Por el “efecto Ucrania”

Las organizaciones paramilitares cobran fuerza en Polonia ante el temor a Rusia

  • Mientras que Polonia es una enclave estratégico para la OTAN en el este europeo, las fuerzas paramilitares se pertrechan ante el temor por lo ocurrido en Ucrania. Se estima que hay unos 10.000 miembros participan de más de 120 agrupaciones.

Las organizaciones paramilitares cobran fuerza en Polonia ante el temor a Rusia

Soldados norteamericanos dejan Polonia luego de tres meses de formación. Las acciones son una vidriera de la OTAN en la región.

Foto: Agencia EFE

 

Nacho Temiño

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EFE

La situación de guerra en la vecina Ucrania y el temor al expansionismo ruso en la región ha hecho que aumente en Polonia el interés por las organizaciones paramilitares, cuyos miembros aprenden técnicas de supervivencia o el manejo de armas para ser el ejército partisano en caso de invasión.

“Sin duda la situación internacional y geopolítica ha supuesto que crezca el interés en nuestras actividades”, explica a Efe Grzegorz Matyasik, uno de los responsables de “Obrona Narodowa” (“Defensa Nacional”, en polaco), una organización que nació en 2010 con el objetivo de “crear un ejército de voluntarios como parte del sistema de defensa nacional”.

Hace dos semanas el titular de Defensa, Tomasz Siemoniak, se reunió en Varsovia por primera vez de manera oficial con representantes de estos grupos, lo que supuso todo un reconocimiento a lo que el propio ministro definió entonces como una “divulgación de los valores patrióticos”.

Recientemente el general Boguslaw Pacek, asesor del Ministerio de Defensa, estimaba que estos grupos de civiles de autodefensa cuentan en Polonia con alrededor de 10.000 miembros repartidos en unas 120 asociaciones, algunas tan activas como “Strzelec” (“Tiradores”), la Asociación del Rifle o la propia “Defensa Nacional”.

La cuestión no es baladí en Polonia, donde una reciente encuesta señalaba que sólo el 27 % de los ciudadanos estarían dispuestos a tomar las armas para defender su país ante un ataque extranjero.

“La prioridad ahora es educar a los políticos para que entiendan la importancia del papel que pueden jugar los grupos de civiles como componente territorial de las Fuerzas Armadas”, apunta Matyasik, quien es teniente reservista.

Sin formación

Según explica, no todos sus miembros han hecho el servicio militar, sino que “también hay personas que no han tenido ninguna vinculación con el Ejército, incluso jóvenes universitarios”.

Cada año unas 1.000 personas toman parte en cursos organizados por “Obrona Narodowa”, que cuenta con unos 500 miembros y además ofrece a otras organizaciones similares sus programas de entrenamiento, en los que los participantes se atavían con ropa de camuflaje y armas de imitación para lanzarse a maniobras ficticias en las que aprenden las técnicas de guerrilla.

Matyasik apunta que el papel de los civiles armados ha sido esencial en diferentes momentos de la historia polaca, y recuerda el caso de la II Guerra Mundial, cuando Polonia fue ocupada por la Alemania nazi y el Gobierno polaco en el exilio se sirvió de un ejército de partisanos, conocido como “el Ejército Nacional” (“Armia Krajowa”), para hostigar a las tropas alemanas.

En los últimos meses, políticos y sobre todo medios de comunicación han especulado con el riesgo de que el conflicto en Ucrania pueda extenderse a las repúblicas bálticas e incluso a Polonia, lo que ha elevado la inquietud en la población polaca, situando una posible guerra en las conversaciones cotidianas.

Días atrás el general polaco Stanislaw Koziej, uno de los asesores del Ministerio de Defensa, lanzó la voz de alarma al asegurar que Polonia se enfrenta a una “crisis de seguridad” a causa de la guerra en la vecina Ucrania, un conflicto que, dijo, tiene el potencial de extenderse hasta degenerar en una “guerra híbrida” con Rusia.

El concepto de “guerra híbrida”, acuñado en 2009 por el periodista estadounidense Frank Hoffman, se refiere a un tipo de agresión basada en la propaganda, desinformación, ciberataques, revueltas urbanas, técnicas paramilitares y atentados terroristas, fuera por tanto del concepto clásico de ataque armado.

“En caso de una agresión abierta sobre nuestro territorio, estoy seguro de que la OTAN asumiría la defensa de Polonia de acuerdo al artículo 5 del Tratado de Washington”, explicaba Koziej, quien, no obstante, expresaba abiertamente sus dudas ante el compromiso aliado si se produjera una agresión “considerada por debajo del umbral de una guerra convencional”.