Los visitantes con las capas y guantes provistos para permanecer en el lugar.

El glaciobar de El Calafate

Este novedoso bar, situado a pocos kilómetros de El Calafate, está diseñado con paredes de hielo. Los vasos, barras, mesas y sillones están íntegramente construidos con hielo glaciar.

TEXTO Y FOTOS. ALFREDO MIGUEL CEBALLOS.

El “Glaciarium Museo del Hielo Patagónico” está ubicado en la ribera meridional del Lago Argentino, en la región Patagonia, en la provincia de Santa Cruz, a unos 60 kilómetros de su majestad el Glaciar Perito Moreno. Se trata de una de las incorporaciones más novedosas relacionadas con el turismo y está a sólo 5 kilómetros de El Calafate; un centro cultural y científico activo en donde se divulgan las últimas investigaciones sobre los glaciares y su entorno.

En el subsuelo nos encontramos con lo que para muchos puede resultar insólito: “el Glaciobar”, único en el mundo por estar hecho con hielo de glaciar. Con fotos elocuentes tratamos de mostrar el “Bar de Hielo”, sus esculturas y mobiliario, todo de hielo. Esta diseñado con paredes de hielo y, además, los vasos, mesas y sillones están íntegramente construidos con el mismo material.

La temperatura ambiente es de 10º bajo cero. Previo al ingreso se entrega a los visitantes capas y guantes térmicos y se advierte que el tiempo de permanencia es de 25 minutos. La entrada incluye libre consumición de bebidas, con y sin alcohol, lo que comúnmente conocemos como canilla libre. Todo constituye una experiencia única bajo cero en un ambiente de 80 metros cuadrados y -reitero- a 10º bajo cero.

CON NOMBRE DE ARBUSTO

Hoy la fruta silvestre del calafate es aprovechada intensamente para la elaboración de licores, mermeladas y hasta helado. “Aseguran regreso a la ciudad para quien toma un helado de calafate”, expresan los lugareños.

El Calafate es una de las tres principales ciudades de la provincia de Santa Cruz, ubicándose en tercer lugar por su actual población de 18.000 habitantes fijos, detrás de las ciudades de Río Gallego y Caleta Olivia. En una década, su población se incrementó en un 259,8 %, frente a los 6.410 habitantes del Censo 2001. Su clima es frío y seco. El promedio del pasado mes de enero fue de 13º C, alcanzándose los 28º C excepcionalmente. Mientras que en julio el promedio es de 1º C.

Debe su notoriedad a ser la puerta de acceso al Parque Nacional Los Glaciares, el que posee atractivos turísticos como el glaciar Perito Moreno, el glaciar Upsala, Spegazzini (para muchos, el más lindo), Onelli, etc., superando los 400 glaciares en la región, todos propios de la zona oriental del campo de hielo Patagónico Sur y Parque Nacional Torres del Paine, en Chile.

Dentro de las actividades más recientes habilitadas se cuentan las visitas a estancias turísticas, travesías en 4 x 4 a los cerros Huyliche y Frías, cabalgatas, o excursiones a la reserva ecológica Laguna Nimez. Frente a la Bahía Redonda (muy cerca del bar de hielo) se encuentra el Club Andino Lago Argentino, un bar con vistas al lago. Cuando se congela la bahía, durante la temporada de invierno, provee alquiler de patines y trineos para deleite de los aficionados.

Vengo de escuchar todos los idiomas en la zona, predominando el chino, japonés, por supuesto el inglés, ruso, árabe y -con cierta ironía- me comentaban que “el idioma menos escuchado en estos días es el español”.

Otro dato curioso del Glaciobar es que está fortalecido en sus promociones callejeras en la ciudad a través de una conocida marca de fernet. Así, por ejemplo, nos encontramos con distintas frases publicitarias como “Vení a sentarte en el gran trono de hielo”; “¿Cómo es tu cara cuando entrás a Glaciobar? Vení y descubrilo”; “La mejor onda, la mejor música, el mejor ambiente, lo mejor de lo mejor para que disfrutes de tu paso por El Calafate”; o “En Glaciobar tenemos hermosas esculturas realizadas con hielo glaciar, vení a conocerlas”.

La entrada general con acceso a consumición es de 140 pesos, mientras que los menores de 16 años abonan 80 pesos. El complejo -que incluye el museo-, abarca la historia y los misterios de los glaciares, y en el proyecto del edificio se diseñó un espacio para que los visitantes puedan tomarse una copa a -10º C.

Las esculturas en hielo.