El gobernador habló ante la Asamblea Legislativa
Legislatura blindada de militantes y policías
El operativo de seguridad abarcó desde Casa de Gobierno hasta la plaza Italia. Lifschitz y Martínez, los únicos candidatos a suceder a Bonfatti presentes en la apertura de sesiones ordinarias.
Policías y vallas resguardaron el edificio de la Legislatura. Muchos militantes socialistas acompañaron a Bonfatti. Foto: Manuel Fabatía
Mario Cáffaro
“Es como en el fútbol argentino; sin público visitante” graficó un experimentado diputado justicialista al encontrarse con el cronista en el hall de la Legislatura a media mañana. Faltaba todavía un largo rato para que el gobernador Antonio Bonfatti llegara al edificio para presentarse ante la Asamblea Legislativa a leer el mensaje de gestión y abrir el 133 período ordinario de sesiones.
El gobierno -o el socialismo- tomó debida nota de lo ocurrido un año atrás cuando familiares de víctimas de la inseguridad se presentaron frente a Casa de Gobierno y a la Legislatura para expresar un fuerte reclamo hostigando a las autoridades y obligando al propio gobernador a ingresar al edificio legislativo por la puerta trasera ubicada sobre 3 de Febrero.
Ayer hubo un cordón policial en la zona sur de la ciudad y hubo una importante movilización de dirigentes y simpatizantes socialistas frente a la Legislatura. Eso sí, estaban detrás de una valla metálica y dejaron en minoría a los familiares de Daiana y de Rocío que -por diferentes hechos- se presentaron con banderas y gritos reclamando justicia.
El jefe de Policía de la provincia, director general Omar Antonio Odriozola, estuvo al frente del operativo de seguridad que se iniciaba en la Plaza de Mayo con un cordón frente a la Casa de Gobierno, seguía con el corte de General López entre San Martín y Francia y todas las transversales. En esa ocasión no se repitió la procesión del gobernador con sus ministros para transitar el camino que separa la sede de los dos poderes, costumbre que había inaugurado Hermes Binner. Ministros, secretarios y personal de gabinete fueron llegando en forma individual o en grupos a la Legislatura. La excepción fue Rubén Galassi, quien acompañó a Bonfatti y a su esposa en el auto que lo condujo a la explanada del palacio legislativo.
Arancedo, los intendentes de Rosario y Santa Fe, Falistocco, Galassi y diputados nacionales en primera fila para escuchar el mensaje. Foto: Manuel Fabatía
Presentes y ausentes
Si algo caracteriza a Bonfatti es la puntualidad. Ocho minutos antes de las 11, estaba ingresando a la Legislatura donde fue recibido por el vicegobernador Jorge Henn y los jefes de bloque del Senado. La sesión se inició a las 11 y tras el Himno Nacional prosiguió la lectura del mensaje que demandó dos horas y diez minutos, el más prolongado de los cuatro pronunciados ante la Asamblea de diputados y senadores.
En el recinto, varias ausencias de legisladores. La más notoria, el bloque de la Unión PRO Federal donde sólo estaba el presidente de la bancada, Raúl Fernández, quien luego admitió que en el discurso “nos tiró algunos palitos” en alusión a la candidatura a gobernador de Miguel Torres del Sel. “Que nos hable de neoliberalismo, de privatizar, son palos totalmente infundados. No está en nosotros de ninguna manera hacer eso. El reconocimiento a los empleados públicos es de todos los sectores”, enfatizó a propósito de las expresiones recientes del ex Midachi.
Varios diputados nacionales en primera fila. Los socialistas Hermes Binner, Alicia Ciciliani, Elida Rasino y Omar Barchetta; el radical Mario Barletta; la macrista Gisela Scaglia así como Pablo Javkin (CC - ARI); Antonio Riestra (Pares) y Oscar Martínez (Frente Renovador). Martínez y el senador socialista por Rosario, Miguel Lifschitz fueron los únicos candidatos a gobernador presentes en la reunión. Omar Perotti, quien es diputado nacional, tenía agendadas reuniones en Rosario y Del Sel no ocupa hoy cargo público y festejó el Día de los Trabajadores con afiliados a UTA. Los otros invitados en primera fila fueron el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Roberto Falistoco; el arzobispo local, José María Arancedo y los intendentes de Santa Fe, José Corral y de Rosario, Mónica Fein. Después todo el gabinete, mientras que funcionarios y familiares ocuparon las bandejas del recinto, lugar desde donde partieron los continuos aplausos para celebrar expresiones del gobernador.
Tras el discurso, el propio Bonfatti fue uno de los últimos en abandonar el recinto. Saludó uno a uno a sus colaboradores y a legisladores que se acercaron a intercambiar efusivos apretones de manos. Otros optaron por salir en forma inmediada para ganar los micrófonos que esperan una primera opinión sobre el discurso. Como en años anteriores, acá no hubo grises. Para los oficialistas una buena síntesis de gestión, para la oposición el resumen de una provincia que no se ve.
El gobernador fue efusivamente saludado por la militancia socialista que le hizo el aguante durante más de dos horas y en automóvil regresó a Casa de Gobierno donde lo esperaban dirigentes sindicales para el brindis por el Día Internacional del Trabajo. Luego, a Esperanza para un locro en la casa del ministro de la Producción, Carlos Fascendini, donde el resultado de las primarias y la campaña electoral fueron temas obligados del encuentro gastronómico.
Raúl Fernández
diputado del PRO
José Corral
intendente de Santa Fe
Leandro Busatto
diputado del Frente para la Victoria
Pablo Javkin
diputado nacional CC ARI
Oscar Martínez
diputado Frente de la Esperanza