Ámbit Boulevard: innovación y exclusividad en hotelería

 

Un histórico solar situado en bulevar y Lavalle fue refuncionalizado y puesto en valor por arquitectos y diseñadores locales. Comenzó a funcionar como hotel boutique, el primero ubicado en nuestro tradicional paseo santafesino, adonde se pueden advertir las nuevas tendencias en diseño, decoración y color.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTOS. FEDERICO CAIROLI.

La antigua casona situada en la esquina noroeste de bulevar Gálvez y Lavalle de nuestra ciudad -de principios del siglo XX, declarada de valor patrimonial- pasó a tener un nuevo uso aunque sin perder su mística esencia. Dejó de ser un espacio que albergaba oficinas pertenecientes a empresas constructoras y de otros rubros para transformarse en el Ámbit Boulevard Hotel Boutique.

Estratégicamente ubicado sobre el principal paseo santafesino y a pocas cuadras de la Estación Belgrano, aportará un novedoso concepto de hotel a la ciudad: brindar un servicio diferenciado, personalizado, con estilo y carácter propios, donde el cliente será considerado un invitado y tendrá la posibilidad de vivirlo de una manera diferente.

Este solar cuenta con una historia muy atractiva para el visitante (ya que era propiedad de la tradicional familia Marconetti) quien podrá apreciarla en cada uno de sus ambientes, que fueron recientemente intervenidos por diseñadores y arquitectos santafesinos, dándoles una impronta particular e incorporando muchos elementos novedosos y creativos en sus diez habitaciones, comedor, pileta climatizada con solarium, spa y bar con acceso libre, por calle Lavalle.

Ámbit Boulevard abrió sus puertas ayer, pero el pasado 12 de marzo realizó su preinauguración, durante un evento en el que participaron arquitectos, artistas plásticos y diseñadores santafesinos, que pudieron recorrer la casona y advertir las nuevas tendencias en diseño, decoración y color. La iniciativa contó con el aporte de la empresa Tersuave, entre otras firmas, que aportó pinturas y pátinas para su aggiornamiento.

“Hoy tenemos la historia y el presente pero respetando el buen diseño, con un uso innovador: pasar de una vivienda residencial a un hotel boutique. Además, incorpora un elemento al bulevar Gálvez, una arteria que ha enriquecido su actividad, sus características, su planteo arquitectónico; ésa era la pretensión nuestra”, explicó Francisco Priano, presidente de Domo Emprendimientos, la empresa familiar que gestó y administrará el hotel boutique.

RECICLAR Y RECORDAR

Esta iniciativa también consiguió revalorizar, reciclar y reutilizar elementos y mobiliario que eran propiedad de don Ángel Malvicino y su esposa. Según contó, “la historia del hotel va más allá de la casa porque cuenta con elementos y mobiliario que son, en su mayoría, procedentes de diferentes antecesores familiares, tanto maternos como paternos, como un ropero que está expuesto en el bar que fue utilizado gran parte de su vida por mi abuelo, Ángel Malvicino y mi abuela. También están las mesas de luz; hay una puerta corrediza que está hecha con el cartel de un restaurant que existió durante mucho tiempo, El Vitral; hay mobiliario que pertenecían a mi abuela materna, que también está intervenido. Vamos a comunicar esto a todos los que vengan al hotel, en un formato amigable y hasta multimedial”.

Pero aclaró que “no es una cuestión de reciclaje por una cuestión presupuestaria o de ahorro sino porque las cosas que tienen historia son interesantes, sea más o menos notoria el personaje que ha sido usuario. Es darle un buen destino a algo, para que no quede durmiendo en un depósito, que va a volver a tener vida en un lugar con actividad y movimiento como un hotel. Ése fue el desafío de cómo amalgamar todos estos elementos para que resulten interesantes a los que vengan a alojarse en él”.

Francisco Priano también destacó que “había que poner un poco de ingenio en este inmueble. No priorizamos una cuestión económica en el proyecto: hay una cuota de romanticismo y no sé si llamarlo filantropía. La escala del lugar no lo hace un negocio muy rentable sino que nuestra prioridad fue concretar algo que nos diera ganas de exhibir, que fuera algo que se debe ir imponiendo dentro del mercado de la actividad hotelera de Santa Fe”.

ENCARIÑADOS

La historia comenzó cuando -hace aproximadamente 4 años- esta empresa familiar alquiló esta vivienda “como una ampliación de oficinas” pero posteriormente vio la posibilidad de poder adquirirla, refuncionalizarla y ponerla en valor.

“Estábamos encariñados con esta propiedad que, más allá del uso que le dábamos en ese momento (que a lo mejor no era equivalente en el aprovechamiento, ya que eran oficinas de empresas constructoras y de otros rubros) y surgieron diferentes alternativas. En un principio se evaluó una ampliación de un edificio contiguo de oficinas, conservando la casa. Pero viendo que no había espacio disponible en el inmueble como para poder compatibilizar las dos cosas, se me ocurrió la idea del hotel boutique, a pesar de no estar vinculados a la actividad. Creía que era un uso que compatibilizaba la puesta en valor del inmueble, la ubicación, la historia; al aggiornarla se iba a enriquecer la apuesta con algo innovador o que no habíamos visto en otros lugares”, reseñó Priano.

Sin embargo, mientras se ejecutaba la obra, surgió otra idea: llevar a cabo una muestra de diseño. “Seleccionamos diferentes profesionales que intervinieran todos los espacios. Lo hicieron con plena libertad, sólo se siguió el criterio de resolver elementos necesarios para cada uno de los espacios como habitaciones, el bar, entre otros. Esto fue hace un año y medio aproximadamente. Nos comunicamos con Matilde Ba-ssi, arquitecta rosarina, una de las gestoras de La Vidriera de Cordic, quien también trajo la idea inicial a Casafe. Ella nos contó cómo es el armado de una muestra, con la salvedad de que se hacía algo ejecutado por la propietaria del inmueble para que fuera perdurable y con criterios más definidos. Además, cerraba como propuesta porque seleccionamos a la Fundación Mateo Esquivo, que recibió los fondos que se lograron obtener durante la muestra a través de un bono contribución que se cobraba”.

PATRIMONIO, DISEÑO Y ARTE

Y a esta propuesta se sumaron nuevos actores. “Cuando se comunicó esta idea, la primera que se contactó fue Gabriela de Laurentis, del Área de Marketing de Tersuave. Destaco esto porque demuestra el interés real de la empresa, sin saber si teníamos vinculación comercial o no, de sumarse a la idea de una obra patrimonial. Les entusiasmó el hecho de conjugar patrimonio, el diseño y el arte. Ahí empezó este largo año de trabajo y estamos supersatisfechos de su concreción”, recordó Priano.

En este punto, advirtió que “lo ecléctico y lo diverso que se consiguió genera una armonía atípica, pero armonía al fin. A una casa que era patrimonial, que tiene una historia muy atractiva (era propiedad de la familia Marconetti, con historia muy rica en la ciudad), logramos -casi un siglo después- sumarle la impronta de diseñadores y arquitectos, y de muchos artistas plásticos de la ciudad, y la volvimos a aggiornar”.

Por último, Priano remarcó que “no hemos tenido que salir a solicitar ni un peso al Estado provincial ni municipal para la conservación del inmueble, quien pedía que fuera conservado. Vale la pena destacarlo para que quede clarificado que, en una ciudad donde patrimonio arquitectónico es una parte esencial de su historia, hay que buscarle soluciones ingeniosas donde se pueda pedir al propietario que lo pueda conservar y que no todo se resuelva en mantener la fachada y hacer un edificio atrás. Me parece que no es la resolución más conveniente”.

El nuevo hotel boutique cuenta con 10 habitaciones decoradas con elementos reciclados, en su mayoría, entre los que se cuentan mobiliario que era propiedad de Ángel Malvicino y su esposa.

A la vivienda original se le agregaron dos plantas nuevas para poder incluir más habitaciones y servicios. Según explicó Franciso Priano, “queríamos marcar, desde los tonos hasta las líneas arquitectónicas, la diferencia notoria entre lo original y lo nuevo. Como todo fue un desafío, que a algunos puede gustarle más y a otros menos. Me parece que se sigue conservando y demarcando la vivienda patrimonial respecto de lo nuevo. No quisimos incorporar un elemento que procurara asimilarse a lo antiguo, todo lo contrario. Incluso, este proyecto fue aprobado por las comisiones de patrimonio, la anterior y la nueva”.

También advirtió que “podríamos haber dejado sólo la fachada, más allá del nivel de conservación que tiene el inmueble. En realidad, nuestra pretensión fue siempre ésta: conservar. De hecho, hay una vivienda enfrente, que también es propiedad del mismo grupo familiar, que claramente demuestra cuál es la intencionalidad respecto a la conservación. La comulgación entre las dos cosas se hizo de una manera bastante armoniosa. Estamos conformes con el total: con la fisonomía exterior, con la resolución interior, cómo se desarrolló la idea con Tersuave y el resto de las empresas”.

Por último, destacó que “a pesar de la escala reducida que aparenta tener el lugar, el hotel logra tener servicios que -incluso- no son brindado en otros, mucho más teniendo en cuenta la cantidad de personas que se van a alojar. En una situación de máxima se alojarían 20 personas, y si te tienen en cuenta las áreas comunes, el espejo de agua, etc., es de los hoteles con mejor proporción. A su vez, hay una pileta climatizada, con solarium; un espacio que va a funcionar como pequeño spa en el último piso; un comedor/desayunador que va a ser un área de trabajo, de reu-niones, que se brinda para el resto del día; un área de estar. Dispone de lugares complementarios que pueden ser aprovechados por fuera de la habitación en sí misma. El bar, que está integrado al hotel pero que funciona independientemente, sobre calle Lavalle, es abierto al público. Esto nos permite darle un servicio al hotel pero también darle vida, ya que quien viene a un hotel busca convivir con otras personas que no necesariamente estén alojadas allí o citar reuniones donde haya una buena calidad de servicios y en un buen lugar”.

Lo original y lo nuevo

Tersuave, protagonista

Los productos de Tersuave están aplicados en cada espacio del primer hotel boutique que funcionará en bulevar Gálvez, prevaleciendo una gran gama de colores que resaltan y dan identidad a cada ambiente. La iniciativa conjuga elementos con los cuales esta empresa trabaja desde hace más de 20 años; la puesta en valor del patrimonio edilicio, el diseño, la decoración y el color como protagonista.

Gabriela de Laurentis, a cargo del Área de Marketing de la firma en Rosario, aseguró que “le encontramos muchas virtudes a este convenio con los propietarios: es un edificio de valor patrimonial, y Tersuave hace muchos años viene trabajando con instituciones porque se trata de espacios públicos luego abiertos a la comunidad. No es la primera experiencia en un ámbito privado pero sí en un hotel. Los profesionales que intervinieron han logrado un trabajo de excelente calidad mostrando las nuevas tendencias en diseño, decoración y color. Cada uno fue más allá de elegir un color y colocar un mobiliario; incluyeron reciclado y construyeron novedosos elementos. Por ejemplo, en una habitación hay una lámpara muy grande, hecha casi con materiales desuso, con pátinas con mucho efecto decorativo. Eso también nos interesaba porque tenemos una división de decodiseño, donde realizamos talleres sobre efectos decorativos, reciclado de muebles, pátinas de grandes superficies, lo que se ve en varias habitaciones”.

+ Info

Ámbit Boulevard Hotel Boutique: bulevar Gálvez 1408, teléfono 455-7179; en Internet: www.ambithotel.com.ar; en Facebook: Ámbit Boulevard Hotel Boutique.