Primer estreno teatral del año

Saldos y retazos del masculino-femenino

“La prenda” está protagonizada por Claudia Correa y Sofía Kreig y su estreno será este sábado a las 22, en la sala Lilian Bardonek del espacio de arte Latreinta Sesentayocho.

Saldos y retazos del masculino-femenino

 

Roberto Schneider

 

La temporada teatral del año tiene ya fecha de inicio: este sábado a la noche, cuando en la coqueta La 3068 se estrene “La prenda”, del dramaturgo Pablo Tibalt. Según sus hacedores, la historia transcurre en una vieja sastrería del centro, que es “como un animal en extinción”. Allí se debe confeccionar un jacket para un hombre que se casa en un mes. La realización de esa prenda alterará los espíritus de dos “mujeres”.

Tibalt dice a El Litoral que las dos protagonistas, Carmen y Vera, “jefa y empleada, señora y asistente, sastre y aprendiz”, repararán sus historias personales y familiares. Hilvanan los retazos, ensanchan o achican los recuerdos. Un tijeretazo ha partido al medio el género de sus vidas. Todos los moldes, los patrones, las medidas, están en crisis.

Carmen, la sastre, es una madre deprimida por la desaparición de su hijo. Ella no puede coser, no puede sostener su oficio, sólo espera “el ocaso de esta sastrería”. Al tiempo que Vera, su joven asistente, que siempre está a punto de salir expulsada de ese lugar por capricho suyo, esconde algo. La prenda, tal vez ese jacket, será el modo que encuentre la muchachita para revelarlo todo.

“Es a partir de esa pequeña anécdota que ‘la prenda’ intenta (de)confeccionar a ‘el varón’ y a la ‘la mujer’ como identitarios, para dar lugar a una esencia, una necesidad y una búsqueda mucho más profundas que esos roles. Los roles del varón y la mujer ocultan, protegen, lastiman, desalientan, confunden, esquematizan y creemos que poco a poco se resquebrajan y es en esa fractura en la que la obra quisiera pinchar -como un alfiler- para hacernos pensar”, comenta Pablo Tibalt, responsable del texto y la dirección.

La vuelta a la dirección

Es el tercer espectáculo en el que este joven y talentoso director participa y la primera obra escrita por él que será estrenada en la ciudad. Su primer paso en la dirección teatral lo dio con la exquisita “Qué hiciste del amor” una de las primeras puestas que recibió el premio Coproducción en Artes Escénicas del Ministerio de Innovación y Cultura de la provincia de Santa Fe. Le siguió la estupenda “Corazón de melón”, un proyecto que llevó a cabo junto con Yanina Bileisis.

Pablo Tibalt agrega: “Hace tres años ya desde el último estreno. ‘La prenda’ es un proyecto que se fue colando en mis planes a partir del deseo de trabajar con Sofía Kreig. En el proceso, sumamos a Claudia Correa. En ese momento, sólo teníamos ideas, no había texto todavía, pero una vez que tuvimos la historia los tres nos pusimos implícitamente de acuerdo en qué estábamos contando y ‘La prenda’ se fue ‘confeccionando’ con mucha naturalidad y fuerza”. El equipo se completa con el diseño y la realización del vestuario de Osvaldo Pettinari.

La mirada puesta en los cuerpos

“Dos cosas raras en el escaparate y tres maniquíes” podría ser la frase que sintetiza los elementos que conforman el espectáculo. En él, vemos a estas dos raras mujeres “confeccionando” hombres.

En esta obra, son los cuerpos los que cuentan. “La prenda” busca ser un espectáculo del cuerpo mostrado al espectador. El cuerpo transformable, flexible, cambiable, intercambiable, editable y nunca descartable. Tachones, borrones, retazos y descarte de lo masculino y lo femenino. Un teatro de imagen, que busca exhibir el cuerpo secreto, el cuerpo de aquello que en el Hombre no tiene cuerpo.

Por esto, la propuesta hará que el público disfrute la puesta en escena, se reencuentre con la calidad actoral de la inquietante Claudia Correa y descubra y comparta el debut profesional de Sofía Kreig (ilustre apellido del teatro local), que entienda la historia y que en el fondo se quede con cierta extrañeza.

En este sentido, Pablo Tibalt finaliza diciendo: “Es que hay algo maravilloso que ocurre en la actualidad. Hablo de un cambio sutil y sostenido. Es algo ‘extraño’ que está presente en la atmósfera del espectáculo desde el principio. Algo suspendido, que poco a poco empezaremos a ver. En los personajes de la obra, los silencios y las miradas dicen y sostienen lo oculto. En la vida, la mirada del otro y la falta de palabras nos permiten reconocernos. Es ir más allá del varón y más allá de la mujer, es no complicarnos, es un modo profundo de libertad. De eso intentamos hablar”. Las fotografías del nuevo montaje fueron realizadas por Juan Curto.