Por la huella del Papa Francisco

Por la huella del Papa Francisco

El circuito, al que se ingresa por calle General López, fue inaugurado el pasado 13 de marzo cuando se cumplieron dos años de la elección de Bergoglio como Papa Francisco.

La rica historia que escribieron los jesuitas desde su llegada a Santa Fe puede ser conocida en el mismo escenario donde desarrollaron su importante tarea educativa y evangelizadora, a través de un circuito desplegado en diez etapas dentro del Colegio de la Inmaculada Concepción. Es el mismo edificio donde, cincuenta años atrás, un joven Jorge Bergoglio fue maestrillo, mucho antes de ser elegido para conducir la iglesia católica.

 

TEXTOS. NANCY BALZA. FOTOS. PABLO AGUIRRE.

Cuando el protodiácono francés Jean Louis Tauran pronunció el nombre de Jorge Bergoglio como nuevo jefe de la Iglesia Católica, aquel 13 de marzo de 2013, la sorpresa fue mundial, aunque la emoción fue sobre todo argentina. Y para un grupo de hombres que se formaron en el Colegio de la Inmaculada Concepción de esta ciudad, la noticia tuvo un impacto todavía mayor, enorme, inconmensurable. Es que, quienes transitaron las aulas de la institución en los años 1964 y 1965 conocieron a Bergoglio como maestrillo, cuando su llegada a Roma y la elección de un Papa “del fin del mundo” eran posibilidades, más que lejanas, remotas.

Muchos de aquellos hombres mantuvieron una estrecha relación con Bergoglio durante su actividad pastoral en Buenos Aires. Y de ello dan cuenta cartas y fotografías que retratan amables encuentros en los que la frase “recen por mi” era el corolario de toda conversación, oral o escrita, y una consigna que -aseguran- siguen poniendo en práctica.

Una vez en el Vaticano lo siguieron visitando algunos de sus ex alumnos para continuar ese vínculo que supera toda jerarquía eclesiástica y que tiene al mutuo reconocimiento como característica más notable. Hasta tal punto ese reconocimiento es concreto y no tácito que en las audiencias los nombres y apellidos de aquellos jóvenes, hoy adultos a punto de celebrar los 50 años de su promoción, fluyen de la boca de Bergoglio con la misma naturalidad con la que recuerda la fisonomía del colegio que lo alojó durante su estadía en Santa Fe.

Y ahora, la historia y el presente confluyen en un circuito turístico que tiene como escenario a la Manzana Jesuítica y que recorre el paso del Papa Francisco por la ciudad.

LA HISTORIA EN DIEZ ESCALAS

La celebrada iniciativa que, sin dudas, será uno de los principales atractivos en la próxima Semana Santa para santafesinos y visitantes de otros lugares, fue posible gracias al esfuerzo mancomunado de la Municipalidad, autoridades del Colegio y el Concejo Municipal.

El circuito ya puede ser visitado los días viernes, sábados y domingos y permanecerá abierto al público más allá del primer fin de semana de abril (ver Horarios y turnos). Además de los emblemáticos espacios físicos que recorre, es interesante detenerse frente a alguna de las pantallas en las que se suceden los testimonios de aquellos que conocieron a un Bergoglio que -no dudan en afirmarlo- sigue siendo el mismo. “Vemos que es la misma persona que cuando era maestrillo”, cuentan frente a las cámaras, mientras las imágenes históricas se fusionan con la vida actual de un hombre que partió a Roma para elegir al sucesor de Benedicto XVI y se quedó como Papa, el primero no europeo, el primero americano, el primero argentino y, además, jesuita. Y por si fuera poco, con dos años de maestrillo en Santa Fe.

Con la guía de Andrea Marás, una de las integrantes del Instituto Brigadier López al que fue encomendada la explicación del circuito, Nosotros recorrió los puntos centrales, comenzando por el Patio del Aljibe (imagen de tapa), un vistoso espacio que enmarca al Museo de la Inmaculada, creado a partir de una iniciativa de la Asociación de Ex alumnos del Colegio, e inaugurado en 1982. Podría decirse que es el lugar de inicio pero también paso necesario de la conclusión del recorrido, porque el último punto de los diez que se dispusieron es, precisamente, el Museo donde se recrea la habitación donde se alojó Bergoglio en su paso por Santa Fe. Pero, para llegar allí, habrá que esperar un poco.

La travesía, dentro del Colegio sigue por el Patio de los Naranjos, incorporado por la importancia histórica y actual de este espacio que alguna vez estuvo poblado por esa especie frutal y que ahora, ya sin aquellos árboles, sigue siendo lugar de encuentro para alumnos de la institución.

