Entrevista

“El Mercosur, tal como lo conocimos, ya fue”

  • Jorge Rodrigo Aparicio analizó presente y futuro de las relaciones entre los países de la región.
7-DSC_4991.jpg

En la sede de ADE el experto disertó sobre Argentina y sus relaciones comerciales con el mundo. Foto: Luis Cetraro

 

José E. Bordón

[email protected]

El presidente de la Cámara Argentino Brasileña, Jorge Rodrigo Aparicio, sostuvo en esta capital, donde disertó invitado por la Asociación Dirigentes de Empresas (ADE), que “el Mercosur, tal como lo conocimos, ya fue”, y aseguró que entre Argentina y Brasil existe actualmente una “relación muy complicada”.

Se mostró optimista en un cambio de las relaciones a partir del año próximo y alertó que “ya nos está impactando” el ajuste dispuesto por el gobierno de Dilma Rousseff.

—¿Cómo definiría la realidad de la relación entre ambos países?

—Muy complicada, porque se han incumplido los acuerdos por parte de los dos países. En Argentina, esto lo conocemos por las restricciones. Brasil está pasando por una gran crisis de consumo interno. Ha bajando mucho. Esto hace que baje la demanda de productos argentinos, especialmente del sector automotor. Recordemos que el 80% de los autos fabricados en el país se exportan y el 50% de ese total va Brasil. La baja de compra en Brasil suma problemas. Antes, no se podían importar autopartes porque hay un régimen de comercio administrado (no se puede comprar ni vender al exterior si no es con autorización previa de la secretaría de Comercio) y aunque hoy las declaraciones juradas anticipadas salgan más rápido están las trabas del Central a la salida de dólares.

—¿Cuánto deben las empresas a sus proveedores del exterior?

—Hoy, esa suma es de alrededor de 6 millones de dólares. Éste es uno de los temas que va a provocar que el famoso cepo no se pueda eliminar de un día para otro. Deberá hacerse en forma gradual.

—El cambio de gobierno ¿cambia algo en la relación comercial de Argentina y Brasil?

—Soy optimista. Los brasileños siempre me han contagiado optimismo. El empresario brasileño trabaja a largo plazo. Nosotros somos cortoplacistas. Ellos dicen: esto va a cambiar en algún momento. Decidieron seguir haciendo inversiones pero los han desalentados que en el mercado argentino todo es dólares.

—Ud. habló del ajuste post-reelección de Dilma Rousseff. ¿Cómo nos va a impactar?

—Ya nos está impactando. Lo primero que hay que hacer es restablecer la confianza. Que no es fácil, aunque no imposible. El gobierno ya desconfía de las propuestas argentinas. Lamentablemente, hay funcionarios argentinos de primer nivel que no son bien recibidos porque tampoco lo han sido los brasileños en nuestro país. ¿Cómo restablecemos la confianza? A nivel empresario pasa lo mismo. Las más afectadas son las Pymes. Las grandes trasnacionales que tienen sus intereses tanto en Argentina como en Brasil se mueven con mejor personal capacitado para esperar los tiempos adecuados.

—¿Seguirá el Mercosur?

—Los brasileños ven que en la relación con Argentina hay un corsé que les impide hacer el acuerdo de libre comercio, inclusive con la UE. Ellos le piden a Dilma dejar atrás el Mercosur o encontrar alguna forma diferente de encarar los tiempos que vienen. En lo personal, el Mercosur, tal como lo conocemos, ya fue. Además, hace 30 años que se creó.

—El tiempo deterioró la relación con los otros países de la región...

—Paraguay y Uruguay se sintieron en medio de dos gigantes. Las resoluciones, en el origen del Mercosur, se tomaban por consenso, por lo tanto demoraban muchísimo, como pasó con el pasaporte o las normas para la constitución de sociedades en ambos países o revalidación de títulos profesionales, también trabado. Se puede arribar a un acuerdo que favorezca a todos aunque la diferencia económica es muy grande.

—No obstante, hubo algunos logros...

—Dos. Uno fue hacer desaparecer la tradicional desconfianza entre Argentina y Brasil por la Doctrina de la Seguridad Nacional. Durante años tuvimos conflictos con Chile o con Brasil. El túnel (subfluvial Santa Fe-Paraná) se postergó por ello. El primer paso lo dieron Alfonsín-Sarney, incluso antes del Mercosur, por los temas referidos a la investigación nuclear. Segundo: se destrabó mucho el comercio. En una primera etapa se basó en la parte arancelaria de los acuerdos comerciales, como la fijación del arancel externo común, barrera para los productos que vinieran del exterior. Eso se fue perforando por razones de mercado, de estacionalidad.

Se dejó de lado la armonización macro, política cambiaria, monetaria, de inversiones, etc. Ahora tenemos las consecuencias. Se hizo una parte, además apareció China con el protagonismo que hoy tiene.

—Y que le dio un zapatazo a los mercados...

—Los chinos no son hermanitas de caridad. Ellos buscan la materia prima. El mejor ejemplo es el ferrocarril transpacífico, que va de Río a Santos y de allí por todo Brasil entra a Perú por Acre. Es toda la zona sojera y de carnes de Brasil. ¿Y el Mercosur? Ahí, empiezan a negociar por el ferrocarril Central, que pasa de Mendoza a Chile, que vendría desde Paraguay. Hay problemas de trochas a solucionar.

—¿Cree que finalmente se activará el acuerdo Mercosur-Unión Europea?

—Se firmó, está, pero su incumplimiento no trae ninguna sanción porque ahora es la UE la que se demora, porque también tiene sus problemas. Creo que se firmará con nuevas autoridades.

fracaso

  • El ex ministro de Economía de Uruguay, Ignacio de Posadas, dijo que “el Mercosur ha fracasado”, por lo que el país debe buscar otros mecanismos de apertura económica al margen del bloque regional.

“Uruguay precisa abrirse. El Mercosur ha fracasado, y a mí me duele porque trabajé mucho en ello, por lo que hay que buscar otros mecanismos de apertura”, comentó en radio Montecarlo el que fuera ministro de Economía entre 1992 y 1995, bajo la presidencia de Luis Alberto Lacalle (1990-1995). De Posadas indicó que todos los economistas coinciden en que la libertad de comercio favorece a las economías y que cuando más pequeño es el país más le favorece.

“Todo los países del mundo menos Corea del Norte y el Mercosur han salido a hacer acuerdos. (...). Los únicos que no lo hacemos somos nosotros y nos estamos asfixiando”, manifestó.