Cerveza Santa Fe Música en el Río - Día 3

Sacarle la careta al mundo

Sacarle la careta al mundo

En uno de sus shows más intensos de las últimas visitas -y con elogiable apoyo desde el sonido-, Las Pelotas salió a mostrar lo suyo. Foto: Amancio Alem

 

Ignacio Andrés Amarillo

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“Todo tiene un final, todo termina”, cantaban los Vox Dei, y vale la frase para el Música en el Río, que pasó volando por la mitad de marzo, más tarde que otros años. La tercera jornada inició con el sol de la tardecita, allá por las 18, lejos de la llovizna del día anterior. Edu Figueroa fue el encargado de abrir el encuentro en el escenario 1, un cantautor con banda (dos Lithium y ex Enterluz en sus filas: Juan José Conti, en bajo, y Leonardo Grillo, en batería), algunos toques barriales en la voz y el cello redondeando la idea melódica. Algo de Spinetta y de Pharrell Williams matizó sus propias composiciones.

Tras su despedida, el espacio de enfrente (más corto en esta jornada) tuvo su momento energético con el nü metal de Newmen, estrenando baterista pero con el eje puesto en la voz del babyface Martín Rivarola y la intensa guitarra de Iván Canova.

De vuelta al espacio principal, fue el turno de La Urbe, los ganadores por el voto del jurado sobre los diez elegidos por la gente. Canciones urbanas con sabor rockero, con una apuesta en las visuales de la pantalla del fondo, y la formación ampliada de guitarras, teclados y coros.

Emanuel Kevin Canavesio (bajo), Marcos Sacchi (guitarra y voz), Ariel Tagliarini (guitarra) y Leo Sosa (batería) le pusieron el cuerpo a la energía de Éxodo: destellos de metal en incipiente noche de domingo.

En emergencia

La previa al show principal la puso Cabezones, con una circunstancia particular: su actual guitarrista, Eugenio “Mona” Jauchen, sufrió una quebradura durante un match futbolístico, lo que obligó a su reemplazo para el show (a quien se le dedicó el mismo). Ahí aparecieron compañeros de andanzas, como el rafaelino Pablo Pochettino y el porteño Ariel Perini, guitarrista anterior a la estabilización de la formación. A ellos reclutó César Augusto Andino para completar la formación integrada por los ex Levitar Marcelo Porta (bajo, esta vez con un gorrito a lo Macabre de Catupecu Machu) y Diego Canastrelli (batería).

El arranque fue con “Pasajero en extinción”, antes de la celebrada versión de “Sueles dejarme solo”. “Mi pequeña infinidad” llegó dedicada a las mujeres santafesinas y en especial a la menor de las hijas de César (aunque fue compuesta para cuando nació la anterior).

Hablando de haber conocido al mejor compositor y cantante en su carrera, Andino anunció la segunda relectura de un tema de Soda Stereo: en este caso se trató de “Persiana americana”. El “Globo” de Pito Pérez explotó como otro emblema de la banda, en tanto desde la pasarela César había regalado el souvenir más extraño: el bastón con el que había entrado; el final sería con “Lucha de gigantes” de Antonio Vegas. Hija en brazos, Andino recibió de manos del conductor del evento, Martín Ferratto, una distinción del Municipio por su trayectoria en la música local, que dedicó a las familias inundadas tras las últimas lluvias.

Reencuentro

A esa altura, el predio desbordaba y sólo quedaba esperar por Las Pelotas, mientras Ferratto hacía tiempo instigando a las huestes rockeras. Finalmente, los paisanos de Traslasierra salieron a “pelar” un show de más de dos horas de duración, plagado de clásicos y temas viejos que estuvieron fuera de la gira de “Cerca de las nubes”, quizás como transición al nuevo material.

“Orugas” abrió con la virulencia de siempre, mientras que “Corderos en la noche” trajo los balidos de las ovejas de tiempos de miedo en el país, y “Saben” salió con su mid tempo de teclados, e-bow en la guitarra y crítica política en la letra.

En uno de sus shows más intensos de las últimas visitas, y con elogiable apoyo desde el sonido, salieron a mostrar lo suyo desde el fondo Alejandro Gómez (trompeta, trombón y percusión), Gustavo Jove (batería), y Sebastián Schachtel (teclados y acordeón). Al frente, Tomás Sussmann (guitarra) y las ineludibles presencias de Germán Daffunchio (voz y guitarra) y Gabriela Martínez (bajo y coros).

Ellos (el frontman por obligación y su ladera infatigable, la que le arranca alguna sonrisa) salieron a ganar la pasarela con “¿Qué podés dar?”, antes de “Si quisiste ver” y “Basta”. Ese momento del set se consolidó con “Ñandú”, “Siempre estará”, “Cerca de las nubes”, “Personalmente”, “No me acompañes” y “Cuando podrás amar”.

“Blanca Nieves” pasó antes de que Germán comente su venida desde Dolores (provincia de Buenos Aires) en la que vio muchos carteles electorales: ése fue el disparador para “Solito vas” y su fuego sobre la clase política. “Si supieras” implicó que Gómez bese la trompeta para la melodía inmortalizada de “Vamos Las Peló”, acompañando a la pasarela a Germán, Gaby y Tomás.

Ahí pasó “Transparente” y un tema que cuando salió “venían muchos adolescentes”, según el de la gorrita y los anteojos oscuros eternos: hablamos de “Será”, el gran hit radial del grupo que fue tan festejado como el tema que vino después, el histórico “Bombachitas rosas”.

La intensidad fue subiendo con el veterano “Grasa de chancho” ,“Si la distancia”, “Esperando el milagro” (con su cambio de dinámica y su fervor en la segunda parte) y “Cuántas cosas”.

Ahí terminaba la lista, por lo que el ex Sumo dijo que “si quieren más, van a tener que pedirlo”. Ante el reclamo popular, dedicó “Para Obama y Osama” -uno de los bises habituales-, “Capitán América”, con Alejandro como un Marine sobre la pasarela y el “japi verdei” gestual de Germán.

Otra vuelta trajo la velocidad de “Shine” y el tema de Sumo que muchos ya pedían, “El ojo blindado”. El áspero líder ofreció una más, pero tenía que ser “una para arriba, no un bajón” y así fue el adiós con “Uva uva”.

Así, sin más palabras, se fue la edición 2015 del festival del Río que ahora es en el Puerto... aunque sean cosas cercanas.