70 años a todo vapor

70 años a todo vapor

La señal sonora de la locomotora es el inicio de un viaje al pasado de Esquel. Rieles, vagones y una nube de vapor que evocan a esos viejos sueños guardados en la memoria que se repiten como experiencias memorables. El próximo 25 de mayo, la emblemática Trochita cumplirá sus primeras siete décadas.

 

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FUENTE Y FOTOS. SECRETARIA DE TURISMO DE ESQUEL.

La Trochita es de los trenes turísticos que no requieren presentación alguna, es conocido mundialmente por las características del ancho de trocha y por la particular conservación; su formación original y nacimiento se remontan hacia mediados del siglo pasado durante el apogeo del desarrollo ferroviario de la Argentina.

Esta locomotora es, sin dudas, una de las postales que sobresalen en la patagónica ciudad de Esquel, en la provincia del Chubut. Viajar en este tren es formar parte de un ícono cultural sobre rieles único en el mundo.

ESTACIÓN DE PARTIDA

Fue en el año 1922 que se comenzó con el diseño de un ramal de 75 cm. de trocha (trocha angosta), debido al bajo costo del material a emplear, ya que era rezago que se vendía finalizada la Primera Guerra Mundial en Europa.

En 1935 se comenzaron los trabajos de los primeros tramos de la línea. En 1941, La Trochita llegó a El Maitén, sede de los talleres del ferrocarril, que actualmente están en funcionamiento, y finalmente el 25 de mayo de 1945 llegó a la ciudad de Esquel. Fue en ese año cuando la primera locomotora y sus vagones tomaron vida para rodar y rodar, para transportar los miles de sueños, de esperanzas, y compartir anécdotas al lado de las cálidas salamandras, que aún hoy se conservan y funcionan en sus vagones, o simplemente apreciar la belleza del paisaje de la extensa estepa patagónica.

Primeramente, el ferrocarril funcionó como servicio exclusivo de cargas hacia y desde Esquel hasta 1950, año en el que se inauguró el servicio de pasajeros que funcionaba en combinación con el ramal de trocha ancha desde Ing. Jacobacci, pasando por San Antonio Oeste, Viedma, Carmen de Patagones, Bahía Blanca, hasta llegar finalmente a Buenos Aires.

EL TREN Y SU VIDA SOCIAL

El viaje completo del ramal Esquel-Ingeniero Jacobacci duraba aproximadamente 14 horas, siendo el único medio de transporte ágil y económico para la época. Así era que, con frecuencia, los pasajeros debían cocinarse utilizando las salamandras que están ubicadas en cada vagón, que además de calentar el agua para los mates, cocinaban huevos fritos, bifes, y con alambres instalaban hasta tiras de asado, según relatan las historias de La Trochita.

Es por ello que se consideraban a estas salamandras el centro de reunión de los pasajeros, que en reiteradas oportunidades debían bajar de la formación con el tren en marcha para recolectar leña.

Durante su vida, La Trochita tuvo numerosos hitos históricos transcendentales que la marcaron para siempre, uno de ellos fue la publicación en 1978 de la novela “El Viejo Expreso Patagónico”, de Paul Theroux, que hizo famosa a la locomotora a nivel internacional.

CIERRE DEL RAMAL Y APERTURA TURÍSTICA

En 1992, La Trochita se vio envuelta en el escenario de desarme del sistema ferroviario argentino, por ser poco atractivo para los capitales privados, que sumado a la extensión de las rutas asfaltadas, hicieron del tren sólo un recuerdo del pasado.

Sin embargo, el esfuerzo de sus empleados permitió que, con sacrificio y amor, contribuyeran a que el ramal pase a manos de la provincia del Chubut, lo que implicó una superación de la crisis mencionada. En 1994 se inauguró el servicio turístico Esquel-Nahuel Pan, un pintoresco recorrido de 18 kilómetros manteniendo un tramo del recorrido original desde su creación, en sus pequeños vagones con salamandras y la inconfundible locomotora a vapor.

La excursión tiene una duración total de tres horas, visitando la comunidad Nahuel Pan. Acoplándose a las necesidades del turismo, el tren hace su recorrido todo el año y en el invierno es posible recrear los épicos viajes de los pobladores que desafiaban a la nieve y el frío.

La Trochita forma parte del patrimonio histórico y cultural de todos los argentinos, y en especial de los patagónicos. Es un ícono cultural de la región y genera en la comunidad una sensación de pertenencia. Es parte de una herencia que hemos recibido y que debemos proteger para poder mantenerla en el tiempo y compartirla con aquellos turistas interesados en la historia de la Argentina y de los Ferrocarriles Argentinos.

En este cumpleaños, el mejor regalo que se le puede ofrecer a la Trochita es honrarla y tomar conciencia de este fenómeno histórico-cultural, que necesita una continua revalorización para que siga siendo parte de los sueños realizados y por realizar.

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