por el cartel luminoso ubicado arriba de la tribuna visitante que, obviamente, estaba vacía, se colocaron minutos antes del encuentro las imágenes de aquella recordada final entre Colón y Banfield de 1993 en el estadio Olímpico de Córdoba, hoy denominado Mario Alberto Kempes.

El cartel se usó exclusivamente para mostrar las fotos de los jugadores de Banfield a medida que se daba a conocer la formación, para mostrar esas imágenes del ascenso del 93 en la tarde los penales y para un par de notas luego del encuentro, en el mismo campo de juego.

Así como se mostraron las imágenes del triunfo de Banfield por penales, por la mente de los hinchas del Taladro seguramente rondaron las de la tarde de junio de 2012, cuando con dos goles del Bichi y uno de Prediger, Colón venció a Banfield por 3 a 0 y lo condenó a jugar en la B, en el mismísimo Florencio Sola.

D6-C-BANFIELD VS COLON (24).JPG

Pablo Ledesma le pega sin fuerza ni dirección, en uno de los pocos avances sabaleros en el segundo tiempo. Foto: Matías Nápoli