Crece el número de víctimas fatales

El mal tiempo dificulta el rescate de los últimos supervivientes en Nepal

  • Las labores de rescate tras el terremoto continúan con dificultades debido al clima y a las carencias del país asiático para responder a un desastre de tal magnitud, mientras se agota el tiempo para encontrar personas vivas bajo los escombros.
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Un grupo de mujeres se expresa durante una de las ceremonias fúnebres.

Foto: Agencia EFE

 

EFE

El Equipo de las Naciones Unidas para la Evaluación y Coordinación en Casos de Desastre (UNDAC) advirtió de que se acaba el tiempo para encontrar personas con vida y Arjun Katoch, miembro de la UNDAC, aseguró a Efe que es poco factible que la gente pueda aguantar viva bajo los escombros durante más de 96 horas, plazo que se cumplió hoy.

El Ejército nepalí está desplegado en 19 puntos de Katmandú donde podría haber supervivientes, según el diario local My Republica.

El primer ministro del país, Sushil Koirala, reconoció ayer que las operaciones de búsqueda, rescate y ayuda no han sido efectivas, debido al corte de las comunicaciones y la falta de preparación de los equipos, de acuerdo con el medio local Kantipur. Organizaciones humanitarias como Cruz Roja, que trata de repartir paquetes de ayuda a 20.000 familias en Katmandú, también encuentran bastantes dificultades, afirmó a Efe uno de sus responsables, Rajendra Rokaha.

Miles de personas siguen en la calle, bien porque perdieron sus casas o por miedo a derrumbes.

En el aeropuerto de la capital nepalí, cientos de personas tiradas por el suelo, en una interminable cola o resguardadas de la lluvia donde mejor pueden, aguardan a salir del país asiático.

El aeropuerto Tribhuvan, golpeado por el sismo, está saturado de tráfico aéreo en las últimas horas.

Las historias

La joven Sulochana Somal lleva tres días esperando con su marido e hijo para volver a la India, mientras que otra compatriota, Lalit Agrawal, declaró a Efe que “el aeropuerto es muy pequeño” para atender a tanta gente. Las malas condiciones meteorológicas en la mayoría de las áreas afectadas complican el rescate fuera de Katmandú, como en el Everest.

Los equipos de rescate recuperaron al menos trece cadáveres, nueve de ellos de nepalíes, dos estadounidenses, un australiano y un chino, de los 18 fallecidos en esta montaña por avalanchas tras el terremoto, según los últimos datos del Centro Nacional de Operación de Emergencia del país de los Himalaya.

Otros 61 montañeros resultaron heridos, de los que 53 fueron evacuados a Katmandú y 8 son atendidos en Lukla, una localidad cercana a la montaña más alta del mundo.

España repatriará entre hoy y mañana desde Nueva Delhi a 115 españoles que han sido evacuados en las últimas horas desde Nepal, según anunció el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

Un total de 127 españoles fueron evacuados desde Nepal a Nueva Delhi, de los que doce ya partieron hacia España, y un total de 44 ciudadanos viajarán esta noche en el Airbus 310 de la Fuerza Aérea Española en el que Margallo regresa a Madrid.

Otros 71 españoles saldrán mañana en el avión que el Gobierno ha fletado para la repatriación.

El terremoto del sábado ha sido el de mayor magnitud registrado en Nepal en 80 años, y el peor que ha vivido la región en una década desde que en 2005 un movimiento telúrico causara una tragedia de grandes dimensiones en la Cachemira, con más de 84.000 muertos.

Más de 5.000 muertos

  • El número de muertos en el terremoto de 7,8 grados que devastó el sábado Nepal ya supera los 5.000, mientras que el de heridos sobrepasó los 10.900 y el de desplazados internos se situó en más de 450.000 personas. El último recuento oficial de fallecidos difundido a las 18.00 hora local se situó en 5.057 y el de heridos en 10.915, informó el Centro Nacional de Operación de Emergencia del país asiático. Las labores de rescate continúan dificultadas por las malas condiciones climatológicas y por las carencias del país asiático para responder a un desastre de tal magnitud, mientras se agota el tiempo para encontrar supervivientes entre los escombros.

El Equipo de las Naciones Unidas para la Evaluación y Coordinación en Casos de Desastre (UNDAC) advirtió de que se acaba el tiempo para encontrar personas con vida.

Arjun Katoch, miembro de la UNDAC, aseguró a Efe que es poco factible que la gente pueda aguantar viva bajo los escombros durante más de 96 horas, plazo que se cumplió hoy.

El primer ministro del país, Sushil Koirala, reconoció ayer que las operaciones de búsqueda, rescate y ayuda no han sido efectivas, debido al corte de las comunicaciones y la falta de preparación de los equipos, de acuerdo con el medio local Kantipur.

Argentinos

  • El embajador argentino en la India, Raúl Guastavino, confirmó hoy que todavía aguardaban noticias de dos turistas argentinos que se encontraban en Nepal el día que ocurrió el devastador terremoto. El diplomático explicó que oficialmente tienen registros de 72 argentinos, de los cuales “70 ya han establecido algún tipo de contacto y sabemos que están bien. Los otros dos están en regiones muy alejadas de trekking, y no es anormal que no estén en contacto. Es gente que sale de los caminos habituales y están en zonas donde no tienen ningún tipo de comunicación. Somos optimistas y seguimos con la búsqueda”, explicó.

Un milagro

  • Una mujer parapléjica de 32 años fue rescatada con vida y está “estable” tras permanecer tres días atrapada entre los escombros de su vivienda en Katmandú, derrumbada el sábado por el terremoto de 7,8 grados que dejó en Nepal más de cuatro millares de muertos, informaron hoy a Efe fuentes oficiales.

“Tiene una lesión en la espalda, pero está estable”, dijo el médico voluntario Kapil Pardel. El doctor explicó que su condición no era buena cuando los equipos de rescate la trajeron ayer por la tarde, pero aseguró que se recuperó favorablemente en las últimas horas. Trishna L. Graeju, cuñada de la superviviente, se encontraba en su tienda de vegetales con su hija, mientras que su marido, carpintero, se encontraba trabajando cuando el seísmo azotó la ciudad en la mañana del sábado, explicó la mujer a Efe.

Tampoco la familia del hermano de Graeju, que también residía en la misma vivienda de tres plantas, se encontraba allí en el momento del derrumbe, por lo que la víctima se encontraba sola en el edificio, situado en Bakhtapur, una de las áreas más afectadas de la ciudad.

“Llamé a mi marido después del terremoto y vino a mi tienda. Conseguimos juntar a alguna gente para ir a rescatarla, pero continuaba habiendo réplicas”, explicó Graeju, que recuerda como esa noche durmió a la intemperie sin saber si su familiar continuaba con vida, como tantos otros centenares de personas en Katmandú. La familia se puso el sábado en contacto con el Ejército, pero no fue hasta el día siguiente que algunos soldados y miembros de Cruz Roja comenzaron la búsqueda.

La herida, que padece una variante de la enfermedad de Dande Walken desde el nacimiento, está consciente y acierta a decir “namasté” (hola) mientras sonríe levemente.

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Las tareas de rescate se multiplicaron en las últimas horas en procura de hallar sobrevivientes. Foto: Agencia EFE