Más adelante se conocerá la Iglesia Nuestra Señora de los Milagros, declarada Monumento Histórico Nacional en 1942, que alberga el cuadro de la Pura y Limpia Concepción pintado en 1634 por el hermano Louis Berger. Quienes visiten el circuito y no conozcan mucho del paso de Bergoglio por Santa Fe, sabrán allí de su devoción por la “Señora”, al punto de llevar con él una estampa con su imagen, una de las pocas pertenencias que mudó al cónclave de Roma donde, dos años atrás, fue ungido Papa. Es también el símbolo que los ex alumnos de la escuela llevan a las audiencias en el Vaticano como muestra de mutuo reconocimiento.

En el corazón del Colegio se encuentra el Patio del Sagrado Corazón, antes el patio de clausura de los sacerdotes jesuitas, vedado a los alumnos y hoy abierto a la comunidad para esta visita. Ahora los dormitorios fueron convertidos en aulas. Desde las galerías se puede observar la puerta por la que ingresaba Bergoglio a su habitación, ubicada en el ala 4.

También por este patio se ingresa a la Capilla Doméstica, un ámbito privado y austero donde se destacan los vitrales que representan a los f undadores de la Compañía de Jesús.

La Biblioteca, un ámbito de suma importancia para los jesuitas y para el propio Bergoglio en su rol de Profesor de Literatura; el observatorio, con sus paredes bellamente ornamentadas y el instrumental de precisión que en su momento permitió brindar la hora oficial y datos confiables del clima, cuando no existían los medios actuales, resultan otros dos puntos estratégicos del recorrido.

La Sala Furlong, ubicada en el antiguo comedor de los padres jesuitas precede el final del recorrido que, como se dijo, culmina en el Museo de la Inmaculada Concepción. Allí, entre otros elementos, una cama, unos muebles austeros y una sobria mesa con su silla, recrean la habitación que utilizó Bergoglio en Santa Fe. Y revelan una notable sencillez que, como cuentan quienes lo conocen, sigue manteniendo aún ahora, cincuenta años después, en el centro del mundo.

DE LA CLAUSURA A LA APERTURA

Uno de los espacios que atraviesan quienes participan del circuito es el Patio del Sagrado Corazón, antes denominado Patio de Clausura, al que sólo accedían, hasta hace 30 años, los miembros de la Comunidad Jesuítica. Hacia allí daban los dormitorios de los sacerdotes, que hoy se utilizan como aulas. Es posible imaginar a un joven Bergoglio recorriendo sus galerías y senderos en medio de ese silencio total en el que abreva la meditación más profunda. El propio rector del colegio Leonardo Nardín se permitió imaginar a Bergoglio caminando por ese patio “en la penumbra de las noches, en los calores santafesinos...”.

Lejos de ser un lugar de clausura, el patio está ahora abierto a la comunidad, y el último 13 de marzo el silencio fue interrumpido por las voces del coro que dirige Virginia Bono, para dar la bienvenida a esta nueva etapa.

+datos

HORARIOS Y TURNOS

El paseo del Papa Francisco por el Colegio Inmaculada puede visitarse de manera gratuita los días viernes de 16 a 18; sábado, domingo y feriados de 9 a 13 y de 16.30 a 20. El ingreso es por el museo del colegio, ubicado en Gral. López 2545. Los turnos para visitas guiadas se solicitan a los tel. (342) 4595411 ó 4571885.

INCLUSIÓN

Los videos que acompañar la muestra, con testimonios de autoridades del colegio y ex alumnos, también están subtitulados en inglés para visitantes extranjeros. Además, se preparó a guías para que pueden acompañar el recorrido utilizando lenguaje de señas.

4_5_IMG_6914.JPG

La sobria Capilla Doméstica, donde se destacan seis vitrales que representan a los fundadores de la Compañía de Jesús.

Foto: Mauricio Garín.

EL CIRCUITO*

El paso del Papa Francisco es un circuito turístico que pretende revalorizar los atractivos y tradiciones jesuíticas, su particular arquitectura e historia así como narrar las anécdotas, vivencias y experiencias de Jorge Bergoglio en estos espacios.

Comprende el Museo del Colegio de la Inmaculada Concepción, la Iglesia Nuestra Señora de los Milagros, el Observatorio, el Patio de los Naranjos y el Patio de Clausura como sitios principales.

También se pueden apreciar imágenes sobre el colegio, sus alumnos y tradiciones jesuitas. Además cuenta con objetos significativos como cartas y revistas, espacios ambientados como la habitación del Papa, y videos con testimonios de sus ex alumnos.

(*) Material de difusión.

4_3_IMG_9634.JPG

El paso de Bergoglio por el colegio está recreado en imágenes y palabras de quienes fueron sus alumnos, a través de pantallas ubicadas en el edificio.

4_2_IMG_9644.JPG

El recorrido se organiza en diez etapas. La tercera corresponde a la Iglesia Nuestra Señora de los Milagros.

4_4_IMG_9632.JPG

Banners que sintetizan la historia de la institución y el trabajo de los jesuitas en Santa Fe.