“Escribí este libro para vivirlo”

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Una mujer que a la mitad de su vida, movilizada por los cambios y los síntomas que dejaba en ella el paso del tiempo, decidió indagar qué pasaba con otras mujeres. De este proceso nació “Una mujer en la mitad de la vida”, un libro que intenta transmitir cómo esta etapa de la mujer puede ser un punto de partida para un nuevo comienzo.

 

TEXTOS. CINTIA LORENA DÍAZ ([email protected]). FOTOS. ARCHIVO EL LITORAL.

Mariana Arias fue invitada a participar del clásico evento Style o’clock Tea, realizado hoy en los Salones del Puerto de nuestra ciudad. En el marco de un té entre amigas, la actriz, modelo y conductora reveló reflexiones sobre los interrogantes que se le plantean a una mujer que comienza a vivir la “maduritud”, un período donde la experiencia es tan importante como la juventud.

Nosotros mantuvo una charla intima con Mariana, donde hablamos de cambios biológicos, crisis, angustias, hijos, pareja, sexualidad y de su último libro: “Una mujer en la mitad de la vida”.

SU LIBRO, SU PROCESO

- Cuando escribiste el último renglón, ¿cuáles fueron las primeras sensaciones que te invadieron?

- Sentí que estaba cumpliendo de alguna manera un proceso que necesitaba vivir y que todavía no era el último momento de ese proceso. Sentí que quedaban más sensaciones por vivir y más sentimientos, más sorpresas, muchísima más plenitud. En ese instante, también albergaba el sentimiento de que iba avanzando en ese proceso de catarsis, porque en un punto eso representó este libro para mí.

- ¿Para quién escribiste este libro?

- Lo escribí para vivirlo. En realidad este libro aparece como una propuesta laboral, una propuesta de una marca que se llama Poise, que habla de la menopausia, el climaterio. Yo justamente había empezado a sentir esa etapa de mi vida, y además, estaba en una crisis especial porque había tenido un par de episodios en relación con personas queridas que habían tenido problemas de salud. Y yo también empecé a sentir de alguna forma que estaba en un momento de mi vida donde ya no podía hacerme la distraída con que el tiempo había pasado. Este año cumplo 50 años. Y la verdad es que dije sí porque me pareció una gran oportunidad para indagar, para saber qué le pasaba a otras mujeres, para informarme sobre el tema, para ver si toda esta angustia y esta crisis que tenía era mía solamente.

CAPÍTULOS en LA MITAD DE LA VIDA

- ¿Qué temas fuiste abordando?

- El libro arranca con el relato de una mujer que es actriz y de alguna manera ha vivido siempre sobre un escenario. ¿Qué pasa cuando baja el telón y qué siente cuando pasa el tiempo? ¿Qué siente cuando sus hijos se van de su casa o ante determinados quiebres de la vida? ¿Cómo se siente a la mitad de la vida? Hay un capítulo donde me reú-no a hacer un balance de la vida con otras mujeres. Hablamos de cuántas cosas una tiene que dejar atrás o qué necesidad hay de dejar atrás un montón de formas de mirarse. Formas de mirarse al espejo, formas de plantarse frente a la familia. Charlamos sobre qué nos pasa cuando los chicos se van de casa, luego de haber pasado tantos años siendo cuidadoras, criadoras; a muchas nos queda un vacío, muchas se encuentran con que no tienen otra actividad para hacer. Y también analizamos cómo este momento puede ser un punto de partida para el comienzo de un montón de cosas. Este libro apunta a mirar de manera positiva esta etapa. Verlo como un comienzo, una instancia de cambio, de valoración de lo que hicimos hasta acá y de iniciar la búsqueda de nuevos desafíos.

- ¿Cuál de todos estos temas es el que más resonó en tu interior?

- Creo que todos un poco. Me resonó muchísimo el tema de los hijos. Para mí fue muy importante como motor de vida la crianza de mi hija y en el momento en que empecé a ver que Paloma ya podía volar, que podía hacer su historia y que tenía herramientas, me costó la separación. Pienso en el cambio, la búsqueda, el tema de la finitud. Nos queda mucho menos tiempo para cumplir nuestros sueños. Hay mucho trabajo para seguir haciendo sobre nosotras mismas como mujeres.

- ¿Qué lugar ocupa la sexualidad frente a tantos cambios?

- El tema de la sexualidad es un tema que nos toca a todas también. Qué pasa con la sexualidad a la mitad de la vida, si es real o es un mito que las mujeres dejamos de sentir deseo. Qué pasa con la mirada de los hombres, la mirada de la pareja que es tan importante en este momento. Si realmente nos sentimos completas, hay muchas mujeres que están solas y que sienten que por primera vez son libres de hacer lo que quieren sin tener la mirada del hombre. Y otras mujeres se sienten completas gracias a tener un pareja.

ARIAS, LA MUJER

“Me considero una mujer que intenta permanentemente superarse. Me gusta mirar a mujeres que todo el tiempo tratan de evolucionar, de darle a la mujer un espacio de profundización. Me refiero a una profundización de sus sentimientos, de su profesionalismo, de la búsqueda de un lugar interesante en la vida. Buscar quién es realmente cada una y, de alguna manera, no estar siempre sujeta a la mirada del afuera. Sin dejar de cuidarnos, de sentirnos más lindas, pero sin estar pendiente de otros sino porque a nosotras nos gusta. Tratar de vernos y conocernos más profundamente, me parece que es un buen camino.

- ¿De qué depende la manera en que una mujer comienza a vivir esta etapa?

- Yo creo que depende bastante de cómo vivió hasta ahora. Depende de si se pudo conocer, si hizo algún trabajo interno para saber quién era, si se cuidó físicamente.

- ¿Despertó en vos algún proceso nuevo el haber profundizado en estas temáticas?

- Hubo cambios. Me sentí más tranquila, más en paz, con más aceptación de este tiempo, con menos angustia. Con más esperanza, con más ganas de revalorizar algunos aspectos de mi vida. Comencé a mirar a la pareja de otra forma. También acepté que los hijos crecen. Este libro fue para mí una especie de catarsis. A partir de las entrevistas, la investigación, del conocimiento me fui sintiendo más aliviada.

SU NUEVO COMIENZO

- Y una mujer en la mitad de la vida como Mariana Arias, ¿cómo se proyecta en esta segunda etapa?

- Todos los días es un desafío, cada día. A veces estoy contentísima con lo que estoy haciendo, a veces siento que hay etapas que se cumplieron y pienso en cómo buscar una nueva, nuevos desafíos. Creo que todos los días al levantarme a la mañana tengo por delante un nuevo trabajo; un trabajo de sentirme digna de mí misma, conectada, estimulada por tratar de cumplir lo que no logré aún.

- ¿De dónde tomás este optimismo que buscas transmitir en tu libro?

- No es optimismo. Es un estado de supervivencia te diría, porque de ninguna manera uno puede transitar la vida quejándose, ni viendo lo negativo de lo que está sucediendo. Me parece que la mejor manera de transitarla es buscar la forma de crear, de inventar tu propia vida, de divertirte en el mejor sentido de la palabra con cada una de las cosas que se te presentan. Creo que es importante no perder algunos de los valores que nos hacen más ricos como la valentía, la honestidad, el trabajo, el esfuerzo.

- Vos que este año cumplís 50, ¿qué le dirías, en base a tu propia experiencia, a alguien de 35 por ejemplo?

- Son muy jóvenes (risas). La primera palabra que se me ocurre es cuidar. Cuidarse en todos los sentidos, cuidar la salud, los sentimientos, tratar de no entrar en relaciones conflictivas que te hacen sufrir, no perder el tiempo con trabajos que te tiran para abajo, que no te ponen en un lugar de enaltecido como ser humano. Y tratar de buscar eso precisamente: ser cada vez más humano, poder conectar con cada cosa que haces, poder vivir a fondo cada minuto de tu vida, disfrutarlo. Es un secreto que a veces se aprende un poquito más tarde.

+perfil

LA AUTORA

Mariana Arias es licenciada en Comunicación Social con orientación periodística (Universidad Católica Argentina). Desde su productora de contenidos GRUPO MAGA, produce y conduce Dímelo tú, programa con más de diez años de permanencia. Tiene su espacio de cultura, artes y moda en Rouge.perfil.com. En 2005 publicó, junto con Ariel Cuch, el libro Dímelo tú, una conversación íntima.

Durante más de quince años se desempeñó como mannequin y modelo publicitaria. Estudió teatro con Julio Chávez. Su primera experiencia como actriz fue en el film No te mueras sin decirme adónde vas, de Eliseo Subiela. En 2003 protagonizó Pajaritos, de Raúl Perrone, junto con Gabriel Goity. En televisión, integró los elencos de Muñeca brava, Casablanca, El signo, Son amores y Un cortado.

Fue conductora del ciclo Poderes terrenales en 1999 y 2001, y en 2006 condujo el noticiero de América 24. Realiza trabajos solidarios en diferentes organizaciones no gubernamentales.

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con experiencia y llenAs de alegría

Este libro tiene la intención de ahondar en la etapa en que la mujer se encuentra en la mitad de la vida, dejando atrás una forma para hallar otra: el climaterio, cerca de la menopausia. “No me da miedo decirlo. Me dan miedo otras cosas. Me da miedo no buscar respuestas a cada paso. Me da miedo vivir sin amor, sin creatividad, sin valores, sin emoción. Ojalá, al leerlo, les pase lo mismo que a mí al escribirlo”. En un mundo obsesionado con ser y verse joven, una generación de mujeres vive la “maduritud” como un período en el que la experiencia es tan importante como la juventud. Tienen alrededor de 50 años y están llenas de energía. Algunas han alcanzado la cima de su desarrollo profesional, otras comienzan un pequeño negocio o una nueva vida en pareja o sin ella, muchas están orgullosas de haber criado amorosamente a sus hijos. Aunque sus cuerpos atraviesan cambios, sienten que hoy tienen más capacidad para enfrentar retos y obstáculos. Mariana Arias tomó el desafío de profundizar sobre un tema importante para sí y para sus congéneres. El resultado es este libro que reúne reflexiones personales, con el testimonio de mujeres y hombres de los ámbitos más variados la cultura, el arte, el deporte, la medicina, la moda, el periodismo, para tratar de desentrañar una encrucijada vital tan compleja como apasionante.

Fuente: Editorial Planeta.

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“Para mí fue muy importante como motor de vida la crianza de mi hija y en el momento en que empecé a ver que Paloma ya podía volar, que podía hacer su historia y que tenía herramientas, me costó la separación”.