“No concibo la vida sin la escritura”

“No concibo la vida sin la escritura”

Angélica Gorodischer, la reconocida narradora radicada en Rosario, presenta su libro de cuentos “Otras vidas” de la mano de la Editorial Palabrava, que saldrá a la venta el 8 de mayo junto al diario El Litoral. Aquí, reflexiona sobre sus cuentos, la pasión por escribir, las protagonistas mujeres, el vínculo entre realidad y ficción, las lecturas y las temáticas recurrentes de su literatura.

 

TEXTOS. MILI LÓPEZ. FOTOS. EDUARDO JUNCOS.

“Cuando miro por la ventana, cuando surgen algunas palabras, ahí hay un cuento. En la calle hay un cuento. Se me ocurren los cuentos más sensacionales cuando estoy a punto de dormirme. Como decía O. Henry, el sensacional cuentista norteamericano: en todas partes hay un cuento. Yo creo lo mismo, hay cuentos en todos lados. No necesito empujarlos, salen solos”.

Quien afirma y descubre historias en el devenir cotidiano es una de las narradoras fantásticas más importantes de habla hispana: la escritora Angélica Gorodischer. Esquiva de lo ceremonioso y solemne, con sus 87 años y su vida anclada en la ciudad de Rosario, el sentido del humor y la ironía son sus cartas de presentación.

El punto de encuentro de esta charla es “Otras vidas”, su libro de cuentos que saldrá a la venta el próximo 8 de mayo como parte de la colección “Dos Ríos” de Editorial Palabrava y que cuenta con la distribución del diario El Litoral (ver recuadro). Se trata de un libro con diez cuentos donde las mujeres toman la posta en las historias. Hay en ellos multiplicidad de voces, de escenarios, de conflictos, de secretos, de idas y vueltas de la vida y de la muerte.

LAS IDAS Y VUELTAS

“Otras vidas” se suma a los más de 30 libros de cuentos y novelas que escribió Angélica, muchos de ellos traducidos a varios idiomas y merecedores de prestigiosos premios en todo el mundo. Su inclinación hacia el feminismo invita a descubrir personajes de mujeres que se erigen en este libro. “Son episodios de vida que antes no he tratado, tesoros ocultos que tienen esas mujeres. Siempre me he sentido más cómoda con los personajes femeninos, y aquí sigo contando”.

El texto que inaugura los cuentos es “Jacoba, viento y escoba”, donde la autora se zambulle en la experiencia de saberes milenarios que porta una abuela india, salteña, muerta a los 97 años, admirada por su nieta. Jacoba está atravesada por la sabiduría: “Es una cosa que me interesa mucho. Esa edad proyecta en la que se supone pensar en ‘¡ay pobrecita, la abuelita!’, y resulta que muchas de esas mujeres tienen un tesoro que no se ve a primera vista y eso es lo que me interesa. Esta chica Lorena, la nieta, se da cuenta de que Jacoba tiene algo y está atraída por esa mujer que se sienta ahí, silenciosa y que fuma. Es una cosa muy extraña. La vieja Jacoba tiene en su vida mucha más influencia que su propia madre”, explica.

“Una mujer notable” relata un episodio, de los tantos que hoy abundan, de violencia de género en el ámbito familiar pero con un desenlace singular. Ante la violencia machista, no hay una actitud justiciera sino que el personaje decide transitar por el camino de la magia para eludir un desenlace que hubiera podido costarle la muerte.

“Viene a ser como una burla a esas opiniones de que las mujeres somos totalmente distintas de los varones, entonces unos tejen y otros certifican. Ninguna de las dos cosas. Soy feminista, por supuesto, y peleo por los derechos de las mujeres. Pero también reconozco que hay mujeres estupendas y hay mujeres que mejor perderlas que encontrarlas (risas)”, revela y agrega: “Tomo eso un poco de los pelos, lo tironeo un poco de varios puntos y fundo una nueva especie de mujeres. ¿No será que entre las mujeres que vemos todos los días a nuestro alrededor hay mujeres especiales de las que no nos damos cuenta de que pasa algo con ellas? El cuento cuenta cosas que vemos todos los días y de repente ella se dice a sí misma ‘bueno morite’ y lo hace para salvarse. Es ahí cuando en esa punta hay algunas mujeres que son distintas”.

El monólogo “El jardín del Edén” es un rezo de alguien hacia Dios, con reflexiones sobre las cosas buenas y malas de la vida. Tomando como recurso narrativo la ausencia de puntuación, el texto es una catarata que impone al ritmo de lectura. “Tuve una educación católica hasta que un día me peleé con la Iglesia, me peleé con Dios, me peleé con todo. Maduré un poco más y empecé a pensar que en el fondo lo que yo tengo es un manojo de dudas. De todas maneras las dudas que yo me cuestiono con respecto a estos temas, todas tienen salida a través de la narrativa”.

Este abanico es la puerta de entrada para recorrer todos los cuentos que propone el libro. Es identificarse con algunos, sorprenderse con otros, acordar o no, reír o imaginarse esas vidas. En definitiva, la literatura que interpela y convoca a descubrir estos mundos de ficción.

EL PLACER DE ESCRIBIR

“No escribo para ser famosa ni para ganar guita ni para iniciar la revolución; yo escribo para escribir porque necesito escribir, estar viva es escribir. La escritura es mi modo de vida y no concibo la vida sin la escritura ni la lectura. Es decir, no concibo la vida sin palabras que pesen en el mundo, que estén cargadas de significado”, afirma contundente, poniendo énfasis en cada palabra.

“A los siete años ya supe que era escritora. A los cinco empecé a leer y todavía no me detuve. Nací entre libros y los libros fueron mi vida, mis juguetes, mi refugio, todo. Leyendo una novela de aventuras: Las minas del Rey Salomón, me di cuenta de que eso que estaba leyendo era lo que quería hacer. Tenía la convicción de que era una escritora”.

- ¿Qué cosas de la vida cotidiana te motivan para la ficción?

- La vida real es una cosa fantástica si uno la mira con ojos nuevos. La vida real así como nos cuentan algunos autores, escritores y escritoras que escriben novelas de la vida real con un éxito y una sabiduría bárbara, pero a mí eso no me interesa. A mí me interesa lo inexplicable y la vida real está llena de cosas inexplicables. Empezás a buscar los secretos de la vida real que son realmente secretos y son inexpresables. A la vida cotidiana hay que respetarla y mirarla con mucha atención.

- ¿Existe la escritura femenina?

- No, creo que es una clasificación más, y hay que salirse de la literatura ideologizante. Hay textos escritos por mujeres y hay textos escritos por mujeres que podrían haber sido escritos por un varón y hay textos escritos por mujeres que tienen conciencia de género. Creo que muchas de nosotras escribimos con conciencia de que somos mujeres y de que estamos escribiendo desde el ser mujer. Y en eso yo recurro siempre a lo que dijo Virginia Woolf, que tenía un poco más de autoridad que yo para hablar de esto y decía: “No es que los varones escriban sobre la guerra y las mujeres escribamos sobre los bebés, es que cada género escribe sobre sí mismo”. ¡Qué tal! (risas). Y así es, cada cual escribe desde su género y eso es maravilloso.

- ¿Cuáles son los conceptos de mujer que preferís construir?

- Escribo desde la conciencia de género, pero me molesta lo estereotipado. No tengo un concepto de mujer. La mujer en mis cuentos no es de una sola forma, la personalidad de cada una está desdibujada previo a la escritura. Realmente al personaje hay que esperarlo, hay que dejarlo hablar. El personaje abre la puerta, entra y me dice algo. Escribo desde la narrativa fantástica y desde lo que pide cada historia.

- ¿Qué consejo le darías a los escritor noveles?

- Alguien que quiere escribir tiene que leer mucho. No creo que sea nadie para dar consejos pero para los escritores jóvenes sólo puedo decirles que hay que quemarse las pestañas leyendo. Y no sólo literatura, sino de todo, desde la botánica hasta mecánica cuántica (risas). Que lean todo lo que les caiga a las manos. Y lo que no les cae, que lo consigan. Hay que leer y leer de todo.

COMO DOS RÍOS DE PALABRAS

La editorial Palabrava, creada por las escritoras Alicia Barberis, Patricia Severín y Graciela Prieto Rey, surgió en enero de 2012 con un sueño: revalorizar el trabajo creativo, difundir la obra de autoras y autores de Santa Fe y multiplicar el deseo de leer.

Buscando que el libro llegue a todos los lectores, la editorial inauguró su camino de la mano de diario El Litoral, con la colección “Las cuatro estaciones de la palabra”, que ofreció ocho títulos de autoras y autores de la provincia a lo largo de dos años.

A partir de 2015, la nueva colección de Palabrava junto al diario El Litoral es “Dos Ríos”, que se concibió como una entrega anual de dos obras, con salida simultánea. En este caso, de una autora de amplia trayectoria: Angélica Gorodischer, de la ciudad de Rosario, y de un autor novel: Jerónimo Rubino, de la ciudad de Rafaela.

Dos energías, dos miradas, dos estilos, dos géneros, confluyen en estos “Dos Ríos” e invitan a navegar estos maravillosos y personales universos. Las portadas de los libros de esta nueva colección están engalanadas por artistas plásticos de Santa Fe. En el caso del libro de Angélica, pertenece a la artista plástica Nydia Andino. Y en el caso de Jerónimo, a Adolfo Previderé, de la ciudad de Rafaela.

combo2.jpg
4_GORO.JPG

Con sus 87 años y su vida anclada en la ciudad de Rosario, el sentido del humor y la ironía son las cartas de presentación de la escritora.

ESCRIBIR DESDE EL INTERIOR

Más allá del reconocimiento internacional, su vasta trayectoria y su dato de nacimiento en Buenos Aires, Angélica Gorodischer es una escritora rosarina, que vive su ciudad a pleno y se nutre de ese ámbito para su escritura. Su personalidad activa, emprendedora y curiosa hace que lo cotidiano sea transitar las calles, charlar con la gente, participar en programas de radio y televisión. Rosario es su casa, su abrigo y su espacio productivo.

“Si yo viviera en Buenos Aires, no escribiría, porque hay tantas cosas que te tironean, teatro, cine, conferencias, cursos, conciertos, amigos, que probablemente no tendría tiempo. Vivir en las provincias puede ser una desventaja porque Buenos Aires concentra todo e irradia todo, pero por otro lado, te ofrece otros tiempos que te permiten producir. Rosario es una ciudad en escala. Hay buena oferta cultural pero no te enloquecen. Si bien he escrito cosas geográficamente lejanas, hace mucho tiempo que estoy escribiendo sobre Rosario”.