En la lucha contra el terrorismo

La ONU insta a defender los derechos humanos

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Según el organismo internacional, “los monos naranjas que usan los presos de Guantánamo son una herramienta de reclutamiento para el Estado Islámico y otros grupos”. Foto: Archivo El Litoral AFP

 

Agencia EFE

El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein, instó hoy a los Estados a velar porque los derechos humanos sean respetados en su lucha contra el terrorismo y el extremismo violento.

Zeid presentó hoy ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el informe anual de su Oficina, en el que en un largo discurso desgranó todas las situaciones de violaciones de los derechos humanos existentes en el mundo, e hizo especial hincapié en el momento crucial que vive el mundo.

“Hay un peligro real de que, como reacción a la violencia extrema, los líderes de opinión y los dirigentes pierdan de vista los principios fundamentales que fundaron el sistema de seguridad global construido hace 70 años para repeler el horror de la guerra”, afirmó Zeid al inicio de su discurso.

“La lucha contra el terror es una lucha para mantener los valores de la democracia y de los derechos humanos, no para socavarlos”, agregó.

Y, acto seguido, advirtió: “Las operaciones de contraterrorismo que no son específicas, que son desproporcionadas, brutales e inadecuadamente supervisadas violan especialmente las normas que queremos defender. Además les da a los terroristas una magnífica herramienta de propaganda”.

Zeid afirmó que el uso de tortura, o de castigos colectivos “no hicieron al mundo más seguro”, y recordó que el propio ex presidente estadounidense George W. Bush asumió que el centro de detención de Guantánamo se convirtió en una arma de propaganda para los terroristas.

“Los monos naranjas que usan los presos de Guantánamo son una herramienta de reclutamiento para el Estado Islámico y otros grupos”, aseveró.

Asimismos, Zeid recordó, que el aumento de los reclutamientos por extremistas no se debe “a que hayan sido hipnotizados de forma sorprendente e inexplicablemente”.

“El extremismo, por muy repugnante que sea, se nutre de ideología y por la alienación provocados por años de tiraría, corrupción, represión, discriminación, privación y negligencia de los derechos de la comunidad”, añadió.

Por otra parte, Zeid hizo énfasis en el hecho de que la gran mayoría de las víctimas de los terroristas islámicos son, precisamente, musulmanes, “algo que es poco comentado”.

“Si realmente queremos hacer una campaña para desacreditar al Estado Islámico debemos destacar ese hecho”, dijo.

Además, el alto comisionado urgió a la inmensa mayoría de musulmanes pacíficos del mundo para que alcen su voz en contra del extremismo.

“Pero sobre todo, la lucha para combatir el extremismo violento debe centrarse en las injusticias que lo provocan, las experiencias de humillación, desigualdad y discriminación”, afirmó.

Finalmente, el alto comisionado se mostró conmocionado por los cada vez más corrientes ataques contra personas por el simple hecho de profesar públicamente su fe.

“Debería ser obvio que la islamofobia, el antisemitismo, y los ataques a los cristianos o otros grupos por sus creencias son expresiones idénticas de la misma intolerancia venenosa”, concluyó.