Posibles lluvias para el noroeste santafesino
Abril, un mes clave si viene lluvioso
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Sin dudas que el mes de abril, que recién comienza, puede llegar a ser un período bisagra en el desenvolvimiento hidrológico del noroeste santafesino y, fundamentalmente, del Departamento 9 de Julio.
La radiación solar, de producirse las lluvias vaticinadas, no disipará con rapidez el agua caída, como lo hace en los meses con temperaturas elevadas.
Foto:Archivo
Eloy Rodríguez
La jurisdicción en cuestión tiene sus once distritos, la ciudad de Tostado y las diez comunas, involucrados en la posibilidad de que abril, mes con pronóstico de precipitaciones, complique el escenario hídrico ya que, el primer trimestre del corriente año superó con creces la cantidad de agua caída para un clima subtropical con estación seca, que requiere de 850 mm anuales.
Según las estadísticas, los registros pluviométricos durante el período enero-marzo de 2015 fueron los siguientes (Ver cuadro).
El cuadro comparativo exhibe que en algunas localidades, en tres meses, ya ha precipitado más del 75% de lo previsto para todo el año (Tostado y Pozo Borrado), en otras superó el 60% (Villa Minetti, Logroño; Campo Garay, Esteban Rams y Montefiore), y dos pasaron el 50% (El Nochero y San Bernardo).
Los pronósticos hablan de precipitaciones hasta mediados de junio, mes sin lluvias en un clima con estación seca en invierno. Esta predicción es válida tanto para el sureste santiagueño, con escurrimiento hacia el noroeste santafesino, como para el Departamento 9 de Julio. De ser así asistiremos a un contexto complicado. Hasta ahora los excesos hídricos llegaron a 473 mm. La mayor inundación de los últimos 100 años ocurrió en 1974 con 611 mm de excesos, estamos apenas a 138 mm.
Especialistas en clima, aducen que el calentamiento global es el responsable de las últimas y copiosas lluvias, que fueron localizadas y con bruscas variaciones en la combinación de temperatura, presión atmosférica y radiación solar. De esta manera se producen precipitaciones provenientes de nubes con forma de yunque que se mueven erráticamente y descargan con toda vehemencia una gran cantidad de agua, en algunos casos acompañada de granizo y anegamientos.
El comportamiento de estos tres factores, durante el mes de abril: temperatura, presión atmosférica y radiación solar, plasmarán una escenografía que puede ser de menor o mayor impacto sobre la saga de precipitaciones ya ocurridas, que se inició con altos registros en los dos últimos meses del año pasado, prosiguió con abundancia en enero y febrero de este año y, por suerte, disminuyó en marzo pasado.
En cuanto a la temperatura y la presión, se pronostica un abril cálido, donde la evaporación se puede condensar, colisionar con un frente frío y evitar que la atmósfera traslade el vapor, originando precipitaciones focalizadas.
La radiación solar, de producirse las lluvias vaticinadas, no disipará con rapidez el agua caída, como lo hace en los meses con temperaturas elevadas.
Abril es el mes de grandes inundaciones, 2003, 2007, 2014, (podemos incluir marzo 2015) en la ciudad de Santa Fe. Tostado padeció la problemática en semana santa de 2007.
Especialistas en clima, aducen que el calentamiento global es el responsable de las últimas y copiosas lluvias, que fueron localizadas y con bruscas variaciones en la combinación de temperatura, presión atmosférica y radiación solar.
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