Puig de Stubrin recomendó leer la carta orgánica

“El radicalismo decide por mayoría, no por unanimidad”

La presidenta de la Convención de la UCR instó a los afiliados a participar y no quejarse ante decisiones ya tomadas. “La mera crítica y la acción destructiva no alcanzan para hacer un movimiento político serio y responsable”, advirtió.

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La dirigente santafesina encabezó la concurrida reunión de Gualeguaychú, donde se impuso el criterio impulsado por Sanz.

Foto: Archivo El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

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“Muchos radicales están desorientados: desconocen que nuestro partido tiene órganos de gobierno y allí se decida por mayoría, no por unanimidad”, expresó Lilia Puig de Stubrin, presidenta de la Convención Nacional de la UCR en una declaración en la red social Facebook en momentos en que siguen los ecos partidarios de la reunión de Gualeguaychú que habilitó un acuerdo con el PRO y la Coalición Cívica y proclamó a Ernesto Sanz como candidato a presidente de la Nación.

“La UCR ha construido democracia en la nación y siguiendo sus posiciones doctrinarias para el Estado y la sociedad tiene una carta orgánica -poco leída- que brinda a sus militantes la posibilidad de disentir”, expresó en el inicio del texto la dirigente santafesina que presidió el concurrido encuentro de Gualeguaychú.

“A lo largo y a lo ancho del país, las reformas de las cartas orgánicas han ido brindando mayores posibilidades a sus militantes. Lamentablemente, muchos y bien orientados cambios no son conocidos por los militantes radicales que creen que las cartas orgánicas son instrumentos sin valor. Sin embargo, nuestro partido, que es de la Constitución, se ha ido actualizando y si hay un déficit es en la participación de sus militantes en la vida institucional interna, favorecido por la primacía de las listas únicas como políticas de las dirigencias e influencias de leyes de Lemas y Paso (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias)”, aclaró.

Puig de Stubrin admite que los afiliados “desconocen los mecanismos de participación que les permiten presentar propuestas a los cuerpos orgánicos. La iniciativa, el referéndum, la revocatoria son institutos de la carta orgánica nacional. Los convencionales pueden presentar proyectos, pero muy pocos lo hacen”, y ejemplifica con lo ocurrido en la última reunión donde sólo algunas mujeres y jóvenes se movilizaron por proponer cambios. “Se prefiere el tumulto, o las redes sociales. Pero, ni uno, ni otro producen cambios institucionales ni políticos” advirtió en un texto que tiene muchas opiniones de dirigentes y afiliados en la misma red social.

De Alfonsín a Moreau

La presidenta de la Convención admitió en su declaración que “muchos radicales están desorientados” y les recordó que las decisiones son por mayoría, no por unanimidad. “Como el partido tiene vida democrática quienes se oponen a la actual conducción deberían proponerse organizar nacionalmente una propuesta que tenga por objetivo ofrecer al partido una causa nacional superadora. La mera crítica -y mucho menos la acción destructiva- no alcanza para hacer un movimiento político serio y responsable”, reflexionó.

La dirigente aclaró que “se podrá hacer ruido, dar motivo a nuestros adversarios para criticarnos, favorecer a otros, obtener o mantener algún contrato pero eso no es hacer la acción política que el partido y el país necesitan”. Especificó que eso no fue algo “de lo que aprendimos con Alfonsín donde nos cansamos de perder internas con Balbín, pero salimos a militar por Balbín-Gamond en los 70. De este aprendizaje, mi generación que fue parte de quienes integramos el conjunto del 2% en las elecciones nacionales que se realizaron luego del fraude interno con Terragno”, con relación a la candidatura presidencial de Leopoldo Moreau en las elecciones del 2003.

Por último, la declaración pide una mirada “autocrítica. A lo mejor descubrimos las razones de nuestras debilidades y empezamos a encontrar más amigos que enemigos a eliminar dentro de nuestras filias. En ese momento, estaremos en condiciones de convocar con seriedad a los ciudadanos. Mientras tanto, seguiremos dependientes de la ingeniería electoral como única herramienta para enfrentar las elecciones”.