La víctima lo siguió con el auto

“Los vecinos me gritaban negro choro por eso salí corriendo”

Diego Ismael Zavala trató de eludir por segunda vez el accionar de las autoridades inventando una historia que el juez no le creyó.

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El hombre de 40 años está acusado por el robo a una vivienda de barrio Sargento Cabral, ocurrido el día 1º de Mayo.

Foto: El Litoral

 

Juliano Salierno

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Esta mañana se llevó a cabo la audiencia de prisión preventiva para el único detenido por el robo a una casa de familia en barrio Sargento Cabral, ocurrido durante el feriado del 1º de Mayo. Otros dos delincuentes lograron fugar llevándose consigo numerosos objetos de valor, pero éste último fue perseguido y atrapado por el dueño de casa, un grupo de vecinos enardecidos y policías de civil que de casualidad estaban en las inmediaciones.

Se trata de Diego Ismael Zavala, un hombre de 40 años que el viernes alrededor de las tres de la tarde fue apresado mientras corría sin rumbo por calle Alvear y J.M. Gutiérrez.

El fiscal Sergio Alvira acusó a Zavala por el delito de “robo calificado por ser en poblado y en banda” ocurrido el pasado viernes feriado en una casa de la calle Pedro Díaz Colodrero al 1800, a metros de la avenida General Paz; y “por el uso de un arma impropia” (un destornillador) con la que amenazó e hirió a la víctima cuando se los encontró en plena faena en el interior de su casa.

Cuatro cuadras

El propietario del inmueble -un hombre de 46 años y su hijo de 20-, se disponían a entrar el auto cuando vieron salir a tres hombres de estatura mediana y contextura robusta.

Desesperados, emprendieron una persecución que encabezó el dueño de casa, que no había alcanzado a bajarse del auto, cuando uno de los delincuentes lo punzó con un destornillador en la garganta.

“Yo empecé a perseguir a uno de los tres, al que me había amenazado”, dijo la víctima en sede policial. “Lo corrí tres cuadras a contramano, tocando bocina y gritando por la ventanilla”, agregó el damnificado.

Según el itinerario descripto, Zavala corrió por P. D. Colodrero hasta Marcial Candioti, donde dobló hacia el norte en contramano. Una comisión policial de la Sección Sustracción Automotores apostada en Luciano Torrent advirtió lo ocurrido y se sumó a la marcha que culminó en José María Gutiérrez y Alvear, exactamente a cuatro cuadras de la vivienda asaltada.

En poder del fuguista la policía secuestró un destornillador de 30 cm, el cual habría sido utilizado para herir al dueño de casa.

“Me iban a matar”

Esta mañana en tribunales, Zavala dio una versión diferente al juez Nicolás Falkenberg, que no creyó en la coartada y le dictó prisión preventiva por tres meses o hasta que el fiscal lleve la causa a juicio.

Asesorado por los abogados Rodolfo De Aguirre y Juan José Patiño, el imputado se situó en el lugar, pero a diferencia de estar participando del robo contó que lo habían llevado a visitar a una chica que vive por la zona.

“Yo pasaba por la vereda cuando se arma todo este quilombo. Me asusté y corrí hasta la esquina”, aceptó el preso. En ese momento “los vecinos salían y me gritaban negro choro, negro de mierda y salí corriendo porque me iban a matar”, se defendió.

También acusó al dueño de casa de haberlo querido chocar con el Ford Mondeo y por último, para explicar la repentina aparición del destornillador, Zavala dijo que cuando lo agarró la policía “me pegaban con un destornillador en la cabeza”.