UNA RACHA SIN PERDER QUE TIENE EXPLICACIONES SERIAS ADENTRO DE LA CANCHA...

Unión y estos “dulces 16”

Fue superado en el primer tiempo por River y en el segundo por Independiente, pero no perdió. Hay confianza y seguridad, valores que lo llevan a jugar de igual a igual.

Unión y estos “dulces 16”

 

Esta fue clara a favor de Unión. A Gamba le quedó justa para empalmar la pelota de zurda, pero el balón salió rozando el poste derecho. Muchos gritaron el gol porque “lo vieron adentro”. Foto: Mauricio Garin

 

Enrique Cruz (h)

Hubo una película, varias canciones y hasta un grupo de rock nacional creado a fines de los 70 con ese nombre. Algo tiene estos “dulces 16” que Unión disfruta. Dieciseis partidos sin perder, lo cual es tremendamente valioso en este fútbol argentino de tanta paridad, en el que se hace complicado sostener semejante cantidad de partidos sin morder el polvo de la derrota. Todavía lejos de los 24 partidos invicto del equipo de Volken, cortado el 29 de noviembre de 1978 a manos de Patronato, en el Presbítero Grella, en el viejo Nacional —en el que Unión perdió la semifinal contra River—, este equipo de Madelón se recuesta desde hace un tiempo en un trabajo serio del cuerpo técnico y una buena respuesta de los jugadores.

El sábado charlaba con un dirigente de Unión, antes del partido, sobre Villar. Y coincidíamos en la gran diferencia que hay entre este Villar que llega con casi 33 años a jugar en Unión, con el Víctor Zapata al que se buscó como “figurita de experiencia” para que sea el abanderado del equipo de Sava, cuando Unión descendió. Villar llegó para sumar; Zapata, lo único que hizo en Unión, fue restar. Se bajó en varias ocasiones a último momento, inclusive cuando Madelón había decidido llevarlo al banco de suplentes para jugar ante Douglas Haig, en Pergamino.

Como se puede apreciar, ni siquiera pasa por cuestionar las condiciones futbolísticas, sino el aporte para el grupo. Y a esto lo tiene muy claro Madelón. Y también el plantel. Unión está fuerte internamente, hay una “mística” grupal que viene desde el año pasado, los que llegaron se amoldaron y juega el que mejor está. Villar vino a sumar. Todos llegaron para aportar su granito de arena, sin mostrar otra chapa o acreditar algún “favoritismo” que no se pueda demostrar en la cancha. Vino Villar pero juega Rivas; llegó Matías Sánchez, pero el técnico no saca a Martínez; lo trajo a Coniglio, pero el tercer delantero sigue siendo Gamba, que bien merecida y ganada tiene la confianza del entrenador.

Unión y estos “dulces 16”

El equipo que arrancó el sábado ante el Rojo. De pie: Brítez, Castro, Martínez, Leo Sánchez, García Guerreño y Villar. Agachados: Gamba, Montero, Zurbriggen, Triverio y Malcorra. Foto: Gentileza Prensa Unión

Unión pudo haber perdido el partido con Independiente y, extrañamente, el equipo se desinfló en el segundo tiempo. No le había pasado en los anteriores, sobre todo ante Lanús y River. En el Monumental, Unión jugó los peores 45 minutos del torneo. Pero el sábado, el dominio del rival en el segundo tiempo se hizo notorio y peligroso. ¿Preocupante?, depende. Si uno no estuviese tan seguro que este equipo está muy bien preparado en lo físico y con un funcionamiento bastante aceitado en lo futbolístico, podría dibujarse un manto de duda sobre la realidad del equipo. La confiabilidad que despierta este equipo no se va a perder porque en un partido haya jugado mal el primer tiempo (River) o porque en otro se haya caido tanto en el despliegue físico en el segundo tiempo (Independiente).

Vale más la reacción ante River para “plantarse” en el Monumental y empatar un partido de trámite y resultado adverso, como así también la enorme presión que le metió a Independiente, obligándolo al error permanente en el primer tiempo. Eso vale más que los vaivenes y desequilibrios que lo llevaron a poner en serio riesgo el resultado de los dos partidos.

Unión ha jugado tres partidos exigentes y demostró lo que todos suponíamos: que iba a estar a la altura de las circunstancias. Eso ocurre cuando hay planificación, se trabaja bien y todos aportan desde sus lugares. Dicen que lo difícil no es llegar, sino mantenerse. Esto pasa en todos los órdenes de la vida, pero en el fútbol, Unión tiene muchos ejemplos. Por eso, hay que disfrutar de este presente, consolidarlo y hasta mejorarlo. Pero siempre con la mira puesta en un crecimiento que se haga sostenido y no tenga un punto final, como ocurrió con otros procesos, inclusive con esta misma dirigencia. Spahn lo sabe muy bien, porque ya le pasó. Es cierto que el fútbol son momentos. Pero a los momentos buenos, hay que agregarles otros momentos buenos. Y si llega uno malo, de inmediato hacer todo lo que esté a mano para que se termine pronto y permita la llegada de otro momento bueno. Crecimiento más crecimiento es el objetivo. A eso se le llama proceso. Y Unión lo transita por fin. Con seriedad y entusiasmando a su gente. Que no se termine.

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Ignacio Malcorra se lleva la pelota ante la marca de un rival. El encargado de ejecutar los penales es Guerra, pero como estaba en el banco, lo pidió y lo ejecutó muy bien. Foto: Mauricio Garin

 

En cifras

8 partidos

Son los que le faltan para llegar al record histórico de partidos sin perder. El equipo del Metropolitano y Nacional de 1978 totalizó 24.

El dato

Con Aldosivi.

 

El partido de la sexta fecha ante Aldosivi, se jugará el lunes en el mundialista José María Minella de Mar del Plata. En principio, el horario del partido sería el de las 18.10. Esto quedará ratificado esta tarde o mañana en Afa.