Negociación nuclear

El conflicto yemení se mete en el diálogo EE.UU.-Irán

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Las calles de las principales ciudades yemenitas se convirtieron en pocas horas en escenario de los combates entre los rebeldes chiitas, apoyados por Irán, y los leales suníes -que son gobierno- y tiene el respaldo árabe y de EE.UU.

Foto: Agencia EFE

La ofensiva de Arabia Saudí contra los rebeldes chiitas de Yemen, apoyados por Teherán, surgió como un obstáculo en la negociación que ingresa en tiempo de decisiones. Las potencias quieren que Irán detenga su programa nuclear antes de levantar las sanciones económicas que ahogan la economía del país musulmán.

 

Marta Hurtado y Jordi Kuhs

Agencia EFE

La última ronda de las negociaciones nucleares entre Irán y las seis grandes potencias se vio hoy ensombrecida por la erupción del conflicto en Yemen en un momento crucial en el que ambas partes reclamaron “decisiones duras” para poder cerrar un acuerdo en los próximos días.

Si bien la ofensiva árabe suní, encabezada por Arabia Saudí, contra un grupo rebelde chiita en Yemen, apoyado por Irán, no parece poner en peligro las conversaciones sobre el programa nuclear, este nuevo conflicto en Oriente Medio pone claramente de manifiesto la distancia que existe entre Washington y Teherán.

“Cuando dos diplomáticos se sientan juntos, hablan sobre Yemen, pero nosotros siempre hemos dicho que las conversaciones están limitadas al tema nuclear”, dijo ante la prensa el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif.

Esta fue su diplomática respuesta al ser preguntado sobre el impacto que la ofensiva militar de nueve países suníes contra los rebeldes hutíes en Yemen está teniendo sobre la negociación que se desarrolla estos días en Lausana.

Zarif dejó claro que condena los bombardeos en Yemen, urgió al diálogo y la reconciliación nacional, y advirtió del riesgo de un aumento de la tensión en la ya convulsa región de Oriente Medio.

EE.UU. ha apoyado tradicionalmente a las potencias suníes de la región del Golfo Pérsico, mientras que Teherán tiende a apoyar a las comunidades o grupos chiitas, como los rebeldes hutíes de Yemen.

Arabia Saudí, que compite por la supremacía regional con Irán, no esconde que se opone a un acuerdo nuclear con Teherán.

“Es terrible si Arabia Saudí busca un efecto sobre las negociaciones nucleares al atacar a Yemen”, dijo Zarif.

Decisiones duras

Esta evidente distancia no impide a EE.UU. e Irán seguir avanzando en las negociaciones nucleares, aunque ambos reconocieron que aún faltan “decisiones duras” para alcanzar un acuerdo en los pocos días que quedan dentro del plazo establecido que vence el próximo martes.

“Tenemos duras negociaciones y tenemos diferencias y vamos a resolverlas”, dijo Zarif ante la prensa al advertir que todo “depende de si hay una voluntad política de elegir entre la presión y un acuerdo”.

Al mismo tiempo, un negociador estadounidense dijo hoy a la prensa, bajo la condición del anonimato, que Washington espera para los próximos días que Irán tome “duras decisiones” para hacer posible un acuerdo.

“Las conversaciones de ayer y hoy fueron duras y muy serias. Estamos en un punto en las negociaciones en las que realmente necesitamos ver que se tomen ciertas decisiones. Vamos a comprobar si eso es realmente posible en los próximos días”, señaló la fuente.

“Esperamos que el hecho que el presidente (iraní, Hasan) Rohaní haya escrito a los jefes de Estado del G5+1 sea una señal de que Irán está lista para tomar algunas de esas duras decisiones que necesita tomar como parte de un acuerdo global”, agregó.

La jornada fue intensa hoy en Lausana, con múltiples encuentros bilaterales y multilaterales, y se espera una reunión plenaria de todos los miembros del Grupo 5+1 al final del día.

Primero se reunieron los principales negociadores del acuerdo, EE.UU. e Irán, en un encuentro en el que participaron ambas delegaciones completas y que también contó con la presencia de la directora política del Servicio Exterior Europeo, Helga Schmid.

Cuando dicha reunión acabó, prosiguieron de forma bilateral el director de la Organización de Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi, y el secretario de Energía de EE.UU., Ernest Moniz, que han encabezado las negociaciones técnicas en las últimas semanas, lo que ha permitido avanzar en este aspecto.

Los negociadores se han propuesto lograr un acuerdo antes del próximo martes, 31 de marzo, para, en caso de éxito, tener otros tres meses para limar los aspectos técnicos antes del 30 de junio, fecha límite establecida.

El proceso obtuvo un espaldarazo de Rohaní, quien llamó personalmente a los presidentes de Francia y Rusia, François Hollande y Vladimir Putin, así como al primer ministro británico, David Cameron, y escribió al mandatario estadounidense Barack Obama, para expresarles la voluntad de su país de alcanzar un acuerdo.

El presidente iraní insiste en que quiere que el acuerdo incluya un levantamiento automático de las sanciones que pesan sobre la maltrecha economía iraní, muy dañada por dichas medidas punitivas, algo en lo que no hay consenso entre las seis potencias.

Precisamente, un negociador iraní recordó hoy que los temas aún sin resolver son las sanciones y la investigación y el desarrollo (I+D) nuclear en su país.

Los puntos centrales de la negociación tienen que ver con las instalaciones de enriquecimiento de uranio y producción de plutonio que tiene Irán, las reservas de uranio que se le permitiría tener, el nivel de I+D nuclear que podría mantener y la duración de las limitaciones impuestas al programa atómico iraní.

Finalmente, existe desacuerdo sobre el alcance de las inspecciones y verificaciones por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en Irán.

Tormenta de la Firmeza

Los aviones de la coalición liderada por Arabia Saudí bombardearon hoy en el Yemen nuevas posiciones de los rebeldes hutíes, mermando su capacidad militar y de reacción, en una ofensiva que responsables yemeníes afirman durará unos días.

En la segunda jornada de la operación árabe “Tormenta de la Firmeza” contra el movimiento chiita, los blancos de los bombardeos fueron cuarteles y arsenales situados en la capital, Saná, y sus alrededores, y en las provincias de Saada y Al Hodeida.

Las incursiones aéreas golpearon tres sedes de las Fuerzas de Reservistas, leales a los hutíes, en las afueras de la capital, así como el complejo presidencial.

La aviación de la coalición -integrada por Arabia Saudí, Kuwait, Catar, Emiratos, Baréin, Egipto, Jordania, Marruecos y Sudán- destruyó asimismo arsenales, baterías antiaéreas y lanzadoras de misiles de los hutíes en Al Hodeida.

Frente a estos blancos militares, los bombardeos contra Saada afectaron a un mercado de la localidad de Qutaf al Boqa, cerca de la frontera con Arabia Saudí, donde murieron siete civiles y doce resultaron heridos.

En Saada, el bastión de los hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán, está concentrando el movimiento chiita sus tropas para enfrentarse a una eventual intervención terrestre saudí. A los reveses propinados por la alianza árabe, se sumó una emboscada en el acceso norte de la ciudad costera de Adén, en el sur del Yemen, tendida por fuerzas partidarias del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.

Al menos 21 milicianos hutíes murieron en ese ataque en Adén, sede desde febrero del gobierno de Hadi y donde la situación es caótica.

Las fuerzas leales a Hadi efectuaron redadas en las calles para capturar a los combatientes hutíes que lograron entrar anoche en la ciudad, mientras que habitantes saquearon armamento de los principales arsenales del Ejército.

Los hutíes lograron tomar el control hoy de la zona de Shaqra, en la costa del golfo de Adén, lo que les permite tener por primera vez una salida marítima en esa región.

El grupo chiita se ha visto obligado a replegarse de varias posiciones que había capturado en los alrededores de Adén, como el aeropuerto, después de combates con las fuerzas de Hadi tras el inicio ayer de los bombardeos de la coalición.

El portavoz de la coalición, Ahmed al Asiri, aseguró hoy que sus fuerzas dominan el espacio aéreo yemení y no permitirán que nadie preste ayuda a los rebeldes hutíes, en alusión a Irán.

En su rueda de prensa diaria, Al Asiri destacó que la aviación emiratí tuvo en esta jornada “una intensa participación destruyendo almacenes de armas y municiones y baterías antiaéreas”.