SEÑAL DE AJUSTE

Dos en el patíbulo

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Pol-ka nunca había fallado con sus policiales, pero pronto se observó que “Noche y día junto a vos” era un producto rudimentario y que la pareja central carecía de química, al punto de que su gran escena hot fue calificada de bizarra. Foto: Gentileza El Trece

 

Roberto Maurer

En una ejecución, hasta los verdugos evitan sufrimiento al condenado, y también al público. Pero la tele es indiferente al dolor y prolonga la agonía de sus hijos por razones de su conveniencia o comodidad. Así, en “Zapping”, Viviana Canosa y su compañeros supieron con meses de anticipación que el ciclo tenía una fecha de vencimiento, ya que sería desplazado por la nueva edición de “Gran Hermano” que, como se sabe, ahora se verá en América. Pero se han dedicado a ofrecer una resistencia grotesca.

El otro programa malherido es “Noche y día junto a vos”, donde el éxodo de integrantes amenaza con dejar solo a su protagonista Facundo Arana. La pesadilla turca los fue arrinconando casi a la medianoche, y hoy es un animal sin cura, tembloroso, que aguarda a un alma de Dios que lo despene.

LOS ALUCINADOS

Luego de su accidentado final en el 9 y su maternidad, Viviana Canosa reapareció en América con “Zapping”, y empezó mal, lo que determinó fuertes cambios al poco tiempo del debut. El programa siguió atravesando huracanes, y uno de ellos fue la guerra innecesaria declarada por Canosa a sus antiguos panelistas del 9. El programa se rehizo una y otra vez, sin éxito.

Conviene recordar que en sus orígenes, “Zapping” fue un formato creado para analizar la televisión de la semana a través de los archivos. En manos de Canosa, se convirtió en un vulgar repositorio de chimentos que, ya con un final anunciado, definitivamente llegó a constituirse en un carnaval de mamarrachos con referencias constantes a la cancelación estipulada desde hacía tiempo y a la cual resisten al grito de “Zapping no se va”.

El descontrol, que se manifiesta en bailes, alaridos y zafadurías (un título, por ejemplo: “Travolta y Tom Cruise se la comen”), pudiera ser la catarsis colectiva de un grupo sometido a presión durante meses, y que ahora se siente liberado de cualquier responsabilidad: ya no tiene que dar pelea por el rating.

El espectáculo es bochornoso. Una vez analizaron en cámara las posibilidades de seguir con “Zapping”, dividiendo horarios con “Gran Hermano” o en los fines de semana, y Canosa ofreció una imitación de Liliana Parodi, gerente de producción de América, o sea su jefa. Van contando los días que faltan.

—¿Qué hago el 1º de abril? -se preguntó Canosa. Inventaron los “premios Zapping” y el de oro se lo otorgaron a ellos mismos. “Los fans nos piden que el programa siga”, afirma la conductora, en un clima de patota donde a cada rato se entregan a bailes frenéticos como si hubieran comido peyote. Seguramente, existen formas más dignas de enfrentar al pelotón de fusilamiento, pero en la tele es así: deben ser arrastrados a la silla eléctrica. No tienen nada para perder, en una situación límite desnudan su falta de sentido de la responsabilidad y, en su mundo ciego, se desahogan sin respetar al televidente.

EN PICADA

“Noche y día junto a vos” empezó bien, con casi 20 puntos de rating, y no tenía por qué ser de otro modo con una tira protagonizada por una pareja rendidora como Facundo Arana y Romina Gaetani, producción de Pol-ka y en un horario privilegiado de El Trece. Pol-ka nunca había fallado con sus policiales, pero pronto se observó que esta vez se trataba de un producto rudimentario y que la pareja central -dos uniformados- carecía de química, al punto de que su gran escena hot fue calificada de bizarra.

El rating bajaba y sólo faltaba que llegaran Sherezade, Onur y “Las mil y una noches”: los turcos. Fueron a las 23, se sabe, y rápidamente, ante el éxito, se hizo el enroque con “Noche y día”, cuyos artífices protestaron, aunque habían tenido su oportunidad. Al margen del estado de éxtasis del público ante el fruto exótico importado de Estambul, las mentes lúcidas interpretaron que se estaba ante una derrota nacional, y se sigue polemizando: ¿qué tienen las tiras brasileñas, colombianas y turcas, que no tienen las nuestras?

El primero en desertar fue Oscar Martínez. “Estábamos advertidos desde antes que iba a dejar la tira por otros compromisos, pero fue un lujo tenerlo”, se explicó. Es decir, hay manipulación a expensas del público que admira a Martínez: cuando empezó la ficción, ya había una fecha fija para matar al personaje.

Luego, Arana se quedó sin pareja cuando Romina Gaetani se retiró para curarse de sus ataques de pánico. Además, su relación con el galán no era la ideal. Luego, se fue Flavio Posca, cuyo torpe acento símil cordobés era una ofensa al federalismo. Se peleaba con Arana, porque éste se había empeñado en corregirlo. ¿Y quién lo corrige a Arana, que no es, como se sabe, sir Lawrence Olivier? Ahora, se ha ido Eugenia Tobal.

Mientras Facundo Arana se va quedando solo, uno se pregunta: sin “Zapping”, ¿qué hará Martín Amestoy? Al menos y antes de bajar la persiana, que la Canosa le enseñe a atarse los cordones de los zapatos y llame a Samid para que le encuentre algo en el Mercado Central